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En el programa de Telecinco emuló a Robbie Williams. :: mediaset
El nieto de 'Elisa la del horno'

El nieto de 'Elisa la del horno'

El cura de 'La Voz' estuvo un año de misiones en Calcuta. Es un apasionado de Federico García Lorca, fan de Pablo Alborán y forofo sin estridencias del Real Madrid

YOLANDA VEIGA

Miércoles, 1 de abril 2015, 09:39

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La primera vez que se subió a un escenario le tuvieron que subir. Era un niño y acompañaba con las palmas a su abuela, 'Elisa la del horno', una cantante de flamenco que se hizo un nombre en Granada. La segunda vez cantó una saeta. Un millón de personas escuchando, entre ellas Benedicto XVI, que presidió la edición 26 de la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, en agosto de 2011. Aunque él es más partidario del Papa Francisco y su predicamento de la «iglesia de la periferia». Hoy muchos son 'partidarios' del padre Damián (Granada, 28 años), el cura hipster de 'La Voz', el programa de artistas de Telecinco (casi 5 millones de espectadores en su estreno, el lunes).

Alejandro Sanz le pidió confesión y Antonio Orozco que le eche una mano para entrar en el cielo, que se le han acabado «los puntos». El sacerdote logró el pase al concurso in extremis, cuando sonaban los últimos acordes de 'Angels', de Robbie Williams (Me siento y espero /¿un ángel contempla mi destino?...). Se ha ido al equipo de Orozco, que se dio la vuelta con Malú y le recibió de rodillas en el plató. ¡Qué pena que no esté de 'coach' Pablo Alborán! Es uno de sus artistas favoritos, desliza un amigo que le conoce de los años de formación en la Congregación del Santísimo Redentor. Nueve años desde que cumplió los 18, que Damián repartió entre su Granada natal, los dos primeros; un año de noviciado en Italia; tres en la parroquia de San Gerardo, en el barrio de Aluche de Madrid, donde sacó con nota Teología; un año decisivo de misiones en Calcuta (India), de donde regresó con 18 kilos menos por la dieta del arroz, y la ordenación como sacerdote en su ciudad natal, en 2013, lo que cerró el círculo.

Actualmente oficia en la Parroquia Santuario Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Madrid: misa de nueve de la noche los domingos -«llena la iglesia de jóvenes»- y a veces la de las doce de la mañana con los niños. Además, se ocupa del asesoramiento religioso en dos colegios y está sacando la licenciatura de Teología Dogmática. Es un «buen estudiante» y «una máquina» con los idiomas -habla inglés, francés e italiano-.

También un apasionado de Federico García Lorca -hizo una adaptación teatral de 'La casa de Bernarda Alba' donde su abuela cantaba 'La baladilla de los tres ríos'- y de los musicales, especialmente de 'El Rey León'. El currículum lo completa una afición discreta por el Real Madrid.

'La Voz' ha sacado al padre Damián de entre bambalinas, donde tan bien se mueve en las funciones que hace con los chavales en los colegios, y la sensación causada por el alzacuellos ha traspasado los muros de la congregación madrileña donde vive con 17 sacerdotes más, en la zona de la Glorieta de Bilbao. Todos juntos (incluido él, que el programa está grabado) vieron su debut televisivo. «Bajamos un televisor a uno de los salones, pero nos hicieron esperar demasiado, tardó más de una hora en salir. Vinieron a la casa parroquial casi cien chavales y estaban entusiasmados», cuenta uno de los religiosos que comparte piso con Damián.

Ayer el tema aún coleaba en la comida (huevos, patatas y algo de verdura) y como él no puede hablar por contrato les tocó a los demás atender a la prensa. «Damián cuenta con el apoyo de los redentoristas y de la Iglesia, porque no ha ido a 'Gran Hermano', se ha presentado a un show de talentos. Pero discúlpeme ya, tengo que dar misa».

¿Qué busca en la televisión?

No pretende buscar adeptos para la iglesia, sino ofrecer una visión positiva de la vida, por eso se pone un corazón en la solapa. Es un hombre humilde, austero y sin pretensiones que está cumpliendo un sueño -le dibujan-.

«Identificado» con el Papa

Los suyos (incluidos sus orgullosos padres y dos hermanas) no escatiman en adjetivos: «Es una persona arrolladora, con talento y feliz. Tiene una alegría desbordante». Pero también sabe llorar. Lloró mucho en Calculta, donde trabajó con las hermanas de la madre Teresa, uno de sus referentes vitales. «Le dije a mi superior: 'Pedro, tengo un sueño, ir a Calcuta. Pero cuando llegué allí lo primero que pensé fue: 'Sacadme de aquí'. Cómo iba a imaginar un joven más o menos mimado como yo que podía haber gente por la calle sin dedos o sin piernas...», cuenta él en una entrevista en YouTube. Calcuta fue «un revolcón» y Damián no ha regresado del todo. En su Facebook hay testimonio gráfico de su vivencia, de los niños sucios... y en sus pensamientos siempre hay un hueco para Samanta, la cría de 7 años a quién su madre vendió para la prostitución.

La necesidad que vio allí tiene aquí otra forma, pero existe. Y Damián «se hace el encontradizo» con los sin techo de Madrid, a los que lleva de vez en cuando un café caliente o un té y un bocadillo. Sigue la doctrina de la «primavera eclesiástica» del Papa Francisco, con quien se siente «muy identificado». «Calcuta le marcó y le gusta lo que dice el Papa de salir de la sacristía a la periferia». Él ha llegado hasta la televisión.

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