Un costalero fue ingresado el domingo en el hospital tras «quedarse doblado»

En ese lugar, los compañeros de cuadrilla de Francisco García, conocido por todos como Quico, mandaron parar el paso para echarle una mano. «Estaba un poquito doblado, así que decidimos sacarlo y colocarlo bajo la sombra de un árbol para que pudiera descansar un poco», relató ayer el capataz, Manuel Ortiz Figueredo.

En esos instantes iniciales, el costalero se quejaba de la zona lumbar. Había sentido un pinchazo y quienes lo socorrían temieron que pudiera tener dañada la columna. Incluso se avisó a las emergencias alertando de un posible aplastamiento de vértebras.

Rápidamente se desplazó a la zona la Unidad Medicalizada de Emergencias del 112, que utilizó un colchón de vacío para evitar que pudiera sufrir una lesión importante en el momento de ser introducido en la ambulancia.

Ortiz Figueredo ha destacado que en los 14 años que lleva como capataz nunca había vivido un momento tan dramático. «No se podía poner derecho y nosotros no sabíamos lo que podía tener. Realmente podía ser una lipotimia, porque hacía muchísimo calor, pero la prudencia aconsejó llevarlo al hospital».

Una vez que fue ingresado los doctores decidieron realizarle una radiografía que descartó posibles lesiones. Finalmente, el diagnóstico indicaba que había sufrido una pequeña contractura. «Realmente no ha debido ser mucho, porque él mismo pidió el alta voluntaria y vio en directo el momento en el que la procesión regresó al templo».

El capataz del paso de Nuestra Señora de la Palma ha restado importancia al incidente, aunque reconoce que el Domingo de Ramos fue una jornada de gran esfuerzo. «Nosotros levantamos los faldones del paso en la avenida Ricardo Carapeto. Nunca lo habíamos hecho pero creo que en esta ocasión era lo adecuado, porque el alquitrán estaba muy caliente y debajo del paso había una temperatura enorme».