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Entrega de uno de los diplomas durante un acto. :: web de la academia
Premios sanitarios a 500 euros

Premios sanitarios a 500 euros

La Ilustre Academia Ramón y Cajal, creada el año pasado, reconoce a profesionales de la salud a cambio de dinero, lo que ha despertado el recelo de varios médicos extremeños

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Domingo, 10 de febrero 2019, 09:24

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Eduardo Aranda es podólogo en Mérida, tiene 36 años y le chirrió haber sido premiado de repente con una medalla al mérito humanitario. «Un día me llegó un correo sin motivo alguno y me salió de ojo que me dieran un premio, así como otra propuesta para ser miembro numerario de una academia, ¿quiénes son y qué mérito he hecho yo? Llamé para que me respondieran quién me había postulado, pero me pareció que era todo muy turbio. Cuando pregunté por qué había que pagar me dijeron que era una entidad sin ánimo de lucro y que el acto generaba unos gastos. A otro compañero le llegó un correo electrónico idéntico con el nombre cambiado», relata este podólogo.

Entre los profesionales de la salud, sobre todo aquellos que atienden consultas privadas, es fácil encontrar a alguien que haya recibido ese tipo de correo electrónico proponiéndole ser premiado en un acto en Madrid. Con un evidente estilo seductor, algo rimbombante, los envía la Ilustre Academia de Ciencias de la Salud Ramón y Cajal, que toma su nombre del médico español más destacado de toda la Historia. Fue creada en abril del año pasado. Entre los seleccionados una amplia mayoría no acepta el galardón. La razón es que hay que hacer un pago por adelantado que suele oscilar entre los 400 y los 600 euros. Otros acceden y hoy lucen enmarcado un diploma más en la consulta.

Varios profesionales han alertado de esta práctica y son decenas los sanitarios extremeños que han indagado sobre la academia, su trayectoria y sus valedores antes de hacer la transferencia bancaria, aceptar el premio y escuchar unas palabras sobre su buen hacer, así como recibir una galería de fotos para difundir. Consideran que no hay nada ilegal en la práctica, pues al otro lado del teléfono hay alguien y los actos se celebran, normalmente en salones de hoteles de Madrid con todo el boato que requiere la ocasión. En menos de un año de vida ya han celebrado cinco galas y a finales de mes hay prevista otra más.

En el correo recibido por Eduardo Aranda le indicaban que el precio por asistente era de 240 euros, lo que incluía una cena en el hotel Westin Palace, un dossier fotográfico y una nota de prensa. El acompañante extra costaba 150 euros y el diploma acreditativo 120 euros, en total 510 euros. «Por exigencia de la asociación, una vez realizado el ingreso no se podrá devolver el importe», termina el correo.

Este diario telefoneó a la academia Ramón y Cajal para preguntar por qué entregan estas distinciones. La respuesta fue que «la junta directiva valora las diferentes candidaturas de académicos o clínicas, así como un equipo de asesores que se informan y se documentan a través de diferentes soportes. Estos son los parámetros generales. También se tiene en cuenta la trayectoria profesional, la satisfacción de los pacientes o el compromiso con la excelencia, así como si ese doctor ha realizado publicaciones», recitó de carrerilla al otro lado del teléfono la persona que atiende las dudas de los premiados.

El Colegio de Médicos es tajante: «Pagar por un premio o distinción no parece normal»

Preguntada por qué se ha de pagar por recibir el galardón la misma persona contesta que, al ser una organización no gubernamental, no recibe ayuda pública ni privada. «No se está pagando por el galardón, sino sufragando una cuota para mantener a flote la academia».

Para el podólogo emeritense, sin embargo, la estrategia consiste en tocar la vanidad de los profesiones. «¿A quién no le gusta que le adulen?», justifica Eduardo Aranda, que ha confirmado que colegas suyos de toda España han recibido correos similares.

Según se detalla en la página oficial de Internet, la academia Ramón y Cajal tiene una presidenta, Carmen Slocker de Arce, que se presenta como médico cirujano y especialista en Ginecología y Obstetricia; un vicepresidente, el neuropsicólogo clínico, forense y profesor universitario Javier López-Ibor; y cinco académicos de honor, entre los que figura el oftalmólogo extremeño y exconsejero de Salud de la Junta de Extremadura, Javier Fernández Perianes, el cual aceptó esta distinción, pero ha admitido a HOY que ahora tiene la sensación de que están utilizando su nombre.

El exconsejero de Salud Fernández Perianes sospecha que lo están usando de señuelo

«No se paga el galardón, se sufraga una cuota para mantener a flote la academia», responden

Además, salen los nombres de 144 personas consideradas académicos numerarios, los cuales también han pasado por caja antes de ser distinguidos como tales. También hay varios extremeños en esta lista.

Según explica en su página de Internet, la academia otorga reconocimientos que denomina 'premio al mérito humanitario' y 'premio al mérito sanitario'. Sonia Bedate, fisioterapeuta en Mérida, fue reconocida recientemente con este galardón y en una entrevista en este mismo diario declaraba que «era algo que me sonaba bastante raro». Sin embargo, acudió por curiosidad. Cuando preguntó por qué había sido reconocida y le respondieron que habían sido pacientes y miembros de la propia profesión, ella misma se sorprendió. «Pero yo no conozco a nadie que me haya propuesto ni nadie me ha dicho nada... Es un misterio», manifestó con naturalidad en la entrevista.

Extracto de los correos electrónicos que envía la academia.
Extracto de los correos electrónicos que envía la academia. HOY

Entre los propuestos para este galardón, tanto quienes lo han aceptado como los que no, les sale de ojo que haya que pagar por un premio, sobre todo entre quienes ya han sido reconocidos en anteriores ocasiones. Es el caso de Bernardino Basas, podólogo en Salamanca, a quien la misma academia le propuso como académico de número a finales del año pasado. «Al principio les contesté que quedaba muy agradecido pero me encontraba en Perú en esas fechas. A los tres días me llegó otro correo electrónico y me hablaban de que los requisitos eran pagar unos 400 o 500 euros, entonces me dije ¿esto qué es? Esto no parece una entidad seria. De hecho les respondí que me parecía una falta de tacto actuar así y que no aceptaba ser académico. Luego resultó que en mi clínica trabajan cuatro podólogos más, entre ellos mi padre, mi hermano y mi hermana. A ellos también le enviaron el mismo correo (...). Ni acudí ni acudiré, entre otras razones porque creo que es un engaño», relata este profesional sanitario que afirma haber recibido otros premios y distinciones, incluso en el extranjero, y le han pagado hasta el hotel y el avión para no ocasionarle gastos. Además, afirma que para ser numerario de la Ramón y Cajal le dijeron que había que pagar una cuota de 12 euros al mes. «Que yo sepa en las academias normalmente es al revés, los académicos tienen una remuneración», señala el doctor Basas.

Avalado por personalidades

Sin embargo, no todos los sanitarios consultados por este diario tienen la misma opinión. El doctor Francisco Muñoz Piqueras defiende la actividad de la Ilustre Academia de las Ciencias de la Salud Ramón y Cajal y justifica la petición de dinero porque se trata de una entidad que está empezando. Tiene su clínica en Madrid, es miembro de la Academia Americana de Cirugía Ambulatoria del Pie y creó la Asociación Española de Medicina y Cirugía del Pie. Según explicó a HOY, estuvo en la primera convocatoria que hizo la nueva academia Ramón y Cajal y vio profesionales «muy reconocidos», por lo que se convirtió en académico de número tras pagar lo que le pedían. Admite que tuvo sus dudas -«a veces he pensado que es un timo y otras no», señala-, pero las razona en que él ha participado en proyectos similares y sabe por experiencia lo complicado que es sacarlos adelante económicamente. «Las asociaciones científicas creo que son el futuro y esta diría que no está definida. Yo acepté por el comité que había y por la información que me dieron por teléfono. Después, cuando fui al acto en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense (28 de abril de 2018) me pareció algo que estaba empezando, pero seriamente». Además, prosigue, ha visto que han celebrado un curso sobre bioética cuyo contenido le pareció interesante. Según la publicidad que hizo del mismo la academia, el coste fue de 60 euros para los académicos y 75 para los no académicos.

En Extremadura son muchos los profesionales seducidos por esta academia. A dos de la misma familia les llegó el correo con la noticia de que habían sido premiados. Alfonso Ambel, uno de ellos, es otorrino. «Me ofrecieron la distinción pero, al ver que había que adelantar un dinero, no me sonó bien. Según las averiguaciones que hice en Madrid sonaba a un timo legal, el caso es que no me fie, pero me volvieron a insistir y les dije que me venía mal. Aun así volvieron a proponerme, esta vez para nombrarme académico, pero de nuevo había que pagar dinero por adelantado y no me fie. Al poco tiempo me llamó mi primo porque a él también se lo habían ofrecido y había aceptado. Se puede entender porque lo adornan todo muy bien y te tocan el orgullo», cuenta este pacense.

Su primo, Juan Luis Ambel, es dentista con 38 años de profesión. A él lo propusieron como Medalla al Mérito Sanitario. El acto fue a finales del año pasado en el Ateneo de Madrid. Había unas treinta personas más, recuerda. «Al principio no sabía dónde iba. Luego vi que en el acto hay catedráticos y me encontré con algún compañero de facultad. Muchos eran odontólogos con más de treinta años de profesión. Es cierto que pagas, pero como hay una buffet, tampoco le di mayor importancia. No recuerdo, pero fui sin acompañante y fueron unos 300 euros».

Los extremeños consultados coinciden en que al ver a un médico conocido en la web de la academia, el oftalmólogo Francisco Javier Fernández Perianes, como uno de sus miembros destacados, esto les inspiró confianza. Perianes fue consejero de Salud en 2011 durante una etapa del gobierno de Monago en la Junta de Extremadura, dato que también se destaca en la presentación que hace de él la Academia Ramón y Cajal. El nombre de Perianes es uno de los cinco académicos de honor, distinción que comparte con un cardiólogo, un neurorradiólogo, un especialista en Ginecología y Obstetricia y un doctor en Ciencias Biológicas.

Este periódico contactó con Fernández Perianes y reconoció que lo están usando como señuelo. Afirma que él solo acudió al acto inaugural, después se desentendió de su actividad. «Me llamaron el año pasado y me acerqué porque había varias personalidades. Parecía multidisciplinar y pensé que se podía trabajar en cuestiones de prevención. Fui, me dieron el cordón (de académico) tras hacer el pago correspondiente, luego me preguntaron si no me importaba ser académico de honor, vi que estaba el doctor López-Ibor y dije que sí. En el acto inaugural que tuvo lugar en la Complutense me preguntaron por varios nombres de algunas especialidades. Después me desvinculé totalmente y no fui a otro acto para el que me llamaron. Aunque no he visto nada raro, mi idea es retirarme de esta academia porque parece que estén utilizando mi nombre», explicó a este diario el exconsejero.

Otra figura que quiere desvincularse de la academia es la Asociación Española contra el Cáncer. Según detalla la Ramón y Cajal en su web, «de cada acto de entrega se destina un porcentaje económico para las fundaciones y ONGs con las que colabora la Ilustre Academia, especialmente la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), Médicos sin Fronteras y Cruz Roja Española».

En la AECC indican que no han recibido dinero de esta academia y además hace varios meses que pidieron, sin éxito, que retiraran su logotipo de la web. En Médicos sin Fronteras no informan si han recibido alguna donación de esta entidad por una cuestión legal. En Cruz Roja no contestan a esta pregunta.

Este diario preguntó a la Academia cuántas personas y entidades han propuesto desde su creación para sus reconocimientos y el índice de aceptación. Sobre esto no ha obtenido respuesta. En cualquier caso, afirman que «nadie paga por recibir ningún premio», lo que contradice los correos que envía y que ha comprobado este diario, así como la primera respuesta telefónica recibida por parte de la Academia.

Premio, galardón, medalla, reconocimiento... Cuestiones semánticas aparte, el presidente del Colegio de Médicos de Cáceres, Carlos Arjona, pone algo de luz sobre la función de las academias. «Son organizaciones científicas sin ánimo de lucro con un número de sillones limitados (...). Cuando queda libre un sillón, los académicos proponen a un nuevo académico que tiene que realizar su discurso de entrada que es contestado por otro académico».

Un podólogo: «Ni acudí ni acudiré, entre otras cosas porque creo que es un engaño»

Según la Ilustre Academia de Ciencias de la Salud Ramón y Cajal, ésta está registrada como asociación en la Comunidad de Madrid. Y añade: «una serie de eminentes Doctores abonan una cuota inicial que cubre los gastos de investidura y una cuota mensual para las actividades que se realizan durante el curso (...). Al igual que la mayoría de organizaciones con carácter asociativo, como es nuestro caso, nos limitamos a realizar los protocolos más comunes como es el abono en concepto de gastos de investidura y la cuota mensual por los servicios adquiridos (12 euros mensuales)».

Según los correos remitidos y verificados por HOY, en unos se pide 290 euros (incluye cordón y pin de la Academia, dossier fotográfico, vídeo del Acto, cóctel) más 80 euros por acompañante extra, más 60 euros por diploma acreditativo (430 euros en toral); y en otros 240 euros (incluye Cena de Gala en el Hotel Westin Palace, dossier fotográfico, nota de prensa) más 150 euros por acompañante extra y 120 euros por diploma acreditativo (510 euros).

Según el dossier de la Academia, «este reconocimiento permite a los profesionales con esta distinción añadir a su historial de logros una conmemoración oficial respaldada por una institución certificada, lo que les proporciona una mejor imagen personal y gran prestigio profesional, avalado por los excelentes profesionales que constituyen la academia».

Consultados por esta práctica tanto los colegios oficiales de médicos de Badajoz y Cáceres ambos se desvinculan por completo de las acciones de esta Academia. Por su parte, Carlos Arjona, que ostenta la presidencia autonómica en la actualidad, es tajante: «Pagar por tener un premio o una distinción no parece normal».

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