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El alcalde Osuna, acompañado de Carmen Yáñez, conversa con el jefe de obra del María Luisa j.m. romero

El alcalde de Mérida lamenta que la Junta no ponga dinero para el teatro María Luisa

El Ayuntamiento asume que no habrá un consorcio como Badajoz o Cáceres y sacará a licitación la gestión

Antonio Gilgado

Mérida

Miércoles, 19 de enero 2022, 21:03

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Y con ustedes el María Luisa. Dos décadas cerrado, tres años de obras y más de seis millones de euros encima para un amplio escenario rodeado por quinientas butacas en varias alturas. Cuatro millones ha puesto el Ayuntamiento y dos el Ministerio de Cultura.

El alcalde Osuna hizo este miércoles de guía. Invitó a conocer por dentro el espacio escénico más moderno de la región y uno de los punteros nacionales. Lo ve como una golosina para las productoras de grandes montajes. Los nostálgicos recuerdan un auditorio en herradura para butacas y un escenario discreto. Retranqueado hacia atrás.

Durante su última etapa fue más cine que teatro y la escena se escondió. Lo que emerge ahora se parece poco a los que muchos llamaban el Cine María Luisa. Renace por dentro un amplio escenario. Con mucho fondo y extenso. Muy grande.

Se mete dentro en el patio de butacas. Los espectadores escucharán el resuello de los actores. Más de la mitad de la nueva construcción que se hecho en el interior lo ocupa la caja escénica.

Respeta la forma de herradura. Hay visibilidad desde cualquier punto. En la última azotea se ve un plano en picado.

Cinco alturas tiene el edificio. Bajo el patio de butacas los camerinos. Todos climatizados y con duchas. También una sala de ensayo. En semicírculo y recubierta de madera con pequeñas gradas. Puede servir para presentaciones o ruedas de prensa. Se ha puesto fondo al escenario para que tenga una tramoya en la que mover maquinaria con holgura.

Y en los laterales escaleras en caracol salpicadas de terrazas. Una con vistas a la calle Almendralejo y otra para la esquina del Cervantes. No le falta tampoco su ambigú. Discreto, pero igualmente con buenas vistas.

Salivaban este miércoles los carnavaleros con la acústica. El alcalde, que canta en El Falla, lo dijo varias veces. «Casi no hace falta micrófono». El edificio se ensancha por fuera por las obras en el exterior. Se podrá entrar por la torre Albarrana –que recupera una plaza cegada– y por la calle Almendralejo cuando se tiré la nave que hay junto al bar de la esquina. El Consorcio excavará los restos de una construcción hidráulica que han hallado al tirar una pared. El Ayuntamiento espera levantar el telón en junio o julio. Ahora toca pensar en la siguiente fase. En darle contenido al continente. Y en esta parte el alcalde no escondió su malestar porque la Junta haya incumplido su compromiso.

En la última reunión del Estatuto de Capitalidad, recordó, se comprometió a poner algo de dinero. Bien en la obra o para la gestión posterior. Como no ayudó en la obra, los planes del Consistorio pasaban porque entrase en un consorcio similar al que tiene el López de Ayala de Badajoz o el Gran Teatro de Cáceres. Pero la consejera de Cultura ya ha trasladado al Ayuntamiento que no hay ni para lo uno ni para lo otro. «Trabajaremos teniendo claro que somos los únicos que estamos poniendo recursos aquí». Molesto y directo fue ayer Osuna. No tiene sentido, dijo, que un equipamiento de seis millones de euros espere a un cambio de parecer de la consejera o a los presupuestos de la Junta de 2023 o de 2024. Por eso ha encargado a los servicios jurídicos que trabajen sobre dos opciones: una doble licitación que separe un concurso de gestión y otro de programación, o una conjunta. Que una empresa la que se encargue de todo. «No tiene sentido inaugurarlo en pocas semanas y luego cerrarlo sin fecha. La idea es abrirlo en verano con una programación».

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