Insultos racistas, obscenidades y otras sorpresas tras los monumentos de Mérida
'Eres gilipollas' o 'chúpame la p.' son algunos de los contenidos que el sistema NFC de información, manipulado, muestra al turista
Si acercas el móvil a los paneles de la mayoría de los monumentos de Mérida no esperes datos sobre el siglo al que pertenecen o ... la técnica empleada en su construcción. Más bien prepárate para leer comentarios desagradables y si acaso chistosos. Desde el famoso cantante Rick Astley a frases racistas y malsonantes, todo esto es lo que esconde la última tecnología aplicada a la señalética monumental, la cual ha sido troleada en esta ciudad hace varias semanas
Hace justo dos años, el 21 de febrero de 2022 se estrenaron en los monumentos de Mérida los puntos accesibles de información turística. Tienen lectura en braille de cada recinto y dos formas de acceder a vídeos explicativos en los que chicos del Centro Ocupacional de Proserpina explican con lenguaje sencillo la historia y la construcción de cada monumento. Se puede hacer con los códigos bidi, estos cuadrados blancos y negros que inevitablemente se pusieron de moda para leer las cartas de los restaurantes tras la pandemia. Basta tener una aplicación de lectura en el móvil, escanearlo y aparece un enlace con la información.
O se puede acceder a la información por el NFC del móvil, un sistema más evolucionado pero, a todas luces, mucho más vulnerable. Usar el NFC es mucho más sencillo porque no hay que tener aplicación alguna. Basta activar el botón NFC del móvil, (lo tienen todos) y acercarlo al panel.
Funciona por radiofrecuencia, igual que el 'bluetooth'. Pero este formato ha sido pirateado por completo en Mérida. Ninguno de los puntos NFC de los monumentos de la ciudad activan la información original. Lo que aparecen en las pantallas son insultos o expresiones denigrantes.
En el Puente Romano, el panel se puso en la cabecera, frente a la Alcazaba. Al escanear el bidi con el móvil salta la explicación instalada en un principio, pero al acercar el móvil y colocarlo sobre el punto NFC se lee en la pantalla: 'Chúpame la polla chino de mierda'. En la Alcazaba también lo han boicoteado. En este caso el punto NFC remite a un vídeo en 'youtube' del cantante Rick Astley. En el Arco de Trajano se ha reescrito sobre la información original un mensaje con un número de teléfono y la expresión 'mamadas a diez euros'.
Los paneles del Teatro y el Anfiteatro se instalaron contiguos en la fachada de la recepción de la plaza Margarita Xirgu. En el anfiteatro el enlace vinculado no se activa. Se lee el aviso de que la información no funciona. Y en el Teatro Romano, el turista es derivado a un reto de un 'youtuber' llamado Ibai Llanos sobre si es mejor cocinar carne de 30 euros o de 300 euros. En la Casa del Anfiteatro también se ha levantado la información original que se colgó hace dos años. Ahora te devuelve un mensaje insultante: 'You are idiot' ('eres idiota', en inglés). En el Templo de Diana hay otro insulto escondido, esta vez en español: 'eres un gilipollas'.
«Cualquiera con un poco de conocimiento se ha dado cuenta de que no estaban protegidos»
Tras dos años a los pies de los monumentos, los puntos accesibles han conseguido sortear el vandalismo porque no hay pintadas, ni destrozos y funciona. Pero no como debía ni como se diseñaron. Han perdido parte de la información que aportan. El sistema bidi resiste y se enciende igual que el primer día que lo probó la concejala Susana Fajardo pero el NFC ya no sirve.
Una ingeniera informática consultada por HOY ha explicado que la empresa que recibió el encargo ha protegido unos y otro los ha dejado desprotegidos. A partir de ahí, es sencillo boicotear el contenido. «Cualquiera con un poco de conocimiento y que sepa que cómo funcionan los NFC se ha dado cuenta de que no estaban protegidos y los ha reeditado. Lo que queda por saber es si después de reescribir sobre el contenido esa persona los ha protegido de alguna manera o no»
En Cáceres los QR son inútiles
La otra gran ciudad monumental de Extremadura es Cáceres. Allí el sistema NFC está poco extendido y predominan los códigos QR, que tampoco están precisamente en estado de revista. En este caso, un recorrido por los monumentos del casco antiguo evidencian que la mayoría de los paneles con códigos QR no funcionan, excepto algunos como el que recibe a los visitantes en la Plaza Mayor cacereña.
En ese caso, tras escanear el código, los turistas pueden acceder a su correspondiente página web sin problemas. Es un oasis en el desierto cuando los que se disponen a conocer la parte histórica quieren tirar de este tipo de herramienta.
En las placas de metacrilato del Conjunto de Cáceres Ciudad Histórica, el resultado tras fotografiar el código es siempre el mismo: página web bloqueada. «Esto no es operativo», lamentaba la semana pasada un turista tras comprobarlo con su móvil. Le sucedía lo mismo a una joven que aprovechaba la mañana en la ciudad para hacerse fotos con su palo selfi y su móvil de última generación. «Nada, este ni lo lee», aseguraba con frustración. Se refiere al código del panel ubicado en la entrada de la Casa de los Becerra, en la plaza de San Jorge.
Allí, en ese mismo punto, el código del Convento de la Compañía de Jesús ni siquiera es reconocido por el móvil porque está lleno de grafitis. Y a escasos metros de él, el de la iglesia San Francisco Javier vuelve a mostrar el mismo mensaje de página web bloqueada.
La historia se repite en la placa que debería informar sobre el convento de San Pablo en San Mateo, el Palacio de los Golfines de Abajo, la antigua ermita de Santa Catalina o el Arco de la Estrella, entre otros muchos.
En otros puntos de interés, como la concatedral de Santa María, solo funciona el código QR que hay estampado en un material de impresión plotter en el que se pueden consultar los horarios de visita.
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