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¿Qué ha pasado hoy, 28 de marzo, en Extremadura?
La torre que sigue sin actividad en el campus de Badajoz. CASIMIRO MORENO
La UEx quiere inaugurar la torre de ascensores en 2022 tras diez años de obras

La UEx quiere inaugurar la torre de ascensores en 2022 tras diez años de obras

El edificio fue construido en 2012 en Badajoz, pero ha necesitado dos subvenciones europeas más para contar con todo el equipo necesario

NATALIA REIGADAS

BADAJOZ.

Viernes, 17 de septiembre 2021, 07:15

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Es uno de los edificios más llamativos de la ciudad. Desde muchos puntos de Badajoz, incluido el Puente Real, es difícil fotografiar el perfil de la Margen Derecha de la capital pacense sin que se cuele una torre muy alta de rectángulos verdes, azules y grises. Es un edificio que sirve para probar ascensores, pero que lleva casi diez años en obras y aún no funciona.

Las obras llevan una década en marcha, pero el proyecto es aún más antiguo. La historia de este edificio se remonta al año 2008, cuando la Universidad de Extremadura consiguió financiación europea para poder habilitar un Centro para la Investigación Básica y Aplicada de Elevación. El objetivo era ambicioso, contar con la torre de pruebas de ascensores más destacada de Europa.

¿Cuál ha sido el problema para que el edificio siga sin actividad? Según la UEx, la financiación. Este proyecto depende de los fondos europeos Feder que solo se convocan cada dos años. Javier de Francisco Morcillo, director de Infraestructura Científica y Desarrollo Tecnológico de la Universidad, justifica que el máximo en cada convocatoria es un millón de euros, por lo que ha sido imposible terminar el edificio a la primera. La institución extremeña se ha presentado en cuatro ocasiones y ha logrado fondos en tres.

Cuando funcione servirá para probar elevadores y se están preparando otros experimentos relacionados

Actualmente solo queda por montar la equipación del edificio que incluye un ascensor experimental, una planta fotovoltaica que dará energía al inmueble y otro tipo de aparatos. Para ello la Universidad de Extremadura recibió los fondos finales, casi un millón de euros, en 2019, pero la pandemia ha retrasado el proceso, por lo que no esperan tenerlo en marcha hasta marzo de 2022.

«Era diciembre de 2019 cuando tuvimos la resolución, pero llegó la covid y todo se paró, por lo que no se licitaron las compras de los equipos que faltan. Ahora ya está todo en marcha y esperamos que funcione en marzo del año que viene», asegura Javier de Francisco Morcillo, que añade que está ilusionado por poder inaugurar un proyecto que ha sido tan complejo.

En 2012 se llevó a cabo la construcción de la torre. Contó con 526.900 euros de la primera convocatoria de fondos europeos que logró (de 2011). Posteriormente hubo que hacer una reforma, con un muro exterior, porque la estructura se inundaba.

En 2013 la UEx volvió a presentar un proyecto a los fondos Feder y obtuvo 610.800 euros. Sin embargo, parte de los fondos no se ejecutaron y faltó equipamiento por comprar.

Tras eso uno de los proyectos de la universidad extremeña fue rechazado por los Feder, lo que supuso un nuevo golpe y un retraso para este proyecto. Ahora es cuando la torre ve la luz. Cuenta con una nueva inversión de casi un millón de euros y los equipos que le faltan ya están licitados.

¿Y después?

Cuando finalmente termine el periplo de esta torre, tendrá distintos usos. El fundamental es que servirá como edificio de pruebas para las empresas de ascensores, que podrán comprobar en el campus de Badajoz la efectividad y seguridad de sus nuevos modelos. Este era el objetivo inicial del proyecto y se hará gracias a los convenios que la UEx espera firmar con distintas empresas de sector.

Paralelamente varios investigadores de la Universidad esperan llevar a cabo otros proyectos. Por ejemplo, según detalla el responsable de Infraestructuras de esta institución, hay un grupo que fabrica prótesis para personas con problemas de movilidad. Cuando esté instalado el ascensos experimental, realizarán pruebas de cómo responden estos materiales a la aceleración o a los frenazos.

Podrán realizar estos exámenes porque el elevador que se instalará en Badajoz es capaz de moverse a distintas velocidades para los experimentos.

Así mismo, en el exterior del edificio se van a instalar placas fotovoltaicas que podrán dotar de energía a la instalación. De hecho, la universidad espera que el excedente pueda usarse en otras zonas del campus.

Otro proyecto relacionado con esta torre también tiene que ver con la energía. Un grupo de investigadores espera usar el ascensor experimental para tratar de generar energía con su movimiento. Si lo logran, los elevadores de los edificios podrían servir como fuente de electricidad para el inmueble en el que dan servicio.

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