Una vía verde muy fotogénica

En rigor, todo lo que ha hecho -él, y sus compañeros, y la romería de ciclistas, andariegos, corredores y familias con los que se cruzó el pasado domingo en ese mismo camino- es una ilegalidad. Porque la vía verde entre la localidad cacereña de Hervás y la salmantina de Béjar, que será la cuarta de Extremadura, está en obras. Hay un par de vallas y carteles que avisan del peligro, pero todos se los saltan. Desde hace meses. Incluso ya es posible encontrar en Internet los detalles del recorrido para incorporarlos al smartphone o el gps y utilizarlos como guía (el 'track', en su denominación en inglés).

El punto de inicio es el puente de hierro de Hervás, que está cerrado por los dos lados. La ruta comienza en la vertiente situada más al norte, por lo que para quienes viajen en coche, una buena opción es aparcar cerca del barrio judío, si es que se encuentra un sitio libre. Suele ser más fácil dar con uno en el entorno de la fuente chiquita. A partir del viaducto sobre el río Ambroz comienza la vía verde en obras, que en ese punto y durante los primeros kilómetros presenta un grado de ejecución menor que más hacia adelante. Se nota principalmente en el estado del suelo, con piedras y sin compactar.

A medida que el camino se va acercando a Baños de Montemayor, el sendero se va haciendo más cómodo, con el firme más asentado. Hasta más allá de la estación ferroviaria de Baños de Montemayor, el camino discurre en línea ascendente, con una pendiente suave que oscila entre el dos y el tres por ciento.

El proyecto está más avanzado cuanto más cerca está la provincia de Salamanca. De hecho, en la estación de Baños ya están colocadas las señales con las distancias kilométricas, que acompañan el camino hasta Béjar. Lo único que falta es quitarles el plástico que las protege. Por ellas se sabe que desde la estación de tren de esta localidad salmantina hasta la de Cantagallo hay 4,1 kilómetros. Y 3,6 desde esta última hasta la de Puerto de Béjar. Desde ahí hasta la de Baños de Montemayor, cinco. Y de esta a la de Hervás, 7,5. En total son 20,2 kilómetros entre Béjar y Hervás.

Cuando la vía verde esté terminada en su totalidad, habrá que sumar 7,3 kilómetros desde Hervás hasta Aldeanueva del Camino y 5,9 desde ahí hasta Casas del Monte. Más los que haya hasta Plasencia, tras pasar antes por los términos municipales de Segura de Toro, Jarilla, Cabezabellosa, Malpartida de Plasencia y Oliva de Plasencia. En total serán 48,5 kilómetros entre Plasencia y Béjar.

Si se cumplen los planes que maneja la administración, los ciclistas, senderistas o caballistas podrán recorrerlos íntegramente a finales del año que viene. La Dirección General de Turismo detalla que el proyecto está dividido en tres tramos. El de Béjar a Baños de Montemayor está casi terminado. De hecho, a simple vista parece que solo restara acondicionar el puente sobre la N-630 a la entrada a la ciudad salmantina y poco más. El siguiente tramo es el que llega a Casas del Monte, que según la Junta estará terminado en el primer trimestre del año 2019. El tercero y último es el que conduce hasta Plasencia y es el que está más retrasado. A día de hoy está en la fase de redacción del proyecto, y la previsión es que pueda estar listo antes de que acabe el próximo año.

La realidad a día de hoy son los 20,2 kilómetros entre Hervás y la estación de Béjar. Un recorrido que proporciona vistas espectaculares. De la sierra que rodea a Hervás, del pantano de Baños de Montemayor y de la montaña de esta zona en la que se encuentran las provincias de Cáceres y Salamanca. A ratos, el ciclista pedalea encajonado entre altas paredes de piedra, que sirven en bandeja una foto difícil de encontrar en cualquiera otra ruta cercana y que además, sirven una sombra que todavía ahora, casi metidos en octubre, se agradece de verdad. Pasa varias veces bajo acueductos, atraviesa un túnel -tras la estación de Baños- que aún no tiene luz pero la tendrá, cruza un paisaje con prados a derecha e izquierda y se acerca y se aleja de la autovía A-66 y de la carretera nacional 630. Todo entre encinas, robles y castaños.

Es, quizás, la vía verde más fotogénica de Extremadura, más aún teniendo en cuenta las deficiencias que presentan la de las Vegas el Guadiana y la de Monfragüe (la otra es la de la mina La Jayona). Lo es ahora y lo será más en otoño, la estación preferida en el Valle del Ambroz.