
Secciones
Servicios
Destacamos
Isabel Ambrona
Miércoles, 22 de marzo 2023, 12:56
En plena Guerra de Independencia, durante la segunda mitad de 1811, se libró la batalla conocida como 'La Sorpresa de Arroyomolinos', denominada así por su carácter inesperado.
Fueron los ejércitos aliados de Wellington (hispano–anglo–portugueses) y una de las divisiones francesas napoleónicas más brillantes, al mando del general Girard, los que se enfrentaron en esta operación militar, siendo las tropas aliadas las que lograron un triunfo decisivo.
El 27 de octubre de ese mismo año, mientras los franceses se encontraban en Arroyomolinos, la 5ª División británica, al mando del General Hill, se hallaba en Alcuéscar. Allí establecieron un campamento provisional a las afueras del pueblo, donde pasarían la noche. Para evitar indiscreciones, un cordón de soldados y voluntarios rodeó el lugar con la consigna terminante de prohibir la salida, tanto a paisanos como a militares. La noche fue espantosa, pero las órdenes eran muy precisas: prohibidos los toques de cornetas y tambores, hablar y hacer fuego. Así, los soldados, ateridos de frío y calados hasta los huesos, tuvieron que contentarse apiñados en pequeños grupos, resguardándose como podían del viento y de las lluvias con sus capotes y mantas. Fue a las dos de la madrugada del 28 de octubre cuando se movieron en dirección a Arroyomolinos. El subteniente Hernández Pacheco, natural de Alcuéscar, de espíritu aventurero, guerrillero y gran conocedor del terreno, era el encargado de conducir las tropas hasta Arroyomolinos.
A las siete de la mañana se hallaban todas las columnas en la depresión del río Aljucén, sin haber sido descubiertos por los franceses. Mientras, en Arroyomolinos, se encontraba el general Girard ajeno a la táctica de aproximación y ataque. Al amanecer, bajo la lluvia y la espesa niebla, la columna anglo–portuguesa estaba muy cerca de los franceses cuando desfilaban hacia el camino de Mérida. Tras producirse los primeros disparos entre el regimiento escocés, Girard y sus soldados se vieron sorprendidos y éste, con las pocas fuerzas que le quedaban, ordenó la retirada por el camino de Trujillo, por donde fue perseguido, alcanzándole el batallón extremeño Downie y las demás tropas de Morillo con un batallón inglés y otro portugués. La persecución por la Sierra de Montánchez y el Puerto de las Quebradas fue por lo más agreste e inaccesible del monte. Así, esta zona de interior desempeñó un papel fundamental como avanzadilla en la conquista y, que a la larga, sirvió de acuartelamiento de tropas.
Además de los reconocimientos a los militares, la población campesina extremeña de Arroyomolinos se mostró favorable a colaborar con los aliados y muy contraria y hostil con las tropas de Napoleón.
Este hito histórico en el que esta localidad cacereña fue el escenario de un episodio muy peculiar, y en el que se desarrolló una estrategia militar de valor excepcional, ha llevado a los vecinos del pueblo a recrearlo para que no caiga en el olvido y dar así difusión a su historia de una forma muy realista con pólvora y armamento militar.
Lo hacen desde el año 2010, coincidiendo con el fin de semana más próximo al 28 de octubre. Se involucran de forma desinteresada, en forma de asociaciones, para representarlo en diferentes escenarios.
Durante los últimos doce años, 'La Sorpresa' se ha convertido en un gran atractivo turístico de alcance internacional, que cuenta con la visita de turistas de todos los rincones de España y de otros países, así como del vecino Portugal, que también colabora en el evento. Es frecuente encontrar entre los visitantes descendientes de los combatientes que quieren conocer más sobre la historia y el papel que desempeñaron sus ancestros en estas tierras.
En 2011 se conmemoró el Bicentenario de la Guerra de la Independencia, que consiguió reunir a unas 10.000 personas en dos días. Durante los ocho años posteriores, se ha conseguido conservar un alto número de visitantes, superando las 4.000 visitas en cada edición.
'La Sorpresa de Arroyomolinos' ha demostrado ser una fiesta con un valor cultural sin precedentes, gracias a la participación sin ánimo de lucro de los vecinos de la localidad, las asociaciones locales, las asociaciones de recreación histórica, tanto a nivel nacional como internacional, y otros organismos colaboradores.
En este original evento histórico se pueden disfrutar de actividades como la izada de banderas, homenajes, exposiciones, escenificaciones, recreaciones, visitas al campamento napoleónico, desfiles, bailes o talleres infantiles, entre otras.
Su influencia va mucho más allá de la simple recreación y traspasa fronteras. A lo largo del año se desarrollan conferencias y actos conmemorativos en toda la comarca, como la escenificación de 'La Llegada de Girard'; la recreación de escaramuzas por las calles; la ruta senderista e histórica 'Ruta de La Sorpresa, turismo para todos', que va desde Alcuéscar hasta Arroyomolinos; desfiles de tropas recreacionistas en diversas poblaciones de Extremadura.
También se organizan talleres sobre cocina de la época, corte y confección de trajes históricos o teatro, representando obras como 'El Sueño del Descuido' o '¡Qué viene el francés!'. En la tamborada 'Arroyoday', la percusión de los regimientos adultos e infantiles festejan 'La Sorpresa de Arroyomolinos' en el Castillo de Carlisle, Inglaterra, cada 28 de octubre desde hace más de 100 años.
Antonio Solís Alcalde de Arroyomolinos
Me alegra tener la oportunidad de dar a conocer el importante hecho histórico acontecido el 28 de octubre de 1811, cuando las tropas napoleónicas invadían Europa, una de las batallas más importantes para los aliados y una derrota inesperada para el ejército francés, 'La Sorpresa de Arroyomolinos'.
Cada año en octubre, coincidiendo con dicha fecha, se celebra la recreación en la que toman parte todos los vecinos y recreadores de distintos puntos de España y Portugal. Es un evento único que, año tras año, atrae cada vez a más visitantes.
Aprovechando esta oportunidad, os quiero invitar a que visitéis y veáis en funcionamiento el molino harinero, que hemos rehabilitado, y a conocer este rico patrimonio etnológico, que también forma parte fundamental de la historia e identidad de este pueblo. Se encuentra ubicado en la Ruta de los Molinos, junto a los restos de una treintena de ellos en un entorno natural de belleza ejemplar, digno de contemplar.
Asimismo, desde hace siete años, se viene celebrando la Carrera por Montaña Arroyo de los Molinos en distintas modalidades y que acoge desde los más profesionales hasta las categorías infantiles. Se encuentra dentro del trofeo de Diputación de Cáceres y ofrece la posibilidad de practicar deporte en la naturaleza, recorriendo bellos parajes, que en otro momento de la historia fueron escenarios de la Batalla de Arroyomolinos.
Igualmente, nuestro pueblo cuenta con un complejo de tres chozos y un albergue en el pantano de la Dehesa Vera, todo ello en un entorno idílico en el que disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad. Y si de patrimonio histórico-artístico se trata, Arroyomolinos cuenta con un magnífico templo, la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, en la que destaca su bella portada plateresca, una de las joyas de la Diócesis Coria-Cáceres; alberga en su interior la tabla de la Virgen de la Leche, una de las pocas obras de origen flamenco de Extremadura. Y, por último, hacer mención a la imagen de San Sebastián, obra del escultor Roque Balduque. Es el patrón de Arroyomolinos y cuya fiesta, en torno al 20 de enero, tampoco os podéis perder. Arroyomolinos tiene mucho que ofrecer. Os espero.
Publicidad
J. López-Lago y María Díaz | Badajoz
Josemi Benítez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.