
Sabah Walid
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Sabah Walid
Sabah Walid es historiadora del Instituto de Arqueología de Mérida, donde forma parte del equipo Construyendo Tarteso, con el que trabaja en el yacimiento del ... Turuñuelo en Guareña. Hoy miércoles, a las 20.00 horas, ofrecerá una charla en el Liceo.
–¿Cuál es su labor en Guareña?
–Me especialicé en metodología de prospección en territorios de la Edad del Hierro y Bronce final. Formo parte del equipo Construyendo Tarteso como responsable del laboratorio, con el inventariado y el estudio cerámico. Pero mi papel más importante es mi trabajo como mediadora cultural y educadora patrimonial. Tenemos un proyecto que se llama Tarteso en comunidad, con tres ejes. Por un lado, implementar procesos de mediación cultural con la población de Guareña, para relacionarla con el yacimiento. Por otro, iniciar procesos de educación patrimonial, especialmente con el tejido asociativo. Y por último trabajar ciencia ciudadana con el instituto Eugenio Frutos.
–¿Cuál es el objetivo de Tarteso en comunidad?
–Mi trayectoria personal tiene que ver con estos procesos y llevo implementando estas prácticas en casi todos los proyectos arqueológicos en los que he participado desde 2009. Cuando me incorporé al equipo de Construyendo Tarteso empezamos a ver cuál podía ser la relación del yacimiento del Turuñuelo con la población, porque tiene el problema de que está muy alejado de Guareña. También queremos conseguir que se inserte en la historia del territorio, del Guadiana medio en época tartésica, y en el día a día y los elementos identitarios de Guareña.
–¿La gente de Guareña está identificada con el yacimiento?
–No sé si se siente identificada, pero sí muy orgullosa de que esté en su territorio. Prueba de ello es que han incorporado los materiales más mediáticos que tiene el yacimiento en sus prácticas económicas, comerciales, educativas… A día de hoy, el Turuñuelo forma parte de la cotidianidad de la población de una manera bastante natural.
–¿Se entiende que las piezas no se exhiban en Guareña?
–Una de nuestras labores es llevar el conocimiento de la Ley de Patrimonio y qué obliga a que esos materiales no estén en Guareña. Este proceso de educación en la legislación nos permite generar un entendimiento y que se busquen otras estrategias para que parte de las piezas se encuentren en espacios más cercanos.
–¿La cúpula del yacimiento servirá para ese fin?
–Estamos trabajando y buscamos soluciones para que haya una repercusión económica en la población local. Pasa como con Cancho Roano, que se encuentra alejado de Zalamea de la Serena. Intentamos que haya actividades relacionadas con el mundo tartésico en Guareña que complementen la visita al yacimiento y al museo del sitio. Para eso, el Ayuntamiento ha adquirido un edificio con la idea de crear un centro de interpretación. Pero ahora estamos pensando en un centro polivalente, donde se hagan diferentes actividades que atraigan al público y permitan algún tipo de beneficio para la población local.
–Tarteso siempre se ha vinculado a Huelva y Sevilla, ¿ha sorprendido la potencia del Turuñuelo en Guareña?
–El valle medio del Guadiana, a raíz de las excavaciones de los años 80 en Cancho Roano, desveló una importante riqueza vinculada al mundo tartésico del segundo periodo. Probablemente hubo un desplazamiento de esas poblaciones en el siglo VI hacia el interior y se asientan en esta zona. La situación del Guadiana medio, los vínculos con el mundo tartésico y con todos los territorios alrededor, no es que hayan sorprendido, sino que ha aportado un montón de información sobre las relaciones con los agentes que participaban en esas relaciones comerciales tan al interior.
–¿Son por tanto épocas distintas de un mismo Tarteso?
–Tienen una misma base cultural, o eso parece por los materiales que se documentan, pero el territorio es diferente, las relaciones son diferentes… Pero eso no quiere decir que dejen de ser tartésicos.
–¿Es un Tarteso de otro tiempo en otro territorio?
–Así es, y tan importantes para el conocimiento histórico como los anteriores o con lo que podría pasar con las poblaciones posteriores. Cancho Roano tiene menores dimensiones y posiblemente una funcionalidad diferente al Turuñuelo, ya sólo por la magnitud del edificio. En Villanueva de la Serena hay un yacimiento del cual hay muy poco documentado, pero parece más que habla de una población asentada y no de un edificio aislado. Queda mucho por investigar y mucho territorio en el que trabajar.
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