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Victoria Gil, presidenta de la Asociación Extremeña de Alérgicos. :: j.v arnelas

«No tener carta de alérgenos en un restaurante puede costar vidas»

La Asociación Extremeña de Alérgicos denuncia que todavía hay locales que no informan de forma adecuada sobre la presencia de alérgenos

CANDELA CARMONA

BADAJOZ.

Lunes, 5 de agosto 2019, 07:50

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Para las personas con alergias alimentarias supone un riesgo comer fuera de casa debido a que, en la mayoría de los casos, no tienen la seguridad de que los alimentos que están tomando no contienen ingredientes a los que son alérgicos.

También corren el riesgo de que hayan sido manipulados con los mismos utensilios o en los mismos lugares en los que han sido cocinado alimentos que contienen alérgenos. Es lo que se conoce como contaminación cruzada.

El principal problema es el desconocimiento de este peligro por buena parte de la población, pues no solo supone un riesgo ingerir el alimento sino también su contacto o inhalación.

«En 2016 elaboramos un estudio y el 85% de los restaurantes no cumplía el reglamento»

«En la mayoría de los restaurantes no tienen control sobre las alergias o intolerancias. En mi caso, varias veces he tenido una mala experiencia ya que he avisado de que era alérgica a algún ingrediente y no han tenido en cuenta la intoxicación por contaminación cruzada. Esto me provocó una reacción alérgica y tuve que ir al hospital inmediatamente», declara Carmen Fernández, una joven alérgica a los frutos secos que ha sufrido varias reacciones alérgicas por la falta de control.

Hay restaurantes en los que se asegura que todo el proceso de preparación de los alimentos, desde que se fabrican los ingredientes hasta que llega el plato al consumidor, está controlado.

En estos casos cuentan con una carta para alérgicos y una declaración de productos o sustancias que causan alergias.

Además, se utilizan utensilios distintos para las personas alérgicas, intolerantes o celíacas y se toman medidas de seguridad como, por ejemplo, utilizar distintas freidoras o cambiar los filtros de la cafetera para las personas intolerantes a la lactosa.

En cambio, hay locales que confirman que existe descontrol a la hora de cocinar los alimentos a pesar de que existe una Ley de Información Alimentaria que debe cumplirse a rajatabla porque, de lo contrario, puede costar vidas.

La presidenta de la Asociación Extremeña de Alérgicos, Victoria Gil, asegura que todavía hay establecimientos que ponen todo tipo de excusas cuando se solicita la declaración de productos o sustancias que causan alergias, un documento en el que vienen indicado los alérgenos, las trazas de alérgenos y la posibilidad de ver el etiquetado del producto.

«No tener carta de alérgenos en los restaurantes es un incumplimiento sistemático del reglamento europeo 1169/2011. Esto pone en peligro la vida de las personas que padecen esta enfermedad», afirma Gil.

Hay negocios con dos freidoras distintas para evitar la contaminación cruzada

Para este colectivo, la mejor manera de evitar una intoxicación es preguntar sobre el proceso de elaboración del plato y los utensilios empleados para cocinarlo. Los establecimientos que lo hacen de manera correcta, no deberían tener problemas en explicar todo su proceso.

El dueño del restaurante Gambrinus, en Badajoz, asegura que en su carta todos los alérgenos están perfectamente indicados y que, además, cada empleado del local tiene una hoja en la que aparecen los ingredientes que pueden provocar alergias en cada plato.

Múltiples alergias

Entre los alérgenos más comunes se encuentran los frutos de cáscara, el gluten, los crustáceos, el pescado, el cacahuete, el huevo, la mostaza, el apio, los altramuces, los granos de sésamo, el dióxido de azufre, los sulfitos y los lácteos.

«En 2016 realizamos un estudio y el 85% de los restaurantes de Badajoz que formaban parte de la encuesta incumplían el reglamento. Actualmente sigue sin cumplirse y es por esto por lo que pido, en calidad de presidenta de la asociación, contundencia por parte de nuestras autoridades sanitarias para hacer cumplir este reglamento europeo, pues su incumplimiento cuesta vidas», añade.

Además, las personas con alergias alimentarias exigen que en todos los restaurantes haya un responsable bien formado en seguridad alimentaria. «Para mayor garantía, todo el personal debería realizar un pequeño curso de formación que enseñe cómo actuar ante un cliente con alguna alergia alimentaria. «Esto haría que los alérgicos tuviésemos más tranquilidad a la hora de comer fuera de casa», declara Irene Rubio, una joven vecina de Badajoz alérgica al marisco.

La Asociación Extremeña de Alérgicos pide que se tomen medidas con carácter urgente ya que existe un inmovilismo total por parte de la Consejería de Sanidad.

Farmacias sin adrenalina

Otro de los problemas para este colectivo es la falta de abastecimiento de adrenalina en las farmacia. En ocasiones, ha tenido que ser pedido en calidad de medicamento extranjero. Para los alérgicos, llevar encima adrenalina inyectable en todo momento es imprescindible ya que, en caso de intoxicación, puede salvarles la vida.

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