La región emite 50 informes al año para adaptar el trabajo a una discapacidad
En España se ha regulado ahora, pero hace nueve años que Apamex asesora a empresas para evitar despidos al cambiar la capacidad del empleado
Cuenta Jesús Gumiel, al frente de la Asociación para la Atención y la Integración Social de las Personas con Discapacidad Física de Extremadura (Apamex), que ... a su despacho han llegado varias personas recién amputadas y le han dicho desde la silla de ruedas que no quieren pasar el resto de vida cobrando una paga sin hacer nada. «Me cuentan que no están enfermos, que quieren trabajar».
Esta semana el Gobierno abordó al fin una asignatura pendiente que discriminaba a las personas con discapacidad en el ámbito laboral. Por imperativo de la Unión Europea, el Consejo de Ministros aprobó este martes modificar el artículo 49 del Estatuto de los Trabajadores, de manera que se prohíbe el despido automático por incapacidad permanente o gran invalidez. La novedad es que a partir de ahora habrá que adaptar el puesto de trabajo o recolocar a la persona en una tarea que pueda desempeñar.
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Jesús Gumiel aseguró ayer a este diario que Extremadura es la única comunidad del país donde ya se llevaban a cabo estas medidas. Fue en octubre de 2013 cuando la entonces directora general de Trabajo de la Junta de Extremadura, María de los Angeles Muñoz, y el propio Gumiel presentaron ADAPTA'T, que nació como un departamento especializado y gratuito de asesoramiento de empresas y personas con discapacidad. Contó con 40.000 euros de dotación pública.
Hoy día, prosigue Gumiel, se elaboran entre 40 y 50 informes anuales para empresas privadas, y entre uno y tres para la Administración Pública, con la finalidad de que a personas a las que les ha sobrevenido una discapacidad le puedan adaptar su puesto de trabajo.
Gumiel cita varios ejemplos, desde eliminar un escalón o instalar una pantalla más grande a diseñar un pedestal giratorio y adaptable para que alguien con movilidad reducida pueda seguir trabajando como mecánico de bicicletas. «A veces –dice– basta con reubicar el mobiliario». Y aunque algunas empresas ya daban esos pasos por responsabilidad social, ellos se propusieron allanar el camino para quien tuviera dudas, incluso dentro de la Administración.
Para explicar los antecedentes, Gumiel se remonta a la creación de la Oficina Técnica de Accesibilidad de Extremadura (Otaex) creada en 2008 con José Luis Quintana como consejero y que no solo se encarga de asesorar para crear una rampa en un portal, un baño en un bar o un ascensor en un bloque antiguo, por citar algunos ejemplos, y que luego, gracias a ADAPTA'T, también empezó a abordar la modificación de espacios laborales.
«Hay gente que quiere seguir trabajando y entonces esa oficina (ADAPTA'T) elabora un estudio del puesto de trabajo de manera gratuita para la empresa. Se trata de un informe ligado a la persona porque no es lo mismo trabajar de conductor que en una oficina. Luego al empresario, cuando tiene el informe, se le demuestra que puede optimizar al trabajador, el cual además va a estar cómodo, seguro y sin riesgos», indica Gumiel.
Ahora hay subvenciones de la Junta de Extremadura para la adaptación del puesto de trabajo, la cual debe sufragar la empresa. Pero para ir adelantando trabajo, la Junta encargó a Apamex que analizara determinadas ocupaciones.
Perfiles adaptables
En el marco de un convenio de colaboración con la Dirección General de Trabajo y la Dirección General de Función Pública, Apamex ha abordado estudios ergonómicos de aquellas categorías profesionales en las que más incidencia pueden tener los riesgos relacionados con la carga física de trabajo. «Con estos estudios se obtiene una información que facilita la propuesta de medidas preventivas con el objetivo de mejorar las condiciones de trabajo. Ya los hemos hecho con las categorías de auxiliar de Enfermería, Camarero Limpiador, y Cocinero-Ayudante de Cocina, mientras que en la última reunión de trabajo hemos tratado el de peón agrícola acudiendo a fincas de la Junta donde se trabaja con animales. Digamos que nos vamos adelantando a la adaptación de esos puestos de trabajo», indica Jesús Gumiel, quien por otro lado pone el foco en los ingenieros técnicos, detrás de muchas innovaciones prácticamente a la carta.
Por esta razón, hace ya ocho años que Apamex firmó un convenio con la Escuela de Ingenieros Técnicos Industriales (ITI) de la Universidad de Extremadura y el Consejo Extremeño de la Ingeniería Técnica Industrial (Cexiti) para crear un premio entre aquellos estudiantes de fin de grado que decidan incluir algún proyecto que mejore la accesibilidad, certamen que después se ofreció a patrocinar Iberdrola. «Se llaman Premios 'Accesing', van nueve ediciones y esta colaboración quiere demostrar que detrás de la accesibilidad están los ingenieros técnicos industriales en el diseño», señala Gumiel, que como ejemplo más sonado cita el proyecto Hermes, que primero fue un prototipo y luego su autor, el joven de Villafranca de los Barros Francisco José García Díaz, terminó patentando.
«El año pasado un alumno con una propuesta nuestra, que era utópica, la de una silla eléctrica que obedecía a la voz, consiguió sacar un software y funcionaba», recordaba ayer Gumiel sobre una nueva herramienta que también contribuye a integrar a las personas con movilidad reducida en el ámbito laboral.
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