Luis Miguel Carranza
Su investigación compara las construcciones de tierra de hace 2.500 años como el Turuñuelo con las casas, corrales y chozos de hace cincuenta
A. Gilgado
MÉRIDA.
Viernes, 13 de junio 2025, 07:48
La primera arquitectura de la humanidad fue de tierra. Y en la Edad del Hierro se puede decir que se expandió un estilo desde oriente ... al Mediterráneo. Y llegamos a los chozos, los corrales y las casas que se hicieron en los pueblos extremeños en los ochenta. Muchas con sus características bóvedas de cuatro aristas que arrancan en cada esquina. Poca gente sabe que esta bóveda es un emblema internacional en arqueología. Se habla de Egipto, Estambul, Italia y la bóveda extremeña como referentes para los arquitectos y los arqueólogos. Luis Miguel Carranza, investigador predoctoral en el Instituto de Arqueología de Mérida investiga este tipo de construcción.
–¿Cómo ha sido la evolución de las construcciones de tierra?
–Lo que vemos es que sigue siendo muy tradicional en Extremadura. Tenemos ejemplos protohistóricos y de hace cincuenta años y son muy parecidas. Cuando comparas una construcción de hace 2.500 años con la arquitectura tradicional extremeña ves muchas similitudes. No ha cambiado mucho. Eso es lo interesante.
Son materiales fáciles de conseguir y muy ligados a la autoconstrucción, de cuando ni se pedía proyecto a un arquitecto
–¿Y se sigue usando?
—La arquitectura de tierra es algo que se ha utilizado en todo el mundo, en todos los contextos y en todas las épocas. Actualmente, el 50% de la población mundial sigue viviendo en casas hechas de tierra. Los pueblos de Extremadura se levantaron también. Lo que ocurre es que con los revestimientos no se ven. Son materiales fáciles de conseguir, económicos y muy vinculados a la autoconstrucción. Hablamos de una época en la que no se pedía un proyecto a un arquitecto, sino que cada familia hacía su propia casa.
–¿Por qué han permanecido?
–Hay unas fórmulas de trabajo que permite levantar desde un chozo hasta un palacio como la Alhambra de Granada. Pero es que una casa o un corral de cualquier pueblo también se levanta igual.
–¿Qué elemento singular destaca en Extremadura?
–La bóveda extremeña es el elemento más singular. Es muy famosa fuera de Extremadura y la gente aquí no lo sabe. Es ésa que todos hemos visto alguna vez. La que arranca desde los cuatros rincones. Se estudia en los libros de historia de todo el mundo, pero en Extremadura no se tiene en consideración. Como lo tenemos muy presente, no lo vemos, pero es algo muy singular. El problema es que se está empezando a perder ahora. Los referentes que se estudian en el Mediterráneo de bóvedas son Egipto, Estambul, Italia y Extremadura.
–¿Se sabe su origen?
–El origen es algo que estamos estudiando. No sabemos cuándo empezó a construirse, pero sí que se está perdiendo. Hasta hace cincuenta años se hacían muchas. Quizás porque hay menos gente que sepa hacerlas. Y también quien piensa que es compleja, cara y menos resistente. Y todo lo contrario. Es mucho más fácil de hacer que cualquier cubierta. No necesitas madera. Y son muy resistentes.
–¿Qué referentes de arquitectura de tierra podemos destacar?
–En Extremadura los más famosos son Casas de Turuñuelo y Cancho Roano. Tienen 2.500 años y son los edificios de tierra mejor conservado de todo el Mediterráneo occidental
–¿Por qué se conservaron ?
–En ambos casos vemos que se quemó el interior y la tierra quedó mucho más dura. Y los habitantes lo enterraron cuando se fueron. Se generó en ambos casos una cápsula. Y a eso le añades que tampoco se levantó nada encima.
–¿Cómo influyó la romanización?
–Hizo que se construyera con ladrillo y la piedra. Antes de Roma, se construía con lo que había cerca. No se exportaban materiales.
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