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Coches en un área de servicio de la A-66. :: HOY
El AVE es rentable

El AVE es rentable

Las áreas de servicio de El Gallo y de Rufino marcan nuestro potencial

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Jueves, 12 de julio 2018, 09:21

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Área de servicio El Gallo, en Casar de Cáceres, a unos kilómetros de la capital. Son las nueve de la tarde-noche. He venido con mi suegra a estrenar el coche nuevo. Ha viajado cómodamente sentada en el asiento de atrás, con las lunas tintadas para que el sol no la moleste. Ahora estamos instalados tan ricamente en la terraza de El Gallo. Bebemos cerveza con gaseosa y unos huevos fritos con morcilla del Casar y patatas fritas. Está rica la comida, refresca la bebida, se está a gusto en la terraza y el ambiente es muy entretenido.

En el aparcamiento del área de servicio, unos 40 camiones de toda Europa aparcan en batería. En el interior de la cafetería, sentados en la barra, una veintena de hombres solos toman algo y descansan antes de irse a dormir a sus cabinas o de proseguir su camino. Enfrente de los veladores de la terraza, decenas de coches aparcados. La mayoría están ocupados por familias de emigrantes marroquíes en Francia, Bélgica u Holanda, que van de vacaciones a su tierra y reposan antes de encarar las últimas etapas de su ruta veraniega.

El día que me entregaron el coche nuevo, me acerqué al otro área de servicio cercana a Cáceres, situada también en la Autovía de la Plata, el área de servicio del señor Rufino, en Aldea del Cano. Rufino es de Miajadas. Instaló su gasolinera con cafetería restaurante hace una decena de años y no ha parado de crecer. Como el aparcamiento de camiones se le queda pequeño, explana el terreno vecino para ampliarlo. Se ven también muchas familias magrebíes descansando. Han descubierto, como miles de sus paisanos emigrantes en Europa, que Extremadura es el camino más corto entre Francia y Algeciras.

Entro en el bar, pido una cerveza sin alcohol, me ponen de pincho un bocadillo calentito de bacon muy rico. Da gusto recorrer la A-66 de bar en bar, gastronomía de autovía, negocios que aprovechan el tirón de una infraestructura en la que nadie creía porque claro, para qué van a querer los extremeños una autovía si por ahí no va a pasar nadie, si los extremeños nunca han sido rentables.

Recuerdo una escena en las gradas del teatro romano de Mérida. Sucedió hace 12 años. Dos matrimonios de extremeños renegados, emigrantes en Cataluña, pero despreciando sus raíces y su verdad. Hablaban de la Autovía de la Plata, decían que era una vergüenza, que por ella no pasaba nadie, que era un despilfarro y un capricho. Nadie les replicó porque nos pudo el complejo maldito inscrito en nuestros genes: es verdad, nunca hemos sido rentables ni lo seremos.

Pero ya ven, han pasado los años y no hace falta más que darse un paseo hasta el Casar para tomarse unos huevos fritos y descubrirán que la A-66 está llena de coches y se ha convertido en uno de los grandes ejes europeos de comunicación. Pero si es que era de cajón y cuestión de tiempo. Situada en el centro del eje Madrid-Lisboa-Sevilla, Extremadura es rentable en cuanto nos ayuden y nos lo creamos. Si fuera solo la comunicación Madrid-Cáceres-Badajoz por tren o carretera, pues es verdad que sería una rentabilidad solo social, pero con Lisboa y Sevilla e incluso los puertos de Sines y Algeciras al final del trayecto, cualquier infraestructura que se construya pasando por la región acaba convirtiéndose en un eje estratégico.

Ha resultado esclarecedor y hasta divertido conocer el informe de la Unión Europea sobre el AVE. Resulta que tiene 11 millones de viajeros potenciales: Madrid-Toledo-Extremadura-Alentejo-Lisboa. Mucho más que líneas férreas mimadas como la Y vasca (4 millones) o la Madrid-Galicia (7 millones). Nos despachaban en Cataluña y en media España como una región caprichosa y una catástrofe económica y ahora resulta que somos de lo más rentable basándose en los datos y en la pasta, no en la rentabilidad social. Si lo dudan, vayan al área de Rufino o a El Gallo a tomarse una caña y palparán nuestra rentabilidad internacional.

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