

Secciones
Servicios
Destacamos
Pedro y Esperanza tenían hasta hace dos años una vida normal. «Como la de cualquier pareja joven», así lo recuerda ella, que no olvida ... aquel enero de 2023 cuando una pequeña herida en la lengua de Pedro, a la que inicialmente su médico no dio importancia, terminó en un difícil diagnóstico: cáncer de células escamosas. Tras esa palabra que nadie quiere escuchar, la 'buena' noticia para este joven dombenitense, de 28 años, fue entonces que el tumor era pequeño y su origen había sido un virus. «No parecía que fuese agresivo», recuerda Esperanza González, su pareja.
Sin embargo, ocho meses después de la operación, y sin que le hubieran derivado al oncólogo, la enfermedad volvió y lo hizo mostrando su peor cara. La biopsia de un ganglio resultó positiva y, descontento con los tiempos que se les planteaban en Badajoz, Pedro decidió operarse en Madrid. «Le generaba desconfianza el haber estado sin información casi tres meses». Tras esa intervención, sí fue derivado a oncología y comenzó a recibir tratamiento tanto de quimioterapia como de radioterapia. «Pero no ha funcionado y en octubre ha tenido otra recaída», explica Esperanza.
Pedro se podría someter ahora a un tratamiento de radiación con protones, «con una maquinaria que ahora mismo no existe en la sanidad pública extremeña», además de someterse a una intervención quirúrgica bastante arriesgada. «Hasta que no abren no saben exactamente qué van a encontrar, pero tiene que ser cirugía y microcirugía porque el tumor ya es muy agresivo en su cuerpo y ha atravesado la piel, tienen que reconstruir toda la zona de la barbilla», relata ella sobre este procedimiento quirúrgico.
A priori, lo que recomiendan los médicos, al considerar que existen más opciones de supervivencia, es realizar primero esa operación, también a través de la sanidad privada, para después someterse al tratamiento de protonterapia, todo en la Clínica de Universidad de Navarra, en Madrid. «Llegamos a este tratamiento buscando una segunda opinión; era una opción que desconocíamos porque es verdad que no sabes lo que hay hasta que, por desgracia, te metes en este mundo».
El precio para esa opción de vida para Pedro Gallego es de alrededor de 88.000 euros, sin contar con una operación que aún no está presupuestada. Una cantidad inasumible para esta pareja que, en apenas tres meses, dará la bienvenida a su hijo «que se llamará Pedro, como su padre».
Para ayudarles a recaudar esa cifra, familiares y amigos han iniciado una campaña que está recibiendo el apoyo de particulares, instituciones y asociaciones tanto en Don Benito, localidad natal de Pedro, como en municipios próximos.
Una exposición pública que nadie espera nunca tener que afrontar. «No vi otra opción y la verdad es que lo haces de forma natural porque yo no quiero ni un céntimo para mí, solamente quiero ayuda para los gastos médicos», expresa Esperanza, que agradece la suerte de tener la ayuda de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) que les facilita, entre otras cuestiones, la estancia en Madrid. Además, cuentan con familiares en la capital española, de donde ella se marchó hace seis años después de conocer a Pedro en unas fiestas del pueblo en Guareña, municipio natal de su familia.
Las opciones para colaborar son diversas. Así, su hermana Mar ha iniciado una recogida de fondos en la plataforma 'GoFundMe' con el nombre 'Ayúdanos a vencer el cáncer', donde ya superan los 15.400 euros. «Estamos haciendo todo lo posible, pero los gastos médicos son abrumadores y no podemos hacerlo solos», relata su hermana en esta petición, «cada donación nos acerca un paso más a darle a mi hermano la oportunidad de recibir el tratamiento que necesita para seguir adelante en este duro camino».
En la difusión de esta campaña ha colaborado también el futbolista dombenitense Pedro Porro que, además, ha donado 5.000 euros y algunas camisetas. Asimismo, el artista villanovense Fernando Sembrador ha dedicado a la historia de Pedro uno de sus últimos diseños en redes sociales y pone a la venta unos llaveros de sus 'Emoticonos Extremeños' para colaborar con esta causa.
A esto se suman diversos eventos deportivos en los que se han instalado huchas que se encuentran también en negocios de la comarca. Asimismo, se han puesto a la venta pulseras y se están realizando diversos sorteos con el material donado por empresas y particulares.
«La gente se está volcando mucho, con todo lo que tienen y lo que cada uno puede aportar», agradece Esperanza que, a través de la AECC, también ha intentado buscar algún tipo de financiación que sí se aplica en otras situaciones, «pero nuestro caso, al parecer, no entra dentro de esa opción».
El tratamiento que requiere Pedro solamente se ofrece hasta ahora en hospitales privados. Su implantación en la sanidad pública todavía no es una realidad pese a la donación realizada en su día para este fin por parte del empresario gallego Amancio Ortega. El dueño de Inditex anunció en 2021 la donación de 280 millones de euros para la adquisición de 10 máquinas de protonterapia, con destino a hospitales de Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, A Coruña, Málaga, Bilbao y Gran Canaria. Su próxima instalación en centros sanitarios públicos necesitará, además, una formación muy específica para su uso por parte de los profesionales, de modo que esta vía solo es una posibilidad a medio plazo en la sanidad pública.
En los últimos días, según explica Esperanza, se ha interesado por su caso Sara García Espada, consejera de Sanidad, haciendo que se vuelva a valorar la opción de realizar la citada intervención quirúrgica en Extremadura o, incluso, buscar alguna vía de colaboración desde la Junta.
Pedro está considerado como candidato para ser tratado con protonterapia, una técnica novedosa especialmente indicada para el tratamiento del cáncer en niños y tumores de difícil acceso. Se considera la tecnología disponible más precisa y avanzada para luchar contra el cáncer con radioterapia.
Por el momento, el joven extremeño está recibiendo en Badajoz un tratamiento de inmunoterapia, además, esta semana ha comenzado a tratarse de nuevo con quimioterapia con vistas a poder reducir el tumor antes de la operación.
Antes del diagnóstico, Pedro trabajaba en un almacén de venta de productos agrícolas. La baja le ha quitado también esa rutina, pero pese a todo, su pareja asegura que no ha perdido el optimismo: «Creo que cuando le toca a uno mismo, solo ves un camino que es el de afrontarlo, pero tiene sus momentos y se le nota, aunque lo lleve con positivismo».
Todo ello en un momento que tenía que convertirse únicamente en un bonito recuerdo. «Por un lado, tienes felicidad porque vas a tener un bebé y por otro…», dice Esperanza con la voz emocionada, «es como la vida y la muerte a la vez, ¿no? Son muchos sentimientos encontrados».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.