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Boris Johnson saluda a la reina Isabel II. Foto: AFP / Vídeo: ATLAS

Boris Johnson forma un Gabinete para el 'brexit' rápido o unas elecciones

El nuevo primer ministro británico reúne a las figuras de la campaña por la marcha tras una gran purga de ministros de May

Iñigo Gurruchaga

Corresponsal en Londres (Reino Unido)

Miércoles, 24 de julio 2019, 16:54

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El primer ministro britanico, Boris Johnson, ha reunido en la cima del nuevo Gabinete a políticos conservadores partidarios del 'brexit' y ha restaurado la complicidad de los artífices de la campaña vencedora en el referéndum de 2016 tras una purga de ministros de su predecesora, Theresa May, que sorprendió por sus consecuencias en un grupo parlamentario que no le garantiza una mayoría estable.

Hay excepciones en el nombramiento de 'brexiters' puros y la principal es que el hasta ahora responsable de Interior, Sajid Javid, se hará cargo del Ministerio de Hacienda. Es multimillonario tras décadas de empleo lucrativo en la banca privada que votó por la permanencia y se amoldó inmediatamente a la victoria del 'out'. Como Johnson, se ha mostrado partidario de un estímulo fiscal para financiar inversiones en infraestructuras o vivienda.

Dominic Raab será ministro de Exteriores y Priti Pattel de Interior. Son 'brexiters' sin tacha, conservadores de la escuela 'thatcherista' que tuvieron fallidas carrera ministeriales con May y comparten con Javid el ser hijos de inmigrantes. Michael Gove, que con Johnson lideró la campaña 'Voto por la Marcha' para alejarse después entre acusaciones recíprocas de incompetencia (Gove a Johnson) o traición (Johnson a Gove), será responsable de la coordinación del Gabinete y el alto funcionariado.

El nuevo Gobierno nació en el ritual conocido cuando hay un cambio en la jefatura. Theresa May había recibido el agasajo de sus correligionarios y el reconocimiento de sus rivales en la sesión semanal de preguntas a la primera ministra y marchó después al Palacio de Buckingham para comunicarle su renuncia a la reina Isabel II. Johnson fue conducido a palacio poco después- teniendo que sortear una protesta de miembros de Greenpeace- para recibir el asentimiento de la monarca y dirigirse a Downing Street.

En su breve discurso antes de entrar la residencia del jefe de Gobierno, Johnson sorprendió por la amplitud y precisión de sus promesas. Con respecto al 'brexit' confirmó su convicción de que podrá mejorar el Acuerdo de Retirada negociado por su predecesora, preservando los derechos de residentes y eliminando la «anti democrática» salvaguarda irlandesa, pactando con Dublín y Bruselas sobre la base de que su Gobierno «rechaza crear esos controles fronterizos en cualquier circunstancia».

Salvaguarda electoral

La salida de de la Unión Europea (UE) se producirá el 31 de octubre, pero si se da la 'remota' posibilidad de que no haya un acuerdo de libre comercio y 'mutuo apoyo' entre la Unión y Reino Unido- «para establecer una nueva relación tan cálida, estrecha y afectuosa como sea posible»-, la marcha abrupta será «engrasada» con los 45.000 millones de euros que Londres se compromete a pagar si hay acuerdo.

Justificó la aceleración de las preparaciones para la marcha sin acuerdo porque son en cualquier caso necesarias. «En un momento de nuestro cercano futuro, tendremos que estar preparados para salir de la unión aduanera de la UE y del control regulatorio», dijo, en una formulación que sugiere el valor que el nuevo primer ministro da al periodo de transición.

Johnson prometió inmediatas inversiones en el servicio público de salud y 20.000 policías más, un plan para evitar que la asistencia social a la tercera edad sea costeada con el capital de las viviendas de los afectados, aumento del gasto en educación primaria y secundaria, 'fantásticas infraestucturas' de transporte, reforma fiscal para premiar la inversión en capital e investigación, legislación de protección de los animales,...

Prometió en suma, el 'brexit' en 99 días y un aumento notable del gasto público para equilibrar la economía del país. «Los pesimistas se equivocan», dijo, reiterando su afán de inyectar nueva energía en el país. Es también un programa electoral, en caso de que el primer ministro no logre salvar los obstáculos de las próximas semanas con una mayoría inexistente en el Parlamento para la marcha sin acuerdo y quizás también para un Acuerdo de Retirada que solo haya sido levemente modificado.

El compromiso con la marcha se cristaliza con sus nombramientos para su entorno más próximo. El diplomático David Frost, con larga experiencia en cuestiones europeas y su asesor durante su tiempo como ministro de Exteriores, será el negociador con Bruselas. Es calificado por 'brexiters' como un diplomático que entiende los argumentos del euroescepticismo. Su equipo de comunicación trabajó en la campaña del referéndum por el 'out'.

Y sitúa en el corazón de su oficina a Dominic Cummings, principal estratega de aquella campaña, pero también un exasesor de Michael Gove cuando fue ministro de Educación que causó graves tensiones con el alto funcionariado. Es un estudioso de los procesos de toma de decisiones y, además de inspirar ideas originales sobre la estrategia del 'brexit', perseguirá la eficacia en la acción colectiva del Gobierno trabajando de nuevo con Gove.

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