El INE señala que durante la pandemia hubo 771 muertes más que en 2019 en la región

Desde mediados de marzo al 24 de mayo fallecieron en Extremadura 3.199 personas, 771 más que en el mismo periodo del pasado año, lo que supone una subida del 31,7%.

Es evidente el efecto de la pandemia del coronavirus, pero las estadísticas oficiales del COVID-19 no recogen tantos decesos. En concreto, en el intervalo citado se habían anunciado en Extremadura 506 víctimas mortales por coronavirus, según los datos difundidos por la Junta de Extremadura. De esa forma, hay 265 defunciones más respecto al mismo período del año 2019 que aún no tienen explicación.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) difundió este miércoles los resultados de un estudio experimental que permite conocer el alcance real de la pandemia del coronavirus en España.

Para eso, emplea los datos de la aplicación Inforeg, que utilizan la mayor parte de los registros civiles para realizar inscripciones diarias. Recoge en torno al 93% de las defunciones y el resto se calcula por estimaciones. Suele tener varios días de retraso, pero con un margen de unos diez días se considera la fuente más fiable para conocer estos parámetros de manera actualizada. De ahí que el primer estudio se remita al 24 de mayo. La previsión es renovarlo cada miércoles y actualizar los datos con los certificados oficiales.

El INE ha cruzado los datos de Inforeg con la Estadística de Defunciones para comparar semanas. Aunque tiene condicionantes, como que recoge las muertes por el lugar en el que se producen y no por el de residencia, se acerca bastante a la realidad.

Según este trabajo, hasta la semana diez de este año, la anterior a que se decretara el estado de alarma, Extremadura había registrado 2.489 fallecimientos. El INE recoge 2.500, pero la cifra anterior se obtiene por la suma entre las provincias de Badajoz, con 1.491, y Cáceres, con 998.

En la semana 21, la que terminó el 24 de mayo, la comunidad sumaba 5.688 fallecimientos. Es decir, 3.199 más que once semanas antes. De ellos, 1.607 se habían producido en Badajoz y 1.592 en Cáceres. Ese dato ya refleja la similitud entre ambas provincias a pesar de que la pacense es más poblada y por tanto suele recoger más decesos.

Para apreciar el efecto del coronavirus hay que comparar con los datos del pasado año. Como recoge el INE, entre la semana 10 y la 21 de 2019 se produjeron en la región 2.428 fallecimientos. De modo que los 3.199 registrados en el mismo periodo este año suponen 771 más.

Desde la primera víctima mortal por coronavirus, el 11 de marzo, hasta el 24 de mayo, fecha de conclusión del estudio, se anunciaron 506 muertes por COVID-19 en Extremadura. De ahí que haya un exceso de 265 que puede deberse a varias causas, no solo a muertes por coronavirus no registradas. Hay que tener en cuenta que las restricciones a la movilidad redujeron los accidentes de tráfico y laborales, pero también hubo más infartos e ictus sin tratar por la reticencia de los ciudadanos a acudir a los hospitales, lo que podrían explicar en parte esa subida.

Como se ha apuntado, las grandes diferencias se dan entre las provincias extremeñas. Badajoz recoge entre las semanas diez y 21 un total de 135 fallecimientos más que en el mismo periodo del pasado año. Sin embargo, Cáceres registra 636.

Las cuatro áreas sanitarias de la provincia pacense (Badajoz, Mérida, Don Benito-Villanueva de la Serena y Llerena-Zafra) contaban a 24 de mayo con 94 víctimas mortales por coronavirus. De esa forma, hay un exceso de 41 fallecimientos.

Por su parte, las cuatro áreas de salud de la provincia cacereña (Cáceres, Plasencia, Navalmoral y Coria) llegaron a 412 fallecimientos el 24 de mayo. El estudio recoge por tanto un exceso de 224 personas sobre las víctimas oficiales de coronavirus.

La semana con más fallecidos en lo que llevamos de año en la provincia de Badajoz fue la del 6 al 12 de abril, que este año ha coincidido con la Semana Santa. Se llegó a 180 defunciones, un 22,4% de incremento respecto al año anterior.

En Cáceres la peor semana fue la anterior, del 30 de marzo al 5 de abril, con 251 decesos. Son 170 más que el pasado año, con lo que la cifra es más de tres veces superior. En ambas provincias estos datos coinciden con las semanas con más fallecimientos por coronavirus.

El estudio del INE arroja nuevos datos sobre los fallecimientos producidos durante la pandemia, complementando la labor del sistema de vigilancia de la mortalidad diaria (Momo) del Instituto de Salud Carlos III.

En este caso también se emplean los datos de los registros civiles a partir de Inforeg y se comparan con la media histórica de mortalidad desde 2008. Del 23 de marzo al 12 de mayo recoge en Extremadura un exceso de 686 víctimas sobre lo esperado. En ese periodo hubo en la región 462 fallecidos por COVID-19, un desfase de 224 defunciones.