Borrar
Seis personas, dos de ellso guardias civiles, mueren al ser arrolladas por un camión en un control de tráfico en Sevilla
Fuera de la ficción. «Estoy casado con Marta Flich. Yo en la vida real defiendo el buen gusto». JESOM
«Siempre he querido que me declaren 'persona non grata'»

«Siempre he querido que me declaren 'persona non grata'»

Edu Galán Creador de la revista 'Mongolia' ·

«En este país nos indignamos mucho, pero luego no vamos al juzgado porque hemos quedado en el bar»

ARANTZA FURUNDARENA

Domingo, 13 de octubre 2019, 12:16

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Su pobre tía monja dejó este mundo con la pena de no haber podido redimir al descarriado Edu Galán, un socarrón asturiano de 39 años (con voz de 79) que se transforma en el enemigo público número uno en cuanto agarra el volante de 'Mongolia', revista satírica que reivindica el derecho a la grosería y el mal gusto dentro de la ficción.

- ¿Le ha servido de algo estudiar Psicología?

- No he ejercido nunca porque cuando me licencié sentía que yo no era nadie para reconducir a la gente desorientada.

- Usted es más de tocar las narices, ¿no?

- Ja, ja, ja... ¡Sin duda! Es mucho más terapéutico.

- Habría sido el 'coach de la cincha'.

- Hay que aceptar los cinturonazos que te da la vida. Asumir que peor habría sido nacer en Somalia.

- Me temo que le habrían cerrado la consulta.

- Yo siempre he aspirado a que me cierren las cosas, a que me declaren 'persona non grata' en mi tierra. El mayor favor que me han hecho siempre es decirme que no.

- ¡Cómprala antes de que la prohíban!, reza el eslogan de 'Mongolia'. Y así llevan ocho años.

- Somos una estafa. La idea perfecta de una revista satírica es que la cierren en el primer número. Echamos de menos que nos denuncie alguien que no sea Ortega Cano. Tampoco es mucho pedir...

- ¿Será que en España se encajan muy bien las críticas?

- No. Aquí la gente se indigna mucho pero no pasa a la acción. Por suerte somos muy vagos. En plan: «Yo te cerraría, pero he quedado con amigos en el bar». En Estados Unidos, como no hay tanto bar, cogen una metralleta.

- ¿Cómo va lo suyo con Ortega Cano?

- A la espera de lo que diga el Supremo. Si nuestros lectores no hubieran puesto la pasta, estaríamos muertos. Y eso que nosotros queremos ser incómodos hasta para nuestros lectores. A mí esto me reconcilia con el ser humano.

- ¿Es usted el típico buenazo que se transforma al volante?

- Exacto, yo me transformo en cuanto agarro el volante de la ficción. Soy republicano. Pero en mi vida personal no diría las cosas que digo en 'Mongolia' sobre el Rey. Lo bueno de la ficción es que nos permite hacer cosas aberrantes. Esos de izquierdas que dicen que hay que ser responsables en las ficciones me parecen de lo más reaccionarios.

- Pero usted insulta a personas reales.

- Yo no me metería con Elena de Borbón si no representara un poder. Pablo Iglesias cree que cuando te metes con él te metes con su persona. Y no.

- ¿Le ha enviado algún aviso la Casa Real?

- Ninguno, porque son inteligentes. Saben que si nos denuncian nos darían más publicidad.

- Ir por ahí disfrazado de imán... ¿Es una forma de suicidio?

- Espero que no, porque me encanta estar vivo. Pero siempre he pensado que todas las religiones son hediondas. Es mucho mejor vivir en la incertidumbre que aceptar verdades reveladas que te cuenta gente con gorro.

- En la vida real está casado con la economista Marta Flich.

- Ya digo que ahí defiendo el buen gusto. Ella me hace mejor persona. Nosotros nos escuchamos mucho.

- Pues dice Pérez Reverte que es usted «muy celoso y muy Manolo».

- Pérez Reverte ha sido testigo de nuestra boda y cuando me dice que mi mujer es maravillosa yo le sostengo la mirada, a él, un tipo que acojona a Chuck Norris, pero es solo para reírnos. Reverte es una de las personas más feministas, tolerantes e íntegras que he conocido.

- ¿No han llegado a las manos discutiendo de política?

- No, porque me mata a hostias, ja, ja, ja...

- ¿Quién es ahora mismo su bestia negra?

- Los Chicos del Maíz, el grupo favorito de Pablo Iglesias. En su último disco me meten en una canción a la altura de Rodrigo Rato. Los veo un poco desorientados, pero me ha hecho mucha ilusión.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios