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Entrega de un libro en su casa a una de las usuarias de la biblioteca de Navaconcejo. Andy Solé
Préstamo de libros a domicilio

Préstamo de libros a domicilio

Con la fase 1, la biblioteca atiende por teléfono y luego lleva los pedidos a casa

Lunes, 18 de mayo 2020, 22:24

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Los libros también pasan un periodo de cuarentena. «Una vez que los usuarios de la biblioteca los devuelven, se limpian con un paño seco y están siete días en un espacio cerrado sin que se vuelvan a prestar a nadie», explica Milagros Rodríguez, la bibliotecaria de Navaconcejo (Cáceres).

Esa es una de las medidas de seguridad que han tomado en este espacio para reducir los riesgos de contagio y seguir con su actividad. La crisis sanitaria del coronavirus ha provocado que se cambien los protocolos de actuación para adaptarse a la nueva realidad.

Desde el lunes 11 de mayo, cuando la provincia de Cáceres entró en la fase 1 de la desescalada, la biblioteca de Navaconcejo está realizando préstamos de libros a domicilio para facilitar a sus vecinos el acceso a su catálogo. «Todos los días llevamos libros a las casas», expone Milagros, que acude a su puesto de trabajo para preparar las instalaciones, sacar nuevos volúmenes y se encarga de hacer el reparto.

Hasta cinco entregas diarias se están haciendo desde el pasado lunes en una localidad que roza los 2.000 habitantes

A pesar de que la iniciativa se puso en marcha hace poco más de una semana, desde la biblioteca afirman que sí está teniendo aceptación entre los vecinos. «La verdad es que tenemos la suerte de tener grandes lectores, son muy activos», indica Milagros, antes de llevar un libro a casa de Angélica Moreno, una de las usuarias. «Me parece una labor muy buena; estoy trabajando y si me pueden acercar el libro a casa, fantástico», comenta esta lectora.

Esa misma jornada la responsable de la biblioteca tiene previstos otros tres repartos. Cuatro en total, uno menos que de los que ya ha apuntado para el día siguiente.

Normalmente, en esta localidad, el préstamo de libros se reduce en la época del año en la que estamos. En el Valle del Jerte, la comarca donde se ubica Navaconcejo, los ritmos los marcan las campañas agrarias y entre finales de abril y finales de julio se produce la recogida de la cereza. Con largas jornadas de trabajo, el tiempo libre se ve muy limitado y se dedican menos horas a la lectura.

«Una vez devueltos, los volúmenes pasan siete días en cuarentena, sin que se vuelvan a prestar»

Milagros Rodríguez | Bibliotecaria

Sin embargo, el estado de alarma que ha mantenido la biblioteca cerrada a los usuarios ha motivado que con la apertura los vecinos tuvieran ganas de solicitar libros. Además, las lluvias de estas dos últimas semanas está provocando que no se pueda ir a trabajar al campo de manera habitual y que las personas sigan ocupando ese tiempo con libros. «Es una pena para la producción de la zona, pero es cierto que estamos notando que la gente sigue haciendo uso de la lectura», apunta Milagros.

La solicitud de los libros se puede realizar por teléfono, entre las 17.00 y las 21.00 horas. Para hacerlo, hay que ser usuario de la biblioteca. «Actualmente tenemos unos 1.400, una cifra enorme para una localidad que ronda los 2.000 habitantes», detalla la bibliotecaria, aunque reconoce que no todos ellos tienen su carné renovado.

Cada tarde, cerca de las 18.00 horas, Milagros sale de la biblioteca, que está ubicada en la segunda planta de la casa de la cultura, para hacer los repartos de las peticiones que han recibido. No tarda más de dos horas en acercarse a las casas, pero en ese tiempo otra trabajadora se queda pendiente del teléfono.

«Es una labor muy buena, yo estoy trabajando y es fantástico que me acerquen el libro a casa»

Angélica Moreno | Usuaria de la biblioteca

Los libros se entregan a los lectores de la forma más higiénica posible. Van dentro de una bolsa de plástico transparente, muy parecida a la que se utiliza para congelar productos alimenticios, y Milagros lleva guantes, mascarillas y gel para desinfectarse las manos, pese a que apenas tiene contacto con nadie.

Para los más pequeños

Esta entrega a domicilio está sirviendo para reactivar la labor en biblioteca, que llevaba cerrada desde el 14 de marzo. En concreto desde el sábado antes de que se decretara el estado de alarma en todo el país.

Como tantos otros centros de este tipo, no solo se dedica al préstamo de libros. Sus instalaciones también acogen, en una situación normal, otro tipo de actividades, algunas de ellas centradas en los más pequeños. «Hay un uso muy activo», aporta la responsable del espacio, que señala que son muchos los padres que llevan a sus hijos hasta la biblioteca y aprovechan los recursos de ésta para acercar a los niños a la lectura. «A los pequeños les hace mucha ilusión irse con su carné de la biblioteca y estoy segura de que están echando de menos durante estos meses el tiempo que pasaban rodeados de libros», añade Milagros.

Una de las tareas a las que están dedicando más esfuerzos últimamente las trabajadoras de la biblioteca es a la actualización del catálogo. «Surge la necesidad de tener cosas más frescas», aportan, ya que su intención es seguir llegando a nuevos lectores sin olvidar a los más habituales.

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