Borrar
Retrato de Blas de Lezo. HOY
La Ley del silencio

La Ley del silencio

Héroes y tumbas ·

Salvador Calvo

Sábado, 25 de mayo 2019, 09:28

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

No, no me refiero a aquella magnífica película de Elia Kazan que protagonizaron Marlon Brando, Rod Steiger, Karl Malden y otros. Voy a algo más cercano, a nosotros, a nuestra Historia, lejana y reciente. Vamos a ver. Leo en la contraportada del libro que leo ahora. «No se pueden atravesar ni dos páginas sin que se despierte en uno la pregunta ¿Pero qué me han estado contando?» Lo dice Carlos López-Tapia, de la Cadena Ser.

Es verdad. ¿Pero qué ha pasado aquí? ¿Pero con qué derecho nos han ocultado tantas cosas y que tengamos que enterarnos ahora, en el arrabal de senectud? Lo de este país es de traca. No sabe uno por dónde empezar. ¿Os acordáis? Ya en la escuela, incluso antes de empezar el bachillerato, habíamos oído hablar del desastre de la Armada Invencible de Felipe II.

Sesenta años después nos enteramos de que aquel desastre fue una broma al lado del que protagonizó la Armada Inglesa en el año, en los dos años siguientes. Aquella reina Isabel envió sus barcos a La Coruña y les dieron una tunda de órdago; se fueron a invadir Las Azores y la paliza fue bestial; quisieron entrar en Lisboa y ni te cuento lo de muertos ingleses que acabaron en el estuario del Tajo.

Ahora bien: ni mu; que no se dijese ni mu. Bueno, que no lo dijeran ellos en Inglaterra para ocultar su vergüenza, pase ¿pero aquí, a qué viene esa Ley del Silencio? ¿Y eso, a qué ton?

Hasta hace diez o quince años, tal vez, no habíamos oído hablar de Blas de Lezo, aquel marino excepcional que tuerto, manco y cojo, defendió, con cuatro gatos, Cartagena de Indias (Colombia) e impidió que la Armada Inglesa, la más grande que vieron los siglos, después de lo de Normandía, se adueñase de la América Hispana. La zurra que se llevó el almirante Vernon fue antológica. Pero de eso, chitón.

¿Qué pasa en este país? ¿Quién escribe los libros de Historia? ¿Qué enseñan en las universidades durante los cuatro o cinco años de carrera? ¿Qué enseñan luego los licenciados en colegios e institutos? ¿Educación para la ciudadanía? Anda, idos a la escoria de la letrina del muladar, hombre.

A callar. A ocultar las vergüenzas y derrotas ajenas y a reírnos de las nuestras. ¡Que viene el coco! ¡Que viene el coco!, dicen los holandeses. El coco era, o es, Don Fernando Álvarez de Toledo, el Duque de Alba. ¿Por qué no cuentan que en el ejército del Duque de Alba había 54.000 soldados y que los españoles no llegaban a ocho mil? ¿Que los que aplastaban con saña la rebelión protestante eran alemanes, italianos y holandeses como ellos?

¿No les gusta lo que cuento? Pues ahí va otra píldora, que copio del libro tal cual, y la dejo aquí para que escueza a más de uno. Miren y lean: «El nacionalismo es una enfermedad que, como las tercianas, se aparece una y otra vez en Europa. A ella le debe la mayor parte de sus desgracias. La hispanofobia forma parte indisoluble de una buena parte de los nacionalismos europeos».

A ver si nos enteramos de una vez. Lo malo no es que los de fuera nos hayan demostrado mil veces el concepto pésimo que tienen de nosotros y nos hayan querido enterrar en el lodazal de su envidia; lo peor es que están también aquí dentro. Pero claro, de eso mejor chitón, a callar, a dialogar, a tenderles la mano para que nos la escupan. Y si es así, Ley del Silencio, no sea que…ya saben.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios