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China rinde homenaje a los fallecidos por el virus. EFE

China homenajea a sus muertos

El país para durante tres minutos, hace sonar las sirenas antiaéreas y pone medios de comunicación y aplicaciones móviles en blanco y negro

zigor aldama

Corresponsal en Pekín

Sábado, 4 de abril 2020

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A las diez de la mañana de este sábado, China hizo una pausa de tres minutos para recordar a las 3.326 víctimas mortales oficiales del coronavirus. Con todas las banderas del país a media asta, el transporte público paró en seco y la población abandonó sus quehaceres con gesto sombrío, mientras las sirenas antiaéreas llenaron el silencio con un atronador aullido de dolor. Algunos vehículos se sumaron al estruendo con sus cláxones, e incluso los convoyes del metro, parados en las estaciones, hicieron sonar sus bocinas. En el interior de los vagones, muchos pasajeros se levantaron de los asientos y recordaron a los muertos en la pandemia del Covid-19 con la cabeza gacha.

«Leí ayer que el país había declarado un día de luto oficial y creo que es muy buena idea que honremos a quienes han fallecido por el virus. Mi recuerdo va tanto por los ciudadanos chinos como por los que están sufriendo en el resto del mundo», comentó a este diario Pang Liaofei, una joven de Shanghái que ha guardado silencio en la estación de Hongkou.

A otros, en la calle, el estruendo les cogió por sorpresa. «La verdad es que no sabía qué estaba sucediendo. Al principio he pensado que se trataba del simulacro anual, pero luego me han explicado lo que sucedía y he decidido quedarme de pie en la acera», contó Xu Ming, un hombre de 63 años que paseaba por el parque de Lu Xun.

En Pekín, la plana mayor del Partido Comunista también rindió homenaje a las víctimas en el complejo gubernamental de Zhongnanhai. El presidente, Xi Jinping, ataviado con traje oscuro y con un crisantemo blanco prendido en la solapa, guardó silencio cabizbajo acompañado por dirigentes como el primer ministro, Li Keqiang. Por su parte, en Wuhan, epicentro de la pandemia, decenas de autoridades y sanitarios hicieron una reverencia frente a una fila de coronas de flores en el centro de la capital de Hubei.

Las ceremonias coincidieron con el primer día de la celebración del festival de Qingming, equivalente a Todos los Santos, en el que la tradición manda que se visiten las tumbas de los muertos. La mayoría limpia lápidas y nichos y, aunque el país es ateo y lucha contra la superstición, los familiares queman dinero y objetos que servirán a sus seres queridos en el más allá.

Restricción en cementerios

En esta ocasión, sin embargo, los ciudadanos de Wuhan no podrán hacerlo, y en el resto del país solo se permitirá el acceso a los cementerios previo registro y con aforo limitado. Los actos en los que se congreguen multitudes permanecen prohibidos para evitar una segunda ola de contagios.

Este sábado también quedaron canceladas todas las actividades de ocio y tanto los medios de comunicación como las aplicaciones para móviles de China se publicaron en blanco y negro. Programas tan populares como los de las plataformas Alipay y Taobao, además, incluyeron fotografías de velas encendidas para conmemorar a los fallecidos. No obstante, muchos consideran que el acto de este sábado se puede entender también como un punto de inflexión que marca el inicio del retorno a la normalidad. «Wuhan reabrirá la semana que viene y la mayoría de las empresas ya están produciendo. Creo que podemos decir que China ha vencido al virus y que hoy es el primer día de una nueva etapa», comentó esperanzada Xiao Lu, cajera de un pequeño restaurante que aún está muy lejos de servir a tanta gente como antes de la epidemia.

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