La Pedida de la Patatera se disfruta en la calle

La tradición cuenta que el Miércoles de Ceniza por la mañana, en Malpartida de Cáceres, los quintos de la localidad salían por las calles a pedir comida para celebrar la Cuaresma. Malpartida de Cáceres, pueblo entonces matancero y humilde, entregaba a los jóvenes el embutido más económico, la patatera. Hacían tal acopio de este, que esa acción se denominaba «pedir la patatera'. Recogidos los alimentos, acudían a las tabernas para hacer un festín gastronómico.

La costumbre de pedir la patatera estuvo vigente en Malpartida en las tres primeras décadas del siglo XX. Después, el Carnaval dejó de celebrarse.

En el año 1985, un grupo de jóvenes, promovidos por la Comisión que se creó para recuperar el Carnaval, propusieron retomar esa bonita costumbre. Y la gente de Malpartida de Cáceres se volcó en una fiesta que fue creciendo año tras año. En su recuperación, en lugar de ser el Miércoles de Ceniza, sería el Martes de Carnaval, habiéndose convertido este día en Fiesta de Interés Turístico de Extremadura desde el año 2016 y en el 'Día Grande' de todos los malpartideños.

En torno a las 12.00 de la mañana la gente se reúne en la Plaza Mayor con cestas, alforjas y carros repletos de viandas para compartir en un pasacalles que simula esa 'pedida' de los quintos. El alcalde dará la salida del recorrido, acompañado por charangas y haciendo rigurosas paradas para cantar, bailar pero sobre todo para compartir embutidos, vino y, cómo no, patatera. El pasacalles puede reunir a miles de personas y, al final del mismo, el Ayuntamiento regala raciones de este manjar a los asistentes.

Después comienza una romería urbana que sustituye a esa tradición de ir los hombres a las tabernas, continuando la fiesta hasta bien entrada la noche con verbenas en la Plaza Mayor.

La 'Pedida de la Patatera' es algo más que una fiesta: es un homenaje a la humildad de un embutido, la patatera.

Es un 'Carnaval de día' donde todo tiene cabida: los percales negros que usaban aquellos quintos que se disfrazaban de mujer para pedir la pedida, también trajes agitanados que los usaban en ese Carnaval, trajes negros de pana… Este día nadie se irá de Malpartida sin probar la patatera pues a cualquier grupo que te acerques, abrirán sus cestas, alforjas y corazón para acoger al que venga.

Podría decirse que con los mimbres de la humildad, generosidad y alegría, hacemos cada celebración de 'La Pedida de la Patatera', un buen cesto, un cesto de mimbre como el que llevan nuestras mujeres ataviadas con el traje típico de percal o vestidas de gitana. Cesto donde tiene cabida, no solo la patatera y resto de alimentos, sino también la generosidad del que ha hecho siempre gala el pueblo malpartideño en esta tradición, pues a los quintos no les faltó nunca una patatera para el festín de antes del comienzo de la Cuaresma.

Hoy esa generosidad sigue vigente pues los malpartideños están deseando invitar a cualquiera que no tenga qué comer ese día. Generosidad que representa a los malpartideños, pues si de algo podemos presumir es de ese altruismo para que todo el que esté este día en nuestro pueblo, se sienta como en su propia casa. Tampoco la alegría faltará, pues esa ilusión por disfrutar la vida y pasarlo bien que tenían los quintos sigue vigente en las miles de personas que participan en la fiesta.

Celebrar 'La Pedida de la Patatera' es rendir tributo a nuestros antepasados y a nuestro producto estrella. En el año 2016 fue declarada 'Fiesta de Interés Turístico de Extremadura', se han consolidado unas Jornadas Gastronómicas de la Patatera. Y en la pasada celebración de la fiesta, se ha batido récord de participación con unas diez mil personas. Qué mayor homenaje a nuestra fiesta que estos logros.