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Algunos de los participantes en la manifestación celebrada ayer en Cáceres contra las deficiencias sanitarias. LORENZO CORDERO
El SES y sus parches

El SES y sus parches

Es hora de hacer un análisis serio de las necesidades sanitarias y de ajustar y reequilibrar los recursos con los que se cuenta

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Sábado, 22 de febrero 2020, 09:18

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Gestionar una sistema sanitario público del que depende la máxima prioridad para los ciudadanos, como es su salud, no es tarea fácil, sino todo lo contrario. Sobre todo, cierto es, en un momento en el que el déficit de médicos es una realidad y la situación económica de Extremadura no permite ofertar los mejores contratos del país.

Pero esta realidad ni es nueva ni va a desaparecer de un día para otro, quizás todo lo contrario. Por eso, no puede seguir sirviendo para justificar una y otra vez todas las carencias que van surgiendo en los hospitales y centros de salud de la región.

Porque lo que se está transmitiendo de forma insistente es que no se puede cambiar esa realidad, que no hay médicos o que los que hay no quieren venir aquí y que, por tanto, nada se puede hacer para solventar las carencias y solo queda resignarse. Más allá, claro, de ir tapando los múltiples huecos que surgen como se puede, parcheando en resumen, hasta ver si llegan tiempos mejores.

Pero la repetida justificación ya no le vale a muchos ciudadanos. Las protestas que tuvieron lugar ayer en Cáceres y que el movimiento vecinal quiere iniciar también en Plasencia, sin olvidar las que se mantienen en Zafra, son una muestra de ese hartazgo. Es hora, por eso, de que el SES haga un análisis serio y en profundidad de las necesidades sanitarias que tiene la región, de las presentes y de las que vienen con una población cada vez más envejecida y por eso crónica, y también de los recursos con los que cuenta de verdad para hacerles frente. Y ajustar la relación en el conjunto de la región. Esto es, llevar a cabo un reparto equitativo de la tarta que garantice la igualdad en el acceso a una sanidad en Extremadura se resida donde se resida.

La realidad es que con los recursos que hoy tiene el SES no se pueden mantener todos los hospitales que hay repartidos por la región ni pretender que todos tengan todos los servicios con las plantillas completas. De lo contrario, por ejemplo, un placentino no tendría que esperar más de medio año para ser operado y los cacereños tendrían en la provincia un servicio de Cirugía Vascular.

No es posible tener un hospital al lado de casa con facultativos de todas las especialidades que nos atiendan en un plazo de espera razonable. Pero sí lo es, y por eso se exige, tener ese hospital a una distancia razonable, complementado con un servicio de transporte eficiente. Porque, desde luego, a lo que no podemos resignarnos es a tener un hospital al lado de casa en el que sus múltiples carencias impiden recibir una atención sanitaria de calidad en tiempo y forma. Y es lo que tienen muchos ciudadanos de Extremadura hoy.

Por eso es la hora de tomar decisiones y olvidar los parches. Si no, no solo seguirán las protestas, sino que continuará extendiéndose el sentimiento de agravio regional, porque la salud es un asunto demasiado serio. El SES no debería contribuir con su política de parches a esa expansión.

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