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El periodista saudí supuestamente asesinado, Yamal Khashoggi. Archivo
Se publica una nueva versión sobre la muerte del periodista Khashoggi

Se publica una nueva versión sobre la muerte del periodista Khashoggi

Uno de los agentes se vistió con la ropa del periodista, se puso sus gafas y su reloj y salió por la puerta de atrás del consulado para aparentar que salió con vida

agencias

Riad

Jueves, 1 de enero 1970

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Un agente del Gobierno de Arabia Saudí que ha hablado con Reuters bajo condición de anonimato ha proporcionado este domingo una nueva versión sobre la muerte del periodista Yamal Khashoggi en el consulado saudí de Estambul que contradice el relato oficial en puntos clave.

Según esta fuente, el Gobierno saudí ha puesto en marcha un programa para persuadir a los disidentes en el extranjero de que vuelvan a Riad para evitar así que sean reclutados por enemigos del reino árabe. Khashoggi, un conocido crítico de las autoridades saudíes que colaboraba con el 'Washington Post', era uno de los objetivos.

Al tratarse de un objetivo importante, ha contado la fuente, el 'número dos' de la Inteligencia saudí, Ahmed al Asiri, reunió a un equipo de 15 personas procedentes de la comunidad de Inteligencia y de las fuerzas de seguridad de Arabia Saudí para que viajaran a Estambul para convencer a Khashoggi.

De acuerdo con la fuente, Al Asiri pidió específicamente que entre estas 15 personas estuviera un agente dependiente del asesor principal para la Casa Real, Saud al Qahtani, porque había estado en contacto con Khashoggi durante la reciente visita del príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, a Londres.

Otra fuente ha confirmado a Al Arabiya que el asociado de Al Qahtani era Maher Mutreb, un coronel de la Inteligencia saudí muy cercano a Bin Salmán. El 'New York Times' le identificó como una de las personas que acompañaron al príncipe heredero en sus viajes a Estados Unidos, Francia y España, gracias a las fotografías realizadas durante las visitas.

El plan inicial, ha contado el agente gubernamental a Reuters, era reunirse con Khashoggi en el consulado y convencerle de que regresara a Arabia Saudí. Si oponía resistencia, le trasladarían a una 'casa segura' a las afueras de Estambul por «un tiempo» hasta tener éxito. De no conseguirlo, lo liberarían y pasarían a otro objetivo.

Las cosas no salieron como estaba previsto.

Khashoggi acudió el 2 de octubre a la oficina consular para tramitar los papeles para poder casarse. Su prometida, Hatice Cengiz, no pudo pasar y se quedó fuera con los dos móviles del periodista e instrucciones de que, si en una hora no tenía noticias suyas, diera aviso a un asesor del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

El equipo saudí interceptó a Khashoggi en el interior del consulado para llevar a cabo la maniobra de persuasión, pero el periodista rechazó firmemente la propuesta de los agentes saudíes. «¿Qué estáis haciendo conmigo? ¿Pretendéis secuestrarme?», espetó a Mutreb, tal y como ha relatado dicha fuente a Reuters.

Los agentes amenazaron, efectivamente, con drogarle y secuestrarle. «Sí, te drogaremos y secuestraremos», le contestó Mutreb. Khashoggi respondió airado, elevando el tono para que se le pudiera escuchar más allá de la habitación donde le retenían, lo que hizo que los agentes entraran en pánico.

Para evitar que Khashoggi les descubriera ante las demás personas del consulado -desde empleados a visitantes- le ataron el cuello y le taparon la boca. «Intentaban evitar que gritara pero murió», ha revelado la fuente. «La intención no era matarle», pero «si pones a alguien de la edad de Khashoggi en esa posición probablemente morirá», ha apostillado.

Ilusión óptica

El equipo, asustado por la muerte de Khashoggi, siempre según la versión de esta fuente gubernamental, ideó un plan para encubrirla. Por ello. enrollaron el cadáver en una alfombra y lo sacaron de las instalaciones con un coche del consulado para entregárselo a un «colaborador local» que se deshizo del cuerpo.

Al mismo tiempo, uno de los agentes, Mustafá Madani, se vistió con la ropa de Khashoggi, se puso sus gafas y su reloj -un Apple Watch que ha resultado ser clave en la investigación de las autoridades turcas-, y se fue del consulado por la puerta de atrás para aparentar que el periodista salió con vida.

A continuación, el equipo redactó un informe falso sobre lo sucedido diciendo que habían permitido a Khashoggi abandonar el consulado porque había amenazado con implicar a Turquía. Apenas un día después, los 15 agentes volaban rumbo a Riad, una partida temprana que también justificaron en su informe, ha indicado la fuente.

Versión 1

Esta versión difiere de la que el fiscal general de Arabia Saudí ofreció el sábado en un comunicado difundido por la agencia de noticias oficial SPA. Según el Ministerio Público, hubo una «discusión» entre Khashoggi y los agentes saudíes que «derivó en una pelea a puñetazos que se saldó con su muerte (...) y el intento de encubrir lo que había pasado».

El encubrimiento, sostiene el fiscal general, vino a través de dicho informe. En él indicaron que Khashoggi «había abandonado a salvo» el consulado.

Tras las primeras informaciones acerca de la desaparición y probable muerte de Khashoggi, las autoridades saudíes iniciaron una investigación, explicó. Ya hay 18 saudíes detenidos cuyas identidades no han trascendido. Las pesquisas continúan, subrayó el fiscal general.

La nota oficial recogida por SPA no explica qué hacían estos 15 agentes saudíes en Turquía ni por qué interceptaron e interpelaron a Khashoggi, aunque fuentes citadas por Al Arabiya ya avanzaron el mismo sábado que intentaban que volviera a Riad.

La segunda versión surgida este domingo tampoco explica por qué entre los 15 integrantes de la misión saudí había un forense si el objetivo era solo convencer.

Intervención real

El caso Khashoggi ha dinamitado el capital político que Bin Salmán había conseguido por su impulso a unas reformas políticas, económicas y sociales ampliamente esperadas por la comunidad internacional.

Desde su ascenso en la línea sucesoria, Bin Salmán ha gobernado 'de facto' Arabia Saudí, por lo que gobiernos y otros actores internacionales cuestionan que no estuviera al tanto de la operación Khashoggi.

De momento, los países del Golfo -estrechos aliados de Arabia Saudí- han arropado a Riad ante la tormenta internacional que se le viene encima. Omán, se ha sumado este domingo a sus socios de Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Yemen y Egipto, subrayando «la importancia de permitir que la Justicia siga su curso».

En cambio, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha reclamado «una investigación transparente» y ha exigido que haya «rendición de cuentas». Francia y Alemania han considerado incompletas las explicaciones de la Fiscalía saudí y Reino Unido se ha declarado a la expectativa.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que había evitado cargar contra Arabia Saudí -un importante socio en Oriente Próximo- ha admitido que «no está satisfecho» con las explicaciones de Riad.

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