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Inmigrantes buscan huecos para cruzar la frontera hasta Hungría.
Hungría empieza a rechazar a los refugiados que llegan de Serbia

Hungría empieza a rechazar a los refugiados que llegan de Serbia

Austria envía al Ejército a la frontera para ayudar en los controles mientras Alemania introdujo anoche controles en su frontera con Austria y suspendió temporalmente el tránsito de trenes

AGENCIAS

Lunes, 14 de septiembre 2015, 09:41

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La policía húngara ha comenzado a impedir la entrada de refugiados a través de su frontera sur con Serbia, donde estaba cerrando el último hueco que quedaba en la valla alambrada que separa ambos países. Cerca de la localidad de Röszke, la policía ha colocado una barrera humana con unos 25 agentes que cerraban el paso a los refugiados que iban llegando desde el país vecino. Un oficial en la zona ha confirmado que a partir de ahora ya no se permitirá la entrada de ningún refugiado a Hungría.

Varios grupos de inmigrantes fueron parados por los agentes y enviados de vuelta al lado serbio de la frontera, donde se retiraron hacia una zona boscosa cercana, visiblemente desilusionados y resignados. Preguntados desde el lado húngara de la frontera, algunos refugiado dijeron que la valla no les parará. "Vamos a seguir la valla hasta encontrar otro hueco", gritó uno de ellos, mientras que otro decía: "Esto no me va a parar. He cruzado el mar para llegar hasta aquí".

A continuación se podía ver cómo cientos de refugiados iban caminando de forma paralela a la valla, con el aparente objetivo de encontrar una nueva entrada hacia Hungría. Según la televisión pública M1, la policía informó a los refugiados de que deben ir caminando un kilómetro más hasta una entrada oficial, donde podrán pedir asilo si así lo desean. Eso afectaría solo a los refugiados sirios, indicaron fuentes de la policía húngara.

Nuevas restricciones

En el país centroeuropeo entra en vigor esta noche una nueva y restrictiva ley de inmigración, que declara como delito el cruce ilegal de sus fronteras. En caso de ser detenidos, los inmigrantes podrían ser condenados a tres años de cárcel o expulsados del país. Pocos minutos antes, la policía húngara había comenzado con el cierre del último hueco en la valla alambrada y por donde pasan las vías del tren que unen Serbia y Hungría. El hueco tiene unos 25 metros de ancho y será cerrado con una especie de portón que abrirá solo cuando tenga que pasar un tren.

Hasta este mediodía habían entrado en Hungría unos 2.000 personas, según datos de la agencia de refugiados de la ONU, ACNUR. Decenas de policías y militares se encuentran en lo que las autoridades han calificado como "zona de operaciones", en la que hoy también había policía montada, que vigila el portón improvisado para impedir que entren los refugiados en el país. Al menos un helicóptero estaba sobrevolando la región, mientras que numerosos camiones militares estaban en zona.

El centro de recepción de refugiados se encuentra a unos 600 metros de distancia, desde donde los inmigrantes eran transportados hoy en autobuses directamente hasta la frontera austríaca.

Los refugiados hacía largas colas para subirse a los vehículos que partían en cuestión de minutos rumbo al noroeste y oeste del país, hacia la frontera con Austria. Allí, habían llegado esta tarde ya unas 9.000 personas al paso fronterizo de Nickelsdorf y otras 10.000 al de Heiligenkreuz, más al sur, según fuentes de la policía austríaca.

Austria envía soldados a la frontera

Por su parte, Austria ha decidido enviar al Ejército a la frontera con Hungría para ayudar a la Policía en los controles fronterizos, ante la llegada masiva de refugiados de Oriente Medio. El canciller federal austríaco, Werner Faymann, ha destacado hoy ante la prensa en Viena que la misión de las fuerzas de seguridad, que comenzará en las próximas dos horas, será controlar a los refugiados pero también ofrecer ayuda humanitaria en caso de necesidad.

Unos 2.200 efectivos serán enviados a la zona cerca de la frontera para controlar a los refugiados y garantizar una entrada "ordenada" de las personas, agregó el vicecanciller austríaco Reinhold Mitterlehner. "Desordenado y de forma permanente, así no podemos seguir", ha aseverado Mitterlehner en referencia a la entrada de decenas de miles de refugiados procedentes de Hungría en los últimos diez días.

La situación en Austria y Alemania "ya no está bajo pleno control", ha advertido el vicejefe de Gobierno austríaco. "Por eso, debemos hacer algo, para no sobrecargar nuestras estructuras de ayuda y tampoco a la población local", agregó Mitterlehner, al destacar que los controles anunciados hoy se producen en el marco de las posibilidades legales del acuerdo de libre circulación en la Unión Europea (Schengen). Las cúpulas de los Gobierno de Austria y Alemania tienen previsto reunirse mañana para analizar la situación de los refugiados. La enorme mayoría de los refugiados de Oriente Medio quieren quedarse en Alemania, donde se esperan recibir asilo.

Alemania también toma medidas

Alemania introdujo anoche controles en su frontera con Austria y suspendió temporalmente el tránsito de trenes. "Los alemanes no han cerrado la frontera. Lo que existen son controles de frontera. Se trata de una señal de Alemania y Austria de que no podemos solucionar solos el problema del asilo. Necesitamos solidaridad europea", ha asegurado Faymann.

"Es necesario repartir a los refugiados dentro de la UE, pero gestionar este tema en detrimento de las personas que han huido y que han perdido todo", ha dicho el canciller. Asimismo, ha destacado que por el momento la normativa europea de Dublín, que prevé que los refugiados se queden en el país al que entraron en la UE, "sigue en vigor aunque no funciona bien". "También Hungría debe cumplir la leyes. Nosotros queremos terminar con Dublín y obtener una regla mejor", ha concluido Faymann.

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