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C. J. VINAGRE
MÉRIDA.
Martes, 1 de septiembre 2020, 07:46
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El Membrillar solicitó el 10 de marzo al Gobierno una modificación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable que tenía para construir el aeródromo. Lo hizo 'por culpa' de una pareja de águila imperial ibérica.
La DIA le exigía cumplir con varias condiciones para preservar el bienestar de esas aves. Entre ellas, que no se pudiera volar entre el 1 de febrero y el 31 de julio, coincidiendo con el «periodo crítico» de cría de las águilas, y tampoco se pudiera realizar las obras del aeródromo. Igualmente se le obligaba a favorecer que hubiera más conejo de monte en la zona para alimento de las aves mediante la creación de un cercado de cuatro hectáreas en la linde de la finca con cuatro comederos-bebederos «para favorecer la colonización natural de conejos». La empresa pidió hace cinco meses que se le eximiera de cumplir con la prohibición temporal de vuelos porque la pareja de águilas se ha trasladado 'motu proprio' a una nueva ubicación situada en otro paraje, a 2,8 kilómetros de la antigua zona de nidificación. Al mismo tiempo, propuso construir el cercado para conejos en otra ubicación.
En espera de la respuesta a la petición de cambio en la DIA, El Membrillar ha decidido inicialmente aceptar los requisitos para no dilatar el inicio de construcción del aeródromo, según indica Julia Sánchez, alcaldesa de Helechosa, al diario HOY.
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