Reclaman controles de alcohol y drogas a los cazadores de Extremadura
La Fundación Franz Weber alerta del riesgo de causar accidentes graves y mortales por parte de cazadores que cogen la escopeta habiendo bebido
a.m.m.
Viernes, 14 de octubre 2022, 12:07
Se pone el foco sobre el consumo de alcohol en las monterías. La Fundación Franz Weber (FFW), una organización que trabaja por la defensa de ... los animales y el medio ambiente y colabora de la UNESCO, denuncia que detrás de muchos accidentes de caza con reultado de muerte o heridos graves está el consumo de alcohol.
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Esta organización considera culpable en buena medida de estos sucesos graves al consumo de bebidas alcohólicas o sustancias estupefacientes que provoca el vacío legal. FFW sostiene que «en ningún caso, su control está detallado en las normas autonómicas, si bien el Reglamento estatal de Armas de 1993 especifica que queda prohibido portar, exhibir o usar armas bajo los efectos de bebidas alcohólicas, estupefacientes, psicotrópicos, estimulantes u otras sustancias análogas».
La organización cita como ejemplo de falta de regulación expresa a Extremadura, cuya Ley de Caza de 2010 (se pude consultar al final del artículo) «no realiza ninguna aseveración al respecto, ni establece los medios técnicos y humanos necesarios para facilitar estas pruebas».
La Fundación Franz Weber, que desarrolla una intensa campaña para alejar a los menores de las cacerías, advierte que la consideración legal de la caza como «disciplina deportiva federada» debería llevar aparejadas medidas de vigilancia, entre las que se encuentran los «controles anti-doping».
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«No hay protocolo»
Sin embargo, aseguran que «ni la Junta ni el Consejo Superior de Deportes (CSD)» han desarrollado un protocolo alguno para desarrollar controles de alcoholemia y drogas. Consideran que estas actuaciones podrían ser fácilmente asumidas por el Cuerpo de Agentes del Medio Natural, y su estrategia se podría establecer en la propia normativa autonómica sobre batidas.
Con el inminente comienzo de la temporada de caza, los naturalistas denuncian que las administraciones públicas «ignoran deliberadamente el consumo de bebidas alcohólicas que se da en estos contextos, señalando que la única tasa aceptable mientras se portan armas debería ser cero».
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En este sentido, mencionan un reciente informe del Senado de Francia, cuya principal propuesta es prohibir estos consumos a los cazadores alertando sobre el número de víctimas y heridos que provoca la actividad en el país vecino.
Además del riesgo para cualquier persona que participe en las batidas o que sea ajena a las mismas, FFW señala que la caza en estas condiciones también es un «peligro para la naturaleza y para la biodiversidad». Así, ponen como ejemplo las víctimas causadas por escopeteros que afirman «haberse confundido» al disparar.
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«Si un individuo es incapaz de reconocer a un jabalí, corzo o zorro con sus capacidades volitivas supuestamente adecuadas, estando bebido o drogado, los riesgos se multiplican de manera exponencial», advierten.
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