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Desmadre de conspiraciones en la corte de Johnson

Desmadre de conspiraciones en la corte de Johnson

La dimisión de su poderoso director de comunicaciones se achaca al menos a tres motivos

Iñigo Gurruchaga

Londres

Jueves, 12 de noviembre 2020, 12:54

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El director de comunicaciones del Gobierno británico, Lee Cain, dimitió en la noche del miércoles como consecuencia de una disputa entre los ayudantes de Boris Johnson por la influencia en la dirección política del primer ministro. Cain, que ha mantenido una relación estrecha con Johnson en los últimos años, había recibido la oferta de ser su jefe de Gabinete.

Los medios británicos interpretan que la marcha de Cain es la consecuencia de la derrota de su facción, liderada por el principal asesor de Johnson, Dominic Cummings, en una batalla contra ministros del Gobierno y miembros del grupo parlamentario conservador, descontentos con el funcionamiento de la oficina del primer ministro durante la pandemia y su autoritarismo en la gestión interna.

Los hechos más destacados en la trayectoria de Cain como director de comunicación han sido sus órdenes a los ministros, antes de que llegase la epidemia, para que no acudiesen a programas de la BBC y de otras televisiones que él considera sesgados. Su carrera previa incluyó la de ser periodista político del 'Daily Mirror', un diario prolaborista. Disfrazado como un pollo, acosó a candidatos conservadores en las elecciones de 2015, en la típica estratagema de la prensa popular británica.

Cain colaboró con Cummings en la campaña por la marcha de la Unión Europea en el referéndum de 2016. Se reunieron de nuevo en 2019, cuando Johnson se convirtió en primer ministro. Habrían construido una alianza estrecha en el corazón del Gobierno, resentida entre conservadores tradicionales porque ni Cain ni Cummings han sido nunca miembros del partido.

La especulación sobre una derrota catastrófica de la facción del Gobierno más partidaria de la marcha de la UE incluía a altas horas de la noche las posibles dimisiones del propio Cummings y del negociador británico con la Unión Europea, sir David Frost. Se ofrecía como contexto la necesidad de Johnson de adaptarse a la victoria de Joe Biden, que habría debilitado la potencia del 'brexit' cuando Londres ha de decidir muy pronto si firma o no firma un acuerdo.

Endogamias

Pero no ha habido por el momento más dimisiones que la de Lee Cain, que dejará su puesto en el nuevo año. Su mensaje de despedida a Johnson incluye el reconocimiento de que el primer ministro le había ofrecido la jefatura de su aparato administrativo. La comedia en la cima del Gobierno adjudica un papel también a la pareja del primer ministro, Carrie Symonds, a quien se presenta como opuesta al ascenso de Cain.

Una versión más modesta de lo ocurrido es que Cain aconsejó a Johnson que nombrase a un portavoz del Gobierno para comparecer en diarias ruedas de prensa, al estilo de la Casa Blanca. El primer ministro eligió a una experiodista de la BBC, Allegra Stratton, rechazando a la candidata preferida de Cain. Para compensar el malestar de Cummings y Cain por su pérdida de poder, Johnson ascendió a este a la posición de colaborador más íntimo. Pero poderes diversos se rebelaron.

La última de las versiones de los hechos, todas ellas compatibles de haberse superpuesto en los últimos días, dice que Cain pudo tener alguna responsabilidad, hace quince días, en la filtración a la prensa de la intención del Gobierno de ordenar un segundo confinamiento. La autoría ha sido investigada tras la indignación de Johnson, que ofrece de nuevo, en un contexto delicado para el país, síntomas de gobernación desordenada.

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