La última granja de avestruces de la región
La empresa Gourmetruz logra los permisos para construir un matadero y una fábrica de embutidos en su explotación de Fuente de Cantos
«Ahora es el momento de plantearse un proyecto así». David Caro Villalba tiene claro que los costes de los intermediarios y de tener ... que sacrificar en Madrid son argumentos de peso para poner en marcha este año, si los plazos se cumplen, un matadero y una fábrica de embutidos. Dos instalaciones ligadas a una explotación ganadera nada habitual en Extremadura también en el resto de España.
Se trata de avestruces. De una empresa, Gourmetruz, radicada en Fuente de Cantos, en la comarca de Tentudía, en el sur extremeño, que arrancó en 1995 y que, tras años de letargo, vuelve a coger impulso al igual que el consumo de ese ave. Cuenta con la única granja existente en Extremadura y es una de las pocas que España que sobrevive. «Estas aves se han adaptado muy bien a la región», reseña el avicultor, yerno de Benito Parra, el impulsor de la explotación de avestruz a mediados de la década de 1990.
Fue en esa década cuando se extendieron granjas de esa ave por Olivenza, Malpartida de Plasencia, Mérida... Proliferaron. Se hicieron fuertes inversiones porque traer a reproductores, del sur de África fundamentalmente, costaba entre 3.000 y 4.000 euros por cabeza. Parecía que el sector ganadero regional había hallado un negocio por el que apostar, en busca de alternativas que mejorasen la rentabilidad de explotaciones tradicionales.
A los pocos años, agravados por la gran crisis de 2008, las avestruces empezaron a desaparecer. Comían más que las gallinas, incrementando los costes de los piensos, y del consumo de la carne no despegó. Estas grandes aves casi se extinguieron de las parcelas extremeñas
Reactivación
Gourmetruz estuvo sin actividad durante unos años pero nunca cerró para siempre. Reactivada, cuenta con una explotación ganadera de 200 avestruces en el camino de Valencia del Ventoso. Ahora está a punto de iniciar la construcción de una matadero y de una fábrica de embutidos con el que optimizar el negocio.
Lo llamativo es que se hagan, no su tamaño porque es modesto en comparación de otros mataderos de ganado. Sin embargo, parte con la ventaja de hacerse dentro de la propia granja de avestruces y del ahorro de costes que supondrá a medio plazo para la empresa del sur regional. El proyecto cuenta con la autorización ambiental unificada emitida por la Junta y arranca con una inversión de unos 200.000 euros.
«No es que la demanda por la carne de avestruz se haya disparado pero tiene su mercado, tiene su consumo. Vendemos sobre todo a Mallorca y otros puntos de España y también a Francia. Ahora buscamos mejorar nuestros recursos», sentencia el propietario de Gourmetruz.
«Es conveniente poder contar con un matadero propio para el sacrificio aquí de nuestras avestruces. Hasta ahora, lo habitual es vender los animales en vivo o, esporádicamente, sacrificar algunos como hemos hecho en Madrid. Pero no compensa», reafirma Caro.
Lo que va a desarrollar es una industria cárnica de esa raza avícola compuesta por un matadero para el sacrificio de sus animales y una fábrica artesanal de embutidos de carne de avestruz. Con una superficie construida de 971 metros cuadrados, se incluye en una finca de 10,5 hectáreas, en la propia explotación avícola.
El matadero que se va a empezar a construir en unas semanas y debe estar listo antes de final de año. Sus características técnicas dicen que tendrá una lista de sacrificio de 15 avestruces al día, 1 día a la semana según la planificación de la empresa. O el equivalente a 1.500 kilos en vivo por día de sacrificio y 600 kilos de carne de avestruz al día.
Esto es, se puede alcanzar a lo largo del año la cifra de 60.000 kilos en vivo y una producción de 24.000 kilos de carne de avestruz. Mientras, la fábrica de embutidos se plantea para una capacidad de transformación de producto fresco de 500 kilos a la semana, equivalente a 384 kilos de producto curado. Salchichón, chorizo y carne seca de avestruz, fundamentalmente.
«Nuestro fuerte es la carne fresca. Es la que tiene demanda y es lo que impulsa realmente a hacer un matadero dentro de nuestra propia granja», finaliza David Caro en declaraciones a HOY.
Una carne roja sin apenas grasa y con mucha proteína
La carne de avestruz se considera carne roja. Sin embargo tiene un contenido graso menor (3 gramos por cada 100, frente a los 10,5 de la carne de vaca o los 15,2 de la carne de cerdo), y también niveles de colesterol más bajos que otras. Caro incide que la carne de avestruz posee ciertas semejanzas en sabor y textura con la de ternera cuando se sirva en grandes cantidades. En pequeñas porciones, por el contrario, es confundida con la carne de pavo o pollo. La carne de avestruz destaca por su alto contenido en proteínas, y por la calidad de estas: son unas proteínas muy puras. En cuanto a sus embutidos, se hacen sobre todo salchichón y chorizo. Productos curados de sabor suave y más bajo en calorías y colesterol que otros embutidos. La exportación es el principal destino de la carne de avestruz.
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