Fondenex pide métodos anticonceptivos para combatir la plaga de palomas en Mérida

Como ha adelantado HOY, el Ayuntamiento de Mérida contratará a una empresa para la instalación de 47 jaulas, tanto en edificios municipales como de propiedad privada, y la práctica de capturas nocturnas para tratar de aliviar la presencia de palomas en la ciudad. El Consistorio emeritense destinará 38.000 euros durante dos años para combatir unas aves que pueden ser vectores de enfermedades infecciosas o parasitarias, además de causar daños materiales y rechazo de la población.

Fondenex señala que la proliferación de estas aves en pueblos y ciudades no es sólo fuente de suciedad en las calles, «sino de un grave deterioro de los monumentos, edificios históricos y estatuas, no sólo de forma visual, sino también estructural, ya que las heces son muy agresivas y corrosivas sobre piedras y otros materiales y producen obstrucción de desagües».

Asimismo, señala que las palomas son también un peligro para algunas especies vulnerables y protegidas, «como el cernícalo primilla, pues los expulsan de sus lugares tradicionales de nidificación». Y además pueden transmitir enfermedades a los seres humanos, por lo que pueden convertirse en un problema de salud pública.

Fondenex apunta que este problema empieza a ser notorio en ciudades como Cáceres, Plasencia, Badajoz y Mérida. Por ese motivo, pide «una actuación contundente por parte de los ayuntamientos y los organismos responsables de la conservación de monumentos».

Para acabar con lo que considera una plaga y reconducir la presencia de palimas a una población normal Fondenex propone emplear medidas que han demostrado su idoneidad en otras ciudades. Entre ellas están las que plantea el Ayuntamiento de Mérida, con capturas selectivas y jaulas especiales.

Pero la entidad pide ir más allá y utilizar grandes redes disparadas con cañones en espacios abiertos cebados previamente con alimento para las palomas. También propone utilizar aves de cetrería y dispositivos acústicos.

Asimismo, considera necesario recurrir a métodos anticonceptivos para palomas, que hacen que sus puestas no se lleven a cabo correctamente, como la nicarbazina. «Con este producto se puede reducir la población hasta en un 80% en un periodo de cuatro o cinco años», afirma. Además, destaca que es totalmente inocuo para palomas y otras especies, al igual que para la especie humana.

Junto a esto, reclama acabar con los «palomares clandestinos», realizando un censo de los mismos y sellando las entradas. También pide prohibir mediante una norma municipal o autonómica que se pueda alimentar a estos animales en plazas y parques, «que no sólo sustenta la plaga, sino que también son fuente de atracción para hormigas, cucarachas y ratas».