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Nacho Palau.

Miguel Bosé y Nacho Palau, una ruptura por las malas

El escultor valenciano, compañero del cantante durante 26 años, emprende acciones legales«en defensa de sus intereses y los de sus hijos menores»

I. CUESTA

Jueves, 1 de enero 1970

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Al bueno de Miguel Bosé se le acumulan los problemas. No es solo que, después de pasar años velando por su intimidad cual guerrero japonés, se haya descubierto que llevaba casi treinta años compartiendo su vida con un escultor valenciano llamado Nacho Palau; es que, rota la relación, se anuncia una guerra sin cuartel. Eso es, al menos, lo que se desprende del comunicado que un bufete de abogados valenciano ha hecho público en las últimas horas.

«Tras la ruptura de la relación y convivencia mantenida de forma ininterrumpida con Miguel Bosé Dominguín durante más de 26 años, y como quiera que han fracasado las negociaciones previas que en su evitación se han venido desarrollando, Ignacio Palau Medina ha encargado a este despacho profesional la interposición de las acciones judiciales necesarias para la defensa y protección de sus intereses y, fundamentalmente, los de sus hijos menores», afirman los letrados, confirmando que la despedida del cantante y el escultor ha sido de todo menos pacífica.

Mientras se resuelve el problema, la prensa del corazón echa el resto tratando de localizar al hijo de Miguel Dominguín, que hace semanas cogió las maletas, y a dos de sus cuatro hijos, y se instaló en algún lugar de Ciudad de México, en donde los niños ya estarían acudiendo a un exclusivo colegio privado. No está claro si en el 'reparto' de los niños ha habido acuerdo; ni siquiera se sabe con seguridad quiénes de esos cuatro niños se han quedado en España y quiénes se han instalado al otro lado del Atlántico con su otro padre. Los gemelos Diego y Tadeo, que ya han cumplidos seis años, e Ivo y Telmo, que se llevan siete meses de diferencia con sus hermanos mayores, se encuentran ahora en medio de una disputa que tiene toda la pinta de convertirse en el culebrón otoñal del año.

Secreto bien guardado

Miguel e Ignacio, según se ha sabido en las últimas horas, se conocieron en Valencia hace ya tres décadas y llevaban 26 años juntos cuando se ha producido la ruptura. En este tiempo solo el círculo más íntimo de ambos conocía el romance. Ni una sola vez se vio al escultor, que lo dejó todo en su tierra para acompañar al cantante, junto a su compañero en un acto público. Fue hace unos días, cuando la periodista Carmen Rigalt anunció la separación, cuando la historia de amor de Miguel Bosé salió a la luz.

«La decisión fue difícil, pero no les quedó otra que repartirse a los críos. Dos para Miguel, dos para Nacho. Hoy los hermanitos se echan de menos, pero sus papás suplen esas carencias con largas sesiones de amor y Skype», ha asegurado la reportera. Y, por si todo esto no fuera suficiente para Bosé, Hacienda publicó en junio un listado con la identidad de algunos de sus morosos en el que aparecía su nombre.

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