Los paros se notan poco en el trabajo y mucho en las manifestaciones

La huelga tenía varias ramificaciones. Se podía hacer de 24 horas, convocada oficialmente por CGT, y por eso había convocadas vigilias a medianoche de ayer. Una de ellas se realizó a las puertas del Ayuntamiento de Badajoz y congregó a una veintena de personas.

Otra modalidad eran los paros de dos horas convocados por los sindicatos CC OO y UGT, que comenzaron a las 11.30 horas de la mañana. En Badajoz congregaron a unas mil personas en el bulevar de la avenida de Huelva. Los sindicatos leyeron a las doce sus comunicados en favor de la eliminación de la brecha salarial y de la conciliación. En definitiva, por la igualdad entre hombres y mujeres en el trabajo. La distinción entre recesos de dos horas y la huelga de toda la jornada creó cierta confusión entre los trabajadores, que no sabían muy bien cómo funcionaban.

A pesar de ello, el ambiente comenzó media hora antes delante de la Delegación del Gobierno. Allí estaba, por ejemplo, Eva Borjas, que consideró necesario hacer el paro laboral para reclamar las mismas oportunidades y sueldos. «Si la pareja es heterosexual, él hace muchísimo menos en casa y cuando hay que ver quién de los dos escala más en el trabajo, las mujeres sacan su instinto, deciden quedarse en sus puestos y dedicarse a sus hijos». Y, en consecuencia, ellos tienen más facilidades para ascender. Por este motivo, Eva Borjas cree que los cambios deben ser sociales. «Hay que educar a los hijos desde el principio. Mis hijos no colaboran, hacen».

La tercera pata de la huelga era de consumo. Pero en la calle más comercial de Badajoz, Menacho, las tiendas estaban abiertas. Solo una, Dulce Locura (en la calle Francisco Pizarro) cerró sus puertas y decoró su escaparate con lemas a favor del paro total.

El resto de pequeños comercios vivieron una jornada normal. Así lo confirmaron en Strass y en la perfumería Superdroma. Incluso, en María Vázquez esperaban un repunte de clientes por la tarde, algo habitual en días de huelga. Stradivarius, del grupo Inditex, aprovechó la jornada para hacer un guiño. En los estantes más cercanos a las puertas se podía leer: 'Feliz día de la Mujer', mientras dentro los dependientes atendían y las clientas compraban. El Corte Inglés no notó la convocatoria en ningún aspecto, ni en recibir menos clientes ni entre sus trabajadores.

La cuarta pata de la convocatoria era estudiantil. A media tarde, la Universidad de Extremadura apenas había notado incidencias en la región. De 863 trabajadores del personal administrativo y de servicios, 38 personas secundaron la huelga. El personal docente e investigador está formado por 1.794 trabajadores, de los que 23 ejercieron este derecho. No se registraron tampoco concentraciones de alumnos reseñables.

Sin embargo, el Colectivo Estudiantil sí organizó un acto durante toda la mañana en la plaza de San Atón de Badajoz. Allí expusieron sus experiencias. Aunque la asistencia fue variando, en algunos momentos superó el centenar de personas.

La Policía Local de la ciudad más poblada de Extremadura no registró incidencias y en las calles se respiró normalidad. Se produjo alguna pintada, como en la parada de taxi de Puerta Palma. Allí pudo leerse: «Patriarcado y capitalismo, lo combatimos con feminismo». Pero poco más. En definitiva, no hubo incidentes.

La tónica de Badajoz se repitió en el resto de ciudades extremeñas. Los centros de trabajo notaron poco la huelga, pero las calles se llenaron con las manifestaciones de la tarde.

Las calles de Mérida se tiñeron de lila, morado, violeta... Cada uno le llama a ese color como quiere. Pero es el elegido para el Día Internacional de la Mujer y los emeritenses se animaron a vestirlo. A las 12 de la mañana, el acto convocado por el Consejo Local de las Mujeres de Mérida en la Plaza de España congregó a madres trabajadoras, jóvenes en paro, estudiantes, amas de casa, abuelas con sus nietas... La jornada fue festiva, alegre y, sobre todo, muy participativa y reivindicativa. Globos morados, abrigos morados, pelos teñidos de morado llevaban carteles con decenas de frases reivindicativas. La concentración se prolongó hasta las seis de la tarde, hora a la que partió la manifestación por las calles de Mérida. Los cálculos apuntan a que más de 3.000 personas la secundaron.

Uno de los momentos que más conmovió fue una representación del grupo La Manada, cuyos integrantes presuntamente violaron a una joven en los Sanfermines de 2016. Se celebró en un escenario de la Plaza de España por la mañana. Allí cinco jóvenes ataviados como en las fiestas de Navarra, con las manos pintadas de rojo y la cara tapada con pasamontañas negro escenificaron acosar a una joven, a la que acabarían derribando al suelo. El Día de la Mujer fue también un grito de 'basta ya' contra los abusos y los homicidios.

La Plaza España de Mérida se convirtió en el epicentro de la celebración de un día en el que las empresas permanecieron abiertas con total normalidad. No se notó más presencia de mujeres ni en las tiendas, ni en las peluquerías, ni en las cafeterías de Mérida, según informó María Ángeles Morcillo.

En Cáceres, unas 300 personas se concentraron frente a la Subdelegación del Gobierno por la mañana convocadas por los sindicatos CC OO y UGT.

La delegada comarcal de CC OO en Cáceres, María Berrocal, recordó que esta es la primera vez que los sindicatos convocan una huelga parcial de dos horas en cada turno en el 8M. Destacó que lo importante es sumar a esta lucha reivindicativa a favor de los derechos de las mujeres y de una igualdad real.

Aparte de esta concentración de los sindicatos, distintos centros de trabajo realizaron concentraciones en la capital cacereña. Entre ellos, la fábrica de Induyco (El Corte Inglés), en la que mayoritariamente trabajan mujeres. Algunos centros de salud y otras dependencias administrativas también organizaron paros simbólicos.

A partir de las 18.30 horas, unos 3.000 cacereños se echaron a la calle siguiendo la llamada de la Plataforma de Mujeres por la Igualdad desde el Quiosco de la Música. Se desarrolló en un ambiente festivo y muy animado, según informa Pablo Calvo.

En Plasencia no hay datos oficiales del seguimiento de la huelga y los paros en las empresas, aunque la jornada reivindicativa tuvo un amplio reflejo en las calle de la ciudad.

Alrededor de 500 personas acudieron al llamamiento de la Asociación del 8 de Marzo y se concentraron a partir de las 12.30 horas en la Plaza Mayor, donde leyeron un manifiesto y el micrófono permaneció abierto para todas las personas que quisieran compartir sus impresiones.

También salieron a la calle las trabajadoras de los servicios municipales, que leyeron un manifiesto a las 11.30 en el parque de La Mazuela. En el Ayuntamiento estaban pactados con los sindicatos paros por turnos en franjas de dos horas para las mujeres que quisieran sumarse. Se establecieron servicios mínimos en Servicios Sociales y en el registro municipal para garantizar la atención a los ciudadanos.

Más de mil placentinos se sumaron a la gran cita del día, que fue una manifestación con salida desde el parque de La Coronación y llegada a la Plaza Mayor. Las actividades con motivo del 8 de marzo continuarán en Plasencia hasta el lunes, informa Claudio Mateos.