«La importancia del premio es que reconoce el flamenco''
María Pagés actúa este viernes por primera vez en el Teatro Romano de Mérida con 'Scheherezade', donde aúna la danza y la palabra
maría isabel hidalgo
Viernes, 29 de julio 2022, 13:57
María Jesús Pagés Madrigal, conocida artísticamente como María Pagés (Sevilla, 1962), dio sus primeros pasos flamencos con cuatro años, pese a no tener antecedentes en ... este arte. Con 15 años formó parte de la escuela del Ballet Nacional, a partir de ahí su carrera en la danza fue en ascenso. Ha participado en películas y recorrido los escenarios de todo el mundo. En 1990 fundó su propia compañía, desde donde ha trabajado para darle un lugar al flamenco. Su labor le ha valido numerosos reconocimientos, el último, el Premio Princesa de Asturias a las Artes, que recibirá el 28 de octubre. Hasta entonces seguirá inmersa en Scheherezade, función que ha traído a Mérida por primera vez.
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–Lo primero enhorabuena por su galardón con el Princesa de Asturias, iba a comenzar hablándole de Mérida pero la ocasión merece que cuente cómo se siente y qué le supone este reconocimiento.
–Es muy importante tanto a nivel personal como artístico y es una alegría inmensa recibirlo junto a Carmen, que somos compañeras y la admiro. Más allá de eso, a medida que cumples años, entiendo más el nivel de compromiso que tengo con lo que hago, ya no lo hago solo a nivel personal, es importante también que mi trabajo transcienda a mi mundo y mi mundo es la danza flamenca.
–¿Lo toma como un reconocimiento al mundo del flamenco?
–Sí y así lo entiendo yo, la importancia del premio no es que me lo den a mi sino que reconozcan al flamenco como arte, un arte que todavía necesita ser reconocido en el país del que nace. Que la institución más importante de nuestro país otorgue el premio más prestigioso, que reconoce las artes a nivel internacional al flamenco es algo ejemplar que necesita ser seguido por muchas otras instituciones nuestras, dar reconocimiento al flamenco, seguir apoyandolo, porque no lo hacemos lo suficiente.
–Ahora sí, nos venimos a Mérida. Después de estar en los teatros de medio mundo ¿Qué siente en este?
–Es un lugar que tiene magia, los teatros se impregan del alma de las personas y por aquí ha pasado mucha gente. Me hace muy feliz estar aquí. Ha habido opciones antes, pero nunca llegaron a materializarse. Hay que intentar que Scheherezade quede en un espacio que es muy particular de la mejor manera posible, aprovechando todos los recursos que tiene este teatro que son únicos, y ese es nuestro trabajo.
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–¿Qué verá el público en está Scherezade traída al flamenco?
–Es un personaje que sincretiza a otros personajes femeninos, es la que lidera el paso por el escenario de todos los personajes femeninos y de las mujeres intérpretes que estamos ahí y las representamos. Scherezade supera las dificultades a través de la palabra, vence la violencia y enseña a amar a un asesino, fíjate que poderío. Hay otros personajes como Safo, Medea... otros más contemporáneos como la Bernarda de Lorca que aparecen en la obra, son mujeres universales y todas nos podemos sentir un poco una de ellas
–¿Se identifica usted con alguna?
–Todo ser humano y toda mujer es el conjunto de muchos yo, no existe un yo único, en algunos momentos uno está más presente que otro, somos así. No siempre afloran en nosotros los sentimientos positivos, también están los negativos y esa es nuestra lucha. La mujer como madre, como educadora o transmisora de valores no siempre transmite lo positivo, también lo negativo. Heredamos la violencia y por eso seguimos como seguimos. Lo importante es reivindicar la palabra como instrumento para superar los conflictos, que bien usada es capaz de superar todo.
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–¿Está la sociedad falta de palabra con todos los frentes abiertos que tenemos?
–Absolutamente, estamos hartos de ver los intentos que ha habido de la diplomacia por entenderse y no nos entendemos, pero no porque no nos entendamos ahora. Venimos de un proceso largo del no entendimiento y de falta de solidaridad. Pero la palabra es el gran invento del ser humano para entenderse, para llegar a acuerdos y decir esto a mi no me interesa pero háblame que vamos a llegar a un acuerdo, con la palabra bien usada si se puede llegar al entendimiento.
–En la danza la palabra es sustituida por la expresión corporal ¿Cómo interpretan la palabra en una obra donde lo importante se verbaliza?
–La coreografía es nuestro instrumento principal de expresión. En el momento que la danza sube a un escenario todos los elementos escénicos se ponen al servicio del movimiento. La palabra es importante, por supuesto. Las cantaoras narran esas palabras que El Harbi ha creado, es un poeta, los versos son maravillosos, escribe de una manera magistral y todos los cantes son originales.
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–El vestuario, las luces, la música, también hablan...
–Sí, es muy complejo el montaje, la música es original, hay muchos referentes clásicos, referentes flamencos musicales, hay musica árabe. El vestuario está hecho a mano, pintado a mano porque todas las mujeres llevan una tonalidad diferente. Hay un trabajo inmenso en todo lo que configuran la coreografía.
–Fundó su compañía, lleva toda la vida dedicada a la danza ¿ha sido fácil conseguirlo o ha tenido mucho que sacrificar?
–Me siento una privilegiada, porque he tenido la oportunidad en la vida de poder hacer lo que he querido. Hacer lo que quieres y tener las oportunidades para poder hacerlo es un privilegio.
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No veo el esfuerzo como algo negativo. El esfuerzo es el camino para conseguir las cosas y te sientes muy recompensada cuando las consigues. Así que viéndolo así no me paro a pensar que cosas sacrifico. El privilegio de hacer lo que me gusta compensa cualquier otra cosa y diluye cualquier sacrificio.
«Mi responsabilidad y mi nivel de compromiso con el flamenco es seguir creando»
El Premio Nacional de Danza, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas artes y ahora el Premio Princesa de Asturias a las Artes, son algunas de sus distinciones, al contrario de lo que pudiera pensarse, estos premios le hacen tener los pies en el suelo. Después de crear muchas cosas, y hacer muchas giras, «lo que da sentido a lo que haces es que transcienda y aporte». Por eso, los reconocimientos hacen es que «mi responsabilidad y mi nivel de compromiso con el flamenco sea seguir creando». Labor que lleva a cabo en el Centro Coreográfico que lleva su nombre con el objetivo de «verter la experiencia para que otros sigan», con el único objetivo de formar parte del eslabón de transmisión.
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