Los senderos que recorren Europa

cáceres. Por primera vez desde el año 1995 en el que fue creado, el premio Carlos V no será para una persona. Ni siquiera para una asociación o cualquier otro tipo de colectivo. El galardón que el Rey entregará mañana en el Real Monasterio de San Jerónimo es un reconocimiento colectivo del que se pueden sentir partícipes 61 países repartidos por cuatro continentes. Son los Itinerarios Culturales del Consejo de Europa, una red formada por 38 rutas -algunas compuestas por varios trayectos repartidos por distintos países- que son 38 llamadas a conocer más sobre la historia y el patrimonio del Viejo Continente.

Los hay más largos y más cortos; unos con más encanto paisajístico y otros más centrados en la arquitectura; más y menos conocidos; y más o menos internacionales según los territorios que atraviesan. «Son una invitación a viajar y descubrir el rico y diverso patrimonio de Europa, uniendo a personas y lugares», definió al anunciar el ganador Rosa Balas, directora general de Acción Exterior de la Junta de Extremadura y presidenta de la comisión ejecutiva de la Fundación Europea e Iberoamericana de Yuste, el organismo que creó este galardón.

Su entrega será el momento culminante del acto que tendrá lugar mañana en el lugar que Carlos I de España y V de Alemania eligió para retirarse. Por cuarta vez, la ceremonia se celebrará coincidiendo con el Día de Europa, el territorio que es el nexo entre los 38 itinerarios que la Fundación distinguirá este año. Como es habitual desde que es soberano, la gala la presidirá Felipe VI. El galardón lo recogerá Thorbjørn Jagland, secretario general del Consejo de Europa, el organismo que creó los Itinerarios Culturales.

Fue en el año 1987 -el premio Carlos V no había hecho más que nacer, pues solo lo había recibido Jacques Delors-, y el primer sendero en recibir la certificación fue el Camino de Santiago. Ese sello de calidad que identifica a estos trayectos se renueva cada tres años, siempre que lo autoricen los evaluadores del Instituto Europeo de Itinerarios Culturales, con sede en la Abadía de Neumünster (Luxemburgo). Tras el Camino de Santiago, el segundo en resultar elegido fue La Hansa, así llamado porque alude a la Liga Hanseática, la alianza que comerciantes marítimos alemanes impulsaron a mediados del siglo XIII con el objetivo de defender sus intereses económicos comunes. «A lo largo de las costas de Europa Septentrional, fundamentalmente en torno al mar Báltico -explica el Consejo de Europa-, hasta 225 ciudades se unieron a la Liga, lo que influyó considerablemente en la economía, la política y el comercio hasta el siglo XVII».

El catálogo de los Itinerarios Culturales creció en 1993 con las Rutas de los Vikingos, que comprenden fortalezas, aldeas, granjas, canteras, buques, museos, restos arqueológicos o casas en trece países. Al año siguiente se sumó la Vía Francigena, basada en las 79 etapas que C. Sigeric, arzobispo de Canterbury, registró en su diario detallando el viaje que hizo entre Canterbury y Roma en el año 990 para reunirse con el Papa Juan XV.

La lista siguió creciendo en los años siguientes, especialmente a partir del cambio de siglo, hasta llegar a los 38 itinerarios actuales. Algunos son lineales, como el Camino de Santiago, y otros están formados por rutas o puntos de interés repartidos por distintos países. 21 de los 38 tienen algún componente español. Uno de ellos es la que en Extremadura es conocida como 'Ruta de Carlos V', que forma parte del itinerario denominado 'Rutas europeas del emperador Carlos V', certificada en el año 2015 y que constituye un buen ejemplo para entender que son los Itinerarios Culturales del Consejo de Europa. Incluye cinco rutas por España -entre ellas la denominada 'El último viaje', aquí más popular como 'Ruta de Carlos V'-, tres por Holanda, dos por Alemania y otras dos por Italia, además de cinco marítimas.