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Los bares de Mérida piden demorar la nueva Ley de Accesibilidad para las terrazas

Los bares de Mérida piden demorar la nueva Ley de Accesibilidad para las terrazas

Los empresarios prefieren no invertir en cerramientos de invierno que quizás tengan que levantar en pocos meses

Antonio Gilgado

Badajoz

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Martes, 24 de noviembre 2020, 06:51

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Los bares se preparan proteger las terrazas del frío. Los empresarios quieren saber qué estructuras podrán montar, los elementos que les permiten poner y la ubicación exacta del espacio a ocupar.

También las posibilidades de adaptarse al cambio de aforos tanto en el interior como en el exterior.

Carlos Castaño es uno de los directivos de la Federación Empresarial de Mérida y Comarca, una agrupación vinculada a la Creex que ha ido recogiendo en las últimas semanas la situación que atraviesan los negocios de la ciudad. «Yo en mi empresa tengo 18 trabajadores y 12 están en el ERTE. Ésa es la tónica general, subsistir, pero resulta complicado».

En Mérida, explica, se trabaja bien los viernes y sábados, pero el resto de semana apenas hay público, por eso hay quien opta por abrir solo el fin de semana para no acumular pérdidas o por el cierre temporal hasta que se levanten los límites de horario y de espacio.

Servir en invierno, explica el empresario, pasa por la acogida de las terrazas de la calle, pero a estas alturas del año ven demasiadas incertidumbres.

La patronal cree que las separaciones laterales y las distancias harán inviable muchas de los instalaciones actuales

Mérida ha empezado a aplicar Ley de Accesibilidad, una norma que según los empresarios limita mucho las infraestructuras portátiles en el exterior. Lo ven como una reconversión que llega en el peor momento. «Entendemos que la accesibilidad es necesaria y prioritaria, pero no es el momento, se puede prorrogar hasta que salgamos de la crisis sanitaria porque nos pondrá más dificultades a las que ya soportamos».

Reconocen que han encontrado receptivos a los concejales del Ayuntamiento en las reuniones que han participado para tratar el tema, pero son conscientes de que con la norma en la mano poco pueden hacer.

Se trata de legislación nacional que deben aplicar todos los municipios. «Si ha estado varios años sin aplicarse, puede esperar un poco más por la situación extraordinaria, pero eso solo lo puede decidir el mismo legislador que la aprobó».

La recomendación a sus compañeros de sector es que antes de invertir en cerramientos de invierno tengan en cuentan los límites de la nueva norma porque puede que nunca la amorticen.

Los empresarios de Mérida han estado representados en las reuniones que la Creex ha organizado a tres bandas con la Junta, Delegación del Gobierno y Federación de Municipios y Provincias para alumbrar en pocos días una guía sobre lo qué se puede poner y cómo instalar en cada caso para afrontar la temporada de invierno con garantías y sin temor a sanciones.

«Si tenemos en cuenta que ya trabajamos con menos horario y menos espacio ahora no se deben abrir más incertidumbres».

Una de la limitaciones pasa por separaciones laterales de 1,8 metros y espacios libres en la ocupación de la calle para el tránsito seguro.

Según Carlos Castaño, de empezar a aplicarse ahora, muchas de las que funcionan en estos momentos en la ciudad tendrían que cerrar.

La patronal local también ha planteado un plan de rescate que evite el cierre de más negocios.

Una especie de hibernación que les libre de la clausura definitiva. «El que cierra ya no vuelve a abrir. Mérida está dimensionado para un turismo que ahora no viene y este problema no es por una mala gestión nuestra, sino por algo impuesto».

La Federación Empresarial de Mérida y Comarca también se defiende de los que estigmatizan la hostelería como foco de contagios porque los datos desmienten esta tendencia. La economía familiar de muchos trabajadores que siguen en ERTE cobrando un 30% menos del sueldo depende de cómo evolucionen los próximos meses de invierno.

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