La sala vibra de emoción cuando las mujeres súper maquilladas ajustan sus bikinis y se preparan para presumir por el escenario ante los jueces del certamen en Bangkok. Pero este no es el concurso de belleza típico de Tailandia: es una competición para el creciente número de culturistas que desafían las normas, donde el físico pálido se ha mantenido durante mucho tiempo como el estándar de la belleza. Roberto SCHMIDTLa sala vibra de emoción cuando las mujeres súper maquilladas ajustan sus bikinis y se preparan para presumir por el escenario ante los jueces del certamen en Bangkok. Pero este no es el concurso de belleza típico de Tailandia: es una competición para el creciente número de culturistas que desafían las normas, donde el físico pálido se ha mantenido durante mucho tiempo como el estándar de la belleza. Roberto SCHMIDTLa sala vibra de emoción cuando las mujeres súper maquilladas ajustan sus bikinis y se preparan para presumir por el escenario ante los jueces del certamen en Bangkok. Pero este no es el concurso de belleza típico de Tailandia: es una competición para el creciente número de culturistas que desafían las normas, donde el físico pálido se ha mantenido durante mucho tiempo como el estándar de la belleza. Roberto SCHMIDTLa sala vibra de emoción cuando las mujeres súper maquilladas ajustan sus bikinis y se preparan para presumir por el escenario ante los jueces del certamen en Bangkok. Pero este no es el concurso de belleza típico de Tailandia: es una competición para el creciente número de culturistas que desafían las normas, donde el físico pálido se ha mantenido durante mucho tiempo como el estándar de la belleza. Roberto SCHMIDTLa sala vibra de emoción cuando las mujeres súper maquilladas ajustan sus bikinis y se preparan para presumir por el escenario ante los jueces del certamen en Bangkok. Pero este no es el concurso de belleza típico de Tailandia: es una competición para el creciente número de culturistas que desafían las normas, donde el físico pálido se ha mantenido durante mucho tiempo como el estándar de la belleza. Roberto SCHMIDTLa sala vibra de emoción cuando las mujeres súper maquilladas ajustan sus bikinis y se preparan para presumir por el escenario ante los jueces del certamen en Bangkok. Pero este no es el concurso de belleza típico de Tailandia: es una competición para el creciente número de culturistas que desafían las normas, donde el físico pálido se ha mantenido durante mucho tiempo como el estándar de la belleza. Roberto SCHMIDTLa sala vibra de emoción cuando las mujeres súper maquilladas ajustan sus bikinis y se preparan para presumir por el escenario ante los jueces del certamen en Bangkok. Pero este no es el concurso de belleza típico de Tailandia: es una competición para el creciente número de culturistas que desafían las normas, donde el físico pálido se ha mantenido durante mucho tiempo como el estándar de la belleza. Roberto SCHMIDTLa sala vibra de emoción cuando las mujeres súper maquilladas ajustan sus bikinis y se preparan para presumir por el escenario ante los jueces del certamen en Bangkok. Pero este no es el concurso de belleza típico de Tailandia: es una competición para el creciente número de culturistas que desafían las normas, donde el físico pálido se ha mantenido durante mucho tiempo como el estándar de la belleza. Roberto SCHMIDTLa sala vibra de emoción cuando las mujeres súper maquilladas ajustan sus bikinis y se preparan para presumir por el escenario ante los jueces del certamen en Bangkok. Pero este no es el concurso de belleza típico de Tailandia: es una competición para el creciente número de culturistas que desafían las normas, donde el físico pálido se ha mantenido durante mucho tiempo como el estándar de la belleza. Roberto SCHMIDTLa sala vibra de emoción cuando las mujeres súper maquilladas ajustan sus bikinis y se preparan para presumir por el escenario ante los jueces del certamen en Bangkok. Pero este no es el concurso de belleza típico de Tailandia: es una competición para el creciente número de culturistas que desafían las normas, donde el físico pálido se ha mantenido durante mucho tiempo como el estándar de la belleza. Roberto SCHMIDTLa sala vibra de emoción cuando las mujeres súper maquilladas ajustan sus bikinis y se preparan para presumir por el escenario ante los jueces del certamen en Bangkok. Pero este no es el concurso de belleza típico de Tailandia: es una competición para el creciente número de culturistas que desafían las normas, donde el físico pálido se ha mantenido durante mucho tiempo como el estándar de la belleza. Roberto SCHMIDT
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