El Consorcio de Mérida extrae un arca de madera y bronce de la Casa del Mitreo

El Consorcio ha informado a través de sus redes sociales de la extracción de un arca ferrata en la Casa del Mitreo, junto a la plaza de toros.

La intervención arqueológica se inició hace meses, pero se ha conocido ahora.

Según explican los técnicos que han trabajado en la operación, en una de las dependencias del monumento permanecían los restos de un gran mueble de madera, hierro y bronce.

A este elemento se le conoce como arca ferrata y la investigación previa concluye que este mobiliario servía para almacenar objetos, vestimenta y caudales de los propietarios. Era frecuente además que se fijaran al muro de la vivienda.

El Consorcio mantiene que se conservan muy pocos ejemplares de arcas ferratas romanas, pero se sabe que son piezas complejas, con mucha decoración y con sofisticados mecanismos de cierre para evitar los robos.

Según las estimaciones de los técnicos, el arca ocupaba casi tres metros de largo y uno y medio de ancho.

La altura no llegaba a los cincuenta centímetros. Se baraja la hipótesis de que se aplastara tras el derrumbe de la Casa durante un incendio ocurrido en el siglo IV y que afectó a gran parte de la estancia residencial.

La extracción ha sido compleja para evitar daños en la pieza y en la zona de la Casa en la que permanecía. Había que garantizar, además, su seguridad durante su traslado por una grúa a un camión.

La extracción arqueológica se ha hecho en dos fases. Con la técnica de bloque, los restos se han consolidado para evitar la oxidación de los metales y el deterioro de las zonas carbonizadas por el incendio.

En la superficie han adherido gasas con resina como capas de protección para que le afectara el movimiento de la grúa.

En el análisis previo se distinguieron láminas de hierro, cobre y clavos, en los que destacan unos apliques de bronce a modo de remaches o tachuelas semiesféricas que debían estar soldadas por toda la superficie.

Esta decoración del mobiliario, explica el Consorcio, se asemeja a los pocos ejemplares descubiertos en otros lugares del antiguo Imperio Romano.

Lo más complejo fue la segunda parte del proceso, liberar el perímetro del mueble en el recinto en el que permanecía.

Para sacarlo prepararon una estructura de hierro a modo de parrilla que permitía el levantamiento en bloque y repartía el peso. Los huecos se rellenaron con espuma de poliuretano.

La pieza se ha trasladado a los laboratorios del Instituto del Patrimonio Cultural de España para analizarlo y hacer un estudio completo para su restauración.

La Casa del Mitreo se edificó a finales del siglo I o inicios del II. Por su extensión y la decoración parece que sus propietarios fueron familias relevantes de la sociedad local.

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