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Detlev Günzel.
Alemania juzga a un policía acusado de descuartizar a un hombre

Alemania juzga a un policía acusado de descuartizar a un hombre

El fiscal sostiene que Günzel asesinó a su víctima y después la despedazó "para sentir excitación sexual"

COLPISA / AFP

Viernes, 22 de agosto 2014, 19:04

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El policía alemán acusado de descuartizar a un hombre que conoció a través de internet en una página dedicada al canibalismo se ha sentado por primera vez este viernes en el banquillo en el arranque de un juicio en Dresde que se prolongará hasta el mes de noviembre.

Según la fiscalía, Detlev Günzel, de 56 años y más de 30 como policía, mató a la víctima el pasado mes de noviembre en su propia casa y después la despedazó y la enterró en el jardín en Hartmannsdorf-Reichenau, un pueblo situado cerca de la frontera checa.

El fiscal ha asegurado en la primera audiencia que "mató y descuartizó" a la víctima "para sentir excitación sexual y volver a excitarse otra vez al ver el vídeo". Günzel podría ser condenado a 15 años de cárcel si se le declara culpable de asesinato y de "atentar contra la paz de los muertos".

Pulsiones suicidas

El policía había conocido un mes antes a Wojciech Stempniewicz, un consultor de 59 años de origen polaco, en una página internet que dice contar con 3.000 seguidores y se jacta de ser el "número uno de la carne exótica". no obstante, los investigadores no han podido demostrar que Günzel se haya comido partes de su víctima.

Un vídeo de 50 minutos, filmado por Günzel, calificado de "puro horror" por un investigador, será proyectado durante el juicio, que se prolongará por lo menos hasta noviembre. Las imágenes, según la prensa alemana, muestran a un hombre en calzoncillos cortando en pedazos a otro, que está desnudo, suspendido de un gancho, amordazado, las manos en la espalda. El fiscal ha descrito el vídeo sin ahorrarse detalles. En un momento, Günzel, empapado en sangre, comenta: "nunca me hubiera imaginado que llegaría a caer tan bajo".

En un primer momento, el acusado confesó que había llevado a su víctima al sótano y la había apuñalado en la garganta para matarla, pero después se retractó. Su abogado espera demostrar que Stempniewicz, suspendido por el cuello a una polea, jamás perdió el contacto con el suelo y "habría podido poner fin en todo momento a la estrangulación". Según la defensa, la víctima tenía pulsiones suicidas y utilizó el juego sadomasoquista para poner fin a su vida, antes de que Günzel lo despedazara con la ayuda de un cuchillo y de una sierra eléctrica. Wilhem ha explicado que su cliente, obsesionado por los acontecimientos, "es incapaz de matar a nadie" pese a sus fantasmas.

Un informe de la autopsia asegura que la víctima murió por asfixia. En Alemania, el asesinato puede conllevar cadena perpetua, pese a que los condenados no suelen pasar más de 15 años en la cárcel.

"Infancia protegida"

Günzel, un hombre de aspecto cuidado y con cabellos grisáceos cortados al cepillo, vestía una sudadera blanca con capucha y pantalón gris y dedicó una sonrisa socarrona a los fotógrafos que lo acribillaban con sus flashes. A la presidenta del tribunal, Birgit Wiegand, le dijo que no iba a hablar de los hechos pero le contó que tuvo una "infancia protegida".

En el momento de los hechos, Günzel mantenía una unión civil con un hombre, del que se separó después. Tiene dos hijos de un primer matrimonio y adoptó la hija de su expareja. "Mantengo relaciones estrechas con todos y me han visitado en la cárcel", ha manifestado.

Tanto la familia como los vecinos y los amigos se han declarado estupefactos por la doble vida del acusado. El propio Günzel llevó a los investigadores al lugar donde estaban enterrados los restos de la víctima, a la que le faltan los genitales, según la prensa local.

Su abogado está preocupado por la mala imagen que la prensa ha dado de su cliente, al que le compara con el 'caníbal de Rotenburgo', Armin Meiwes, que en 2001 castró, asesinó, evisceró y consumió partes de un berlinés de 43 años, por lo que fue condenado a cadena perpetua.

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