Osuna reprocha que la Junta haya aportado 2.000 euros para Emerita Lvdica cuando su presupuesto asciende a 400.000

El primero en pronunciarse fue el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, quien anunció su intención de rechazar la aportación institucional de 2.000 euros destinada desde la Junta a esta festividad.

Tras subrayar que el presupuesto de esta fiesta, que en esta edición ha contado con una afluencia de más de 150.000 personas según cifras del consistorio, asciende a cerca de 400.000 euros, el regidor emeritense ha considerado que una aportación de 2.000 euros «no tiene mucho sentido en una fiesta de este coste», pues «hay otras fiestas regionales en las que sí aporta disponer de esa financiación».

El alcalde emeritense también puso foco en la representación institucional en Emerita Lvdica para manifestar haber «echado en falta, como pasa en otras fiestas de interés, la presencia de altos cargos que superen el rango de directores o secretarios generales», recoge Europa Press.

Por su parte, la Junta de Extremadura ha calificado como «chantaje político» este mensaje, al tiempo que ha asegurado que dicha cuantía corresponde a la categoría de la festividad.

«Emerita Lvdica, actualmente reconocida como Fiesta de Interés Turístico Regional, seguirá recibiendo el apoyo correspondiente a su categoría», ha asegurado en nota de prensa el Ejecutivo regional este sábado.

Así, han asegurado que una vez esta festividad logre la declaración de Interés Turístico Nacional «recibirá la ayuda que le corresponde, tal y como sucede con el resto de festividades» de la región, y han instado por ello a Osuna a actuar «con responsabilidad«.

En este sentido, la Administración regional ha recordado que, este año, las ayudas a las fiestas de interés turístico han pasado de 4.000 a 6.000 euros, en el caso de las de carácter «nacional», y de 25.000 a 35.000 euros las de carácter «internacional».

Igualmente, el Ejecutivo regional ha llamado al regidor a abandonar la «confrontación partidista», considerando que su «interés político personal» no puede «anteponerse al interés general de los emeritenses».

«Utilizar el presupuesto público como arma de presión política no solo desvirtúa el sentido de las ayudas, sino que pone en riesgo la proyección cultural y turística de Mérida por motivos puramente partidistas», ha enfatizado la Junta, tras tachar de «castigo colectivo para la ciudad« la decisión del regidor »si no se cumple con sus demandas«.