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J. S.
MÉRIDA.
Domingo, 20 de mayo 2018, 08:57
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El mapa fiscal de las comunidades autónomas se completa con los impuestos propios. Todas las regiones han recurrido a esta opción, aunque algunas en más grado que otras. Extremadura es la tercera con más gravámenes autonómicos tras Cataluña y Andalucía y a la altura de Canarias.
El informe del Ministerio de Hacienda agrupa los impuestos propios de las comunidades. En primer lugar, recoge los distintos cánones sobre el agua. Todos gravan el consumo real o potencial del agua en razón a la contaminación que puede producir o el vertido de aguas residuales. Extremadura es una de las doce comunidades con una figura fiscal de este tipo, el canon de saneamiento.
Asimismo, diez regiones cuentan con impuestos sobre determinadas instalaciones o actividades. En Extremadura afecta a las que inciden en el medio ambiente y se conoce como ecotasa.
También son comunes los impuestos sobre residuos. Extremadura, con el tributo a depósitos en vertederos, es una de las diez comunidades que ha regulado esta cuestión. Además, es la única que grava los aprovechamientos cinegéticos y, junto con Canarias y Andalucía, la que puso en marcha un impuesto a depósitos bancarios.
Por último, hay cinco regiones con recargos al impuesto de actividades económicas: Murcia, Madrid, La Rioja, Cantabria y Asturias.
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