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¿Qué ha pasado hoy, 28 de marzo, en Extremadura?
Agentes en el operativo de este martes en la carretera de Cáceres. :: Pakopí

El radar salta a 90 en la carretera de Badajoz a Cáceres

La DGT aumenta los controles de velocidad en carreteras convencionales durante esta semana

Antonio Gilgado

Badajoz

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Martes, 13 de agosto 2019

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Control de velocidad en la carretera de Badajoz a Cáceres. Coche radar camuflado pero visible de lejos en la recta de la gasolinera abandonada. Entre las doce y las doce y media del mediodía pasan 36 vehículos en dirección Cáceres. El medidor caza a cuatro conductores a más de noventa kilómetros por hora.

El más rápido iba a ciento cuarenta. En teoría, ha tenido suerte, sanción de trescientos euros y retirada de dos puntos. Con un kilómetro más (141) pagaría cuatrocientos y perdería cuatro. Pero la verdadera suerte es que no se ha matado. En una calzada de doble sentido plagada de cambios de rasantes, con intersecciones cada pocos metros a fincas rurales y pasos de ganado, un volantazo por algún imprevisto puede resultar fatal.

La DGT ha puesto el foco en las secundarias. A principios de año rebajó la velocidad máxima. Antes permitían ir a cien en las de arcén ancho y a noventa en el resto. Desde el 29 de enero, todas a noventa. Su mortalidad dobla a la de autopistas y autovías. Y la tendencia europea es bajarse del club de los cien en doble sentido para evitar las cruces en las cunetas.

Las medias ya se han tomado y la nueva señalización se ha implantado en toda la red regional. Ahora falta que los conductores tomen conciencia. Los responsables de la DGT de Cáceres y Badajoz anunciaron para esta semana controles en vías convencionales.

Este martes, por ejemplo, tocó en la Badajoz-Cáceres. Precisamente una de las afectadas por la limitación de enero.

Fue el primer control con el tope de noventa. Al frente del operativo, Héctor David Pulido, comandante jefe del sector de tráfico de la Guardia Civil en Extremadura. Da un dato preocupante. El 83% de los fallecidos en la región se dan en carreteras de doble sentido, secundarias o caminos. «Es donde se nos matan los extremeños».

Da ahí el interés en que los usarios tomen más precauciones. Tres causas resumen la alta siniestralidad: la distracción, la velocidad y el alcohol o drogas.

Al reducir de 100 a 90 se ataja directamente una causa, pero también incide sobre el resto. El comandante Pulido pone un ejemplo gráfico. Una distracción a cincuenta kilómetros por hora no tiene las mismas consecuencias que a noventa. A menor velocidad, más margen de reacción y el impacto resulta menos lesivo.

La rutina es otro mal a combatir. Hay quien conduce a diario por un mismo itinerario y al conocerlo no se fija tanto en las señales. Este martes, por ejemplo, uno de los conductores sancionados en el surtidor reconocía a los agentes que lleva años moviéndose a diario entre Badajoz y Cáceres y no se había percatado de que las señales de cien se sustituyeron hace meses por las de noventa. Ya no se le olvida.

A los habituales hay que sumar estos días los que eligen la antigua Ex-100 para atravesar el país por sus viajes de vacaciones. Los agentes han percibido un aumento de tránsito durante el verano porque cada vez más gente descarta la A-4 del Puerto de Despeñaperros para llegar hasta las playas del sur de la península. También gana preferencia entre los autocaravanistas de Francia o Bélgica que viajan hasta la costa portuguesa. Los programas de ruta por GPS suelen marcar esta carretera en el itinerario más corto y desechan la A-5 por Mérida. Extremadura es un lugar de paso y eso se nota en su carreteras. También en las secundarias.

Agentes con un conductor cazado con el radar. :: Pakopí

Campañas para fomentar el uso del cinturón

La retención se mantiene como asignatura pendiente entre los conductores que se mueven por la región. El comandante Pulido explica que en el último año han reforzado las campañas para fomentar el uso. Lo hace por un dato que preocupa especialmente a la DGT. El 36% de los fallecidos el año pasado en vehículos que contaban con cinturón no lo llevaba puesto. A base de vigilancia y control, se ha reducido este registro. Hasta julio de este 2019, la cifra ha bajado un 10%. «Nos parece un fracaso que a estas alturas todavía la gente salga a la carretera sin cinturón. Si hay un fallecido que no sea por eso. Estaremos contentos con el 0%».

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