La siniestralidad en las carreteras extremeñas sigue en mínimos con 34 fallecidos

A falta de que concluya el año, es la misma cifra que en 2018 y sigue siendo la mejor de los últimos diez años pues no hay que olvidar que en 2009 se contabilizaron 74 víctimas mortales al volante, más del doble de las actuales. Para coger más perspectiva conviene recordar que la media de muertos en carretera en Extremadura entre 1998 y 2008 era de 134 cada año, según se desprende de la estadística de la Dirección General de Tráfico (DGT).

En la actualidad los coches son mucho más seguros, pero la velocidad inadecuada, no usar el cinturón de seguridad y distracciones por culpa del teléfono móvil están ahora detrás de prácticamente todos los accidentes con fallecidos o heridos graves en la región. Estos se producen en la mayor parte de los casos, no en autovías, sino en carreteras convencionales en un 86% de las ocasiones. Tanto este índice como el resumen de las causas son aportados por el comandante Héctor David Pulido, jefe del Sector de la Guardia Civil de Tráfico en Extremadura, a quien le llama la atención que en este 2019 uno de cada tres fallecidos en carreteras extremeñas no llevara el cinturón de seguridad, una imprudencia que suelen cometer los acompañantes, no el conductor, matiza.

Por esta razón, prosigue Pulido, son habituales los dispositivos de la Guardia Civil a la salida de poblaciones para detectar las personas que no llevan puesto el cinturón. «Lo hacemos porque hemos comprobado que es muy frecuente no usarlo cuando se circula en la población y ponérselo solo al salir a carretera». Además de este tipo de control, Pulido recuerda que desde este año hay cámaras de vigilancia precisamente para detectar si alguien no lleva puesto el cinturón. Están en la A-5 (pk 186,9) y A-66 (pk 480,3) en el caso de la provincia de Cáceres y N-430 (pk 84,5) en el caso de la de Badajoz.

Pero no ha sido esta la única novedad en seguridad vial este año en las carreteras extremeñas. Un radar de tramo que abarca 14,5 kilómetros en la N-432 entre Zafra y Llerena y reducir la velocidad máxima de 100 a 90 kilómetros por hora también tratan de rebajar la cifra de siniestros. «Este cambio se ha aplicado en muchas carreteras convencionales dependiendo del tamaño del arcén, y aunque no afecta a demasiados kilómetros de la red de carreteras de Extremadura, sí se han cambiado las señales de la antigua EX-100 entre Badajoz y Cáceres, donde ahora la velocidad está limitada a 90, si bien hemos detectado que la mayoría de conductores no se han dado cuenta», apunta el jefe de Tráfico de Guardia Civil, Héctor David Pulido.

Por otro lado, un escrito de Fiscalía de Tráfico el pasado mes de abril que instaba a revisar la actividad del teléfono móvil del conductor accidentado cuando pudiera derivarse una responsabilidad penal ha sido otra contribución al análisis de causas de accidentes al volante.

Según explica el comandante de la Guardia Civil Héctor David Pulido, «de los siniestros graves, o sea con fallecidos o heridos graves que tienen que ser hospitalizados, el 38% se debe a distracciones y observando el tipo de vía no hay motivo alguno para distraerse, así que sospechamos que puede tener que ver el uso del móvil, bien porque se va usando el 'WhatsApp' o grabando audios. También preocupa la siniestralidad asociada a furgonetas ahora que hay más repartos porque ocurre que la persona que va conduciendo va revisando a la vez albaranes o viendo dónde tiene que ir».

Con todo y si en lo que resta de 2019 no hay más fallecidos, la cifra de 34 víctimas mortales no es mala. En 2009 hubo 67 muertos en carretera en la región; los dos años siguientes se contabilizaron 66 y 62. En 2012 y 2013 esta cifra bajó a 49 y 38, pero repuntó hasta 48 en el año 2014. 2015 registró 46 muertes y los dos años siguientes la cifra siguió subiendo a 48 y 53 fallecidos. Pero el año pasado se dio la cifra más baja de toda esta serie con 34 muertes al volante, cifra en la que se mantiene 2019 a cinco días de concluir el año, según fuentes de la Dirección General de Tráfico.

No obstante, a estas cifras hay que sumar las muertes en vías urbanas. En lo que va de año ha habido dos fallecidos en la provincia de Cáceres (más 16 hospitalizados) y 5 en la de Badajoz (con 32 heridos graves). Esto son siete muertes en total en accidentes viales dentro de una población cuando la media en la región de los diez años anteriores es de 10,8 fallecidos, con una cifra mínima de 4 (2014) y máxima de 21 (2009), según los anuarios estadísticos de la DGT.