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Los «abuelos» del surf en Brasil, en la cresta de la vida con más de 50 años

Un grupo de mayores de 50 años práctica surf durante una clase que imparte «Escuela Radical», en Santos (Brasil). Con el espíritu aloha por bandera han encontrado en el surf una «nueva forma de vida» que, en algunos casos, se ha convertido en la vacuna perfecta contra los prejuicios de la vejez, la soledad y hasta la depresión.

Miércoles, 23 de enero 2019, 20:31

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Un grupo de mayores de 50 años práctica surf durante una clase que imparte «Escuela Radical», en Santos (Brasil). Con el espíritu aloha por bandera han encontrado en el surf una «nueva forma de vida» que, en algunos casos, se ha convertido en la vacuna perfecta contra los prejuicios de la vejez, la soledad y hasta la depresión.

Fernando Bizerra Jr
Un grupo de mayores de 50 años práctica surf durante una clase que imparte «Escuela Radical», en Santos (Brasil). Con el espíritu aloha por bandera han encontrado en el surf una «nueva forma de vida» que, en algunos casos, se ha convertido en la vacuna perfecta contra los prejuicios de la vejez, la soledad y hasta la depresión.
Un grupo de mayores de 50 años práctica surf durante una clase que imparte «Escuela Radical», en Santos (Brasil). Con el espíritu aloha por bandera han encontrado en el surf una «nueva forma de vida» que, en algunos casos, se ha convertido en la vacuna perfecta contra los prejuicios de la vejez, la soledad y hasta la depresión.

Un grupo de mayores de 50 años práctica surf durante una clase que imparte «Escuela Radical», en Santos (Brasil). Con el espíritu aloha por bandera han encontrado en el surf una «nueva forma de vida» que, en algunos casos, se ha convertido en la vacuna perfecta contra los prejuicios de la vejez, la soledad y hasta la depresión.

Fernando Bizerra Jr
Un grupo de mayores de 50 años práctica surf durante una clase que imparte «Escuela Radical», en Santos (Brasil). Con el espíritu aloha por bandera han encontrado en el surf una «nueva forma de vida» que, en algunos casos, se ha convertido en la vacuna perfecta contra los prejuicios de la vejez, la soledad y hasta la depresión.
Un grupo de mayores de 50 años práctica surf durante una clase que imparte «Escuela Radical», en Santos (Brasil). Con el espíritu aloha por bandera han encontrado en el surf una «nueva forma de vida» que, en algunos casos, se ha convertido en la vacuna perfecta contra los prejuicios de la vejez, la soledad y hasta la depresión.

Un grupo de mayores de 50 años práctica surf durante una clase que imparte «Escuela Radical», en Santos (Brasil). Con el espíritu aloha por bandera han encontrado en el surf una «nueva forma de vida» que, en algunos casos, se ha convertido en la vacuna perfecta contra los prejuicios de la vejez, la soledad y hasta la depresión.

Fernando Bizerra Jr
Un grupo de mayores de 50 años práctica surf durante una clase que imparte «Escuela Radical», en Santos (Brasil). Con el espíritu aloha por bandera han encontrado en el surf una «nueva forma de vida» que, en algunos casos, se ha convertido en la vacuna perfecta contra los prejuicios de la vejez, la soledad y hasta la depresión.
Un grupo de mayores de 50 años práctica surf durante una clase que imparte «Escuela Radical», en Santos (Brasil). Con el espíritu aloha por bandera han encontrado en el surf una «nueva forma de vida» que, en algunos casos, se ha convertido en la vacuna perfecta contra los prejuicios de la vejez, la soledad y hasta la depresión.

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Fernando Bizerra Jr
Un grupo de mayores de 50 años práctica surf durante una clase que imparte «Escuela Radical», en Santos (Brasil). Con el espíritu aloha por bandera han encontrado en el surf una «nueva forma de vida» que, en algunos casos, se ha convertido en la vacuna perfecta contra los prejuicios de la vejez, la soledad y hasta la depresión.
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Un grupo de mayores de 50 años práctica surf durante una clase que imparte «Escuela Radical», en Santos (Brasil). Con el espíritu aloha por bandera han encontrado en el surf una «nueva forma de vida» que, en algunos casos, se ha convertido en la vacuna perfecta contra los prejuicios de la vejez, la soledad y hasta la depresión.

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