Viejos oficios adaptados a la lucha contra la covid-19

A lo largo de todos estos meses ha habido cierta controversia respecto a los objetos y superficies contaminadas. Algunos informes decían que el virus permanecía horas e incluso días, dependiendo del material.Sin embargo, en mayo, la Organización Mundial de la Salud anunció que no había hallado evidencias científicas de que este tipo de virus se transmitiera al entrar en contacto con una superficie artificial.

No obstante, la propia organizaciónrecomienda, además de la ventilación de espacios cerrados, el uso de desinfectantes en productos que puedan haber sido tocados por un positivo en covid-19. Si esto no es posible, mejor dejarlos un tiempo en cuarentena. Pero esta medida es inviable en algunas tiendas. Al español le gusta palpar, comprobar los tejidos y sobre todo, ver si la ropa se adapta al cuerpo. Después de este examen manual, es conveniente dejar la prenda apartada para que no la toquen otros clientes, pero esto repercute negativamente en las cuentas del establecimiento, que verá mermados sus ingresos ante la falta de stock intermitente.

Pensando en solucionar este problema, tres empresarios oliventinos han fusionado su experiencia y, fruto de este cóctel, ha nacido UltraBIOzono. Se trata de un armario con rayos ultravioleta y ozono incorporado, que desinfecta todo lo que se introduce en su interior en varios minutos.

UltraBIOzono acaba de salir al mercado en tres formatos diferentes.Uno de los modelos, el más alto y estrecho (160 por 60 centímetros), tiene una barra de ropero para colgar la ropa en perchas, aunque también se le pueden colocar baldas. Ha sido ideado para desinfectar camisas, vestidos, abrigos... cualquier prenda de vestir es apta. El mecanismo es sencillo. Se introduce el objeto en el armario y se cierra la puerta de cristal. Va enchufado a la luz y en la parte superior tiene un botón de inicio que pone en funcionamiento el ozono y los rayos ultravioleta. En diez minutos, cuando la tela ya se ha esterilizado, el ozonizador se apaga solo y la ropa ya está lista para volver a la estanterías con total seguridad.

Pensando en el sector turístico han dado forma a otro modelo de mueble anti-covid, más bajo y ancho que el anterior (120 por 120 centímetros). En él caben macutos y maletas grandes, expuestas al virus en el trasiego de aviones, trenes..., y también muy toqueteadas. «En algunos hoteles he visto que el botones va desinfectando maleta por maleta, con el consiguiente esfuerzo y pérdida de tiempo. En este armario se mete el equipaje y mientras el cliente hace el check-in, en quince escasos minutos, se ha desinfectado su valija», indica Enrique Sousa, uno de los inventores.

Por último, este empresario más el tándem compuesto por Máximo Píriz y Francisco Núñez, han diseñado un armario de pequeño formato (85 por 50 centímetros). Está enfocado a particulares y también a tiendas que vendan artículos pequeños, como ópticas, joyerías, etcétera.

Los precios se encuentran dentro de una horquilla de 1.400 a 700 euros, con impuestos incluidos. Además, hay posibilidad de financiación y sobre todo, de personalización. «Existe la opción de colocarles un vinilo de la marca, pintarlos del color deseado, o incluso, adaptarlo a las medidas que la empresa necesite», indica Sousa, al tiempo que comenta que están negociando actualmente con una cooperativa extremeña para que sus trabajadores puedan desinfectar las batas. «Es un armario con valor añadido», opina.

Los creadores de estos muebles no dudan en manifestar su ilusión con la idea de que un producto patentado por ellos pueda ayudar a combatir la covid-19 y a no romper la cadencia de las tiendas por tener apartada la mercancía. Por ahora, los establecimientos más interesados han sido las guarderías, aunque los empresarios creen que son aptos para hospitales, centros de ancianos, colegios, universidades, etcétera. «El mundo ha cambiado y UltraBIOzono ha llegado para quedarse», apuntan.

El ozono es un germicida extremadamente efectivo contra virus y bacterias. Destruye las partículas del virus a través de mecanismos de oxidación. Según el Ministerio de Trabajo y Economía Social, el coronavirus SARS-CoV-2, responsable de la covid-19, es un virus envuelto, particularmente susceptible a la destrucción por desinfectantes, incluyendo ozono. En el caso de los virus con envoltura, el ozono oxida fácilmente la envoltura viral, modifica su estructura o la destruye y la deja inactiva.

Sin embargo, este viricida es tóxico para las personas, ya que las concentraciones que se tienen que alcanzar en cualquier espacio cerrado para que surta efecto son muy altas y esto es pernicioso para la salud humana. Algunos organismos especializados, como la Agencia de Protección Ambiental o la Sociedad Española de Sanidad Ambiental, han advertido que el ozono no es adecuado para desinfectar el aire. Además, tras su uso hay que ventilar correctamente y disponer también de filtros de alta eficacia.

Sin embargo, con el mueble que han diseñado estos tres extremeños, este problema se ve resuelto, ya que al estar en un espacio reducido y concentrado, el ozono desinfecta el artículo sin dañar a las personas. El armario dispone de un cierre de seguridad, de tal forma que cuando está ozonizando y alguien abre la puerta, el ozonizador se apaga inmediatamente. Los roperos, ahora con función higiénica, han evolucionado y lo han hecho en primera instancia enExtremadura.