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¿Qué ha pasado hoy, 18 de marzo, en Extremadura?
Bienvenida. Migrantes procedentes de las costas del sur llegan al centro de acogida de Mérida, situado en el albergue El Prado, donde son atendidos por profesionales y voluntarios. :: HOY
Una nueva vida para los migrantes

Una nueva vida para los migrantes

El centro de acogida de Mérida, situado en el albergue El Prado y por el que han pasado casi 3.000 personas, cumple su primer año abierto

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Domingo, 18 de agosto 2019

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Durante los últimos tres días de julio del pasado año, más de 1.300 migrantes llegaron a las costas andaluzas. Esta situación provocó el colapso de los servicios de acogida. Las consecuencias se notaron, sobre todo, en la bahía de Algeciras, pero también en Extremadura. Los equipos de emergencia no daban abasto. Los albergues estaban completos y en Cruz Roja, organización que gestiona la atención de las personas que cruzan el Estrecho desde África, activaron un protocolo de actuación que también afectó a la comunidad extremeña. Desde ese momento, Mérida se convirtió en un centro de acogida temporal. El primer autobús de Cádiz con dirección la capita emeritense salió el 27 de julio de 2018. Desde entonces, al centro han llegado casi 3.000 personas para ser atendidas por un equipo integrado por trabajadores sociales, traductores, médicos, enfermeros, técnicos de emergencia y mediadores, entre otros perfiles profesionales.

Nada más llegar, cada viajero recibe un 'kit' de vestuario, aseo personal, alimentos básicos y de atención médica, social y legal. También cuentan con el apoyo de psicólogos para asimilar el proceso vivido.

Lo que empezó siendo una solución provisional y se acordó destinar a alojamiento temporal, se ha convertido sin embargo en el principal destino de acogida de migrantes.

El pasado 27 de julio hizo un año que el Centro de Acogida, Emergencia y Derivación (CAED) abrió sus puertas. Según informa a HOY Cruz Roja, en estos doce meses han sido en concreto 2.832 hombres y mujeres las personas atendidas en el Albergue Juvenil El Prado de Mérida, unas instalaciones situadas a orillas del Guadiana que fueron puestas en marcha en colaboración con la Junta, la Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento emeritense con el propósito siempre de reforzar la atención que se presta por los servicios de acogida en las costas del sur del país.

Algunos de los migrantes del centro, en una imagen de archivo, en acciones formativas.
Algunos de los migrantes del centro, en una imagen de archivo, en acciones formativas.

El albergue fue cedido por el Ayuntamiento de Mérida y en un principio se acordó que en él cada migrante permanecería un máximo de cinco días. Luego se derivan a otros servicios. En la mayoría de los casos, se recurre a asociaciones que se dedican a su atención con el objetivo de facilitar un proceso de inserción.

Los migrantes atendidos este año procedían principalmente de países de África Subsaharia, sobre todo de Guinea Conakry, Mali y Costa de Marfil. El 80 por ciento de las personas que han pasado por el CAED han sido hombres, el 18 por ciento mujeres. El dos por ciento restantes son menores.

Y de todas estas personas, 444 han sido derivados a centros de acogida integral, 26 han solicitado asilo, 34 han abandonado el recurso y el resto ha continuado su viaje. La mayoría llega con un importante deterioro físico y faltos de apoyos sociales o familiares.

La mayoría de los extranjeros que entran en el centro presentan enfermedades comunes, que son tratadas en el propio albergue. Sufren dolencias propias de un viaje duro, pero no enfermedades contagiosas, según confirma Cruz Roja.

Durante los primeros días de estancia se establece la labor de buscar a los familiares de las personas que llegan. Se estudia la situación personal de cada uno para facilitarles los recursos y proporcionarles las herramientas adecuadas para que puedan desplazarse hasta los lugares dónde están sus familiares.

La mayoría de los usuarios del CAED llegan a Mérida y se van de la ciudad en autobús.
La mayoría de los usuarios del CAED llegan a Mérida y se van de la ciudad en autobús.

El 1 de agosto del pasado año abandonó el centro el primer grupo de personas. Setenta migrantes acogidos de forma temporal dejaron las instalaciones de Mérida con destino a Madrid, Bilbao y Barcelona. La salida de personas se realiza al mismo tiempo que la llegada y acogida de nuevos usuarios. De hecho, el 10 de agosto, tan solo dos semanas después de abrir el centro, ya habían pasado por él 268 personas. En su primer mes de existencia se atendieron a 512 acogidos de 21 nacionalidades diferentes.

En principio, se había limitado su funcionamiento al 30 de septiembre del pasado año. Pero la evolución y la necesidad del mismo ha hecho que siga abierto. Gracias a la cesión del Ayuntamiento por más tiempo este podría permanecer abierto, al menos, hasta el próximo 31 de diciembre, aunque podría prorrogarse si las circunstancias lo requieren.

Aunque se prevé que a lo largo de este verano también se produzcan llegadas, el centro se encuentra estos días vacío. Se debe en parte a que la red de atención en costa y en el resto del territorio se ha reforzado y preparado. Esto hace que en distintos puntos del país también se presta ya la atención que requieren estas personas. Por eso, el número de usuarios que pueden llegar durante estos días se estima que podría ser menor que en su primer verano de funcionamiento. En la actualidad el centro tiene una capacidad de 200 plazas, seis más que cuando se abrió.

Extremadura se ofreció inicialmente a acoger a migrantes rescatados por el buque Open Arms en las aguas del Mediterráneo, aunque según Cruz Roja, están a la espera de que les digan algo. «Depende de lo que decida el Ministerio. Pero, de momento, no nos han dicho nada».

En la actualidad el centro está vacío, pero los voluntarios trabajan para tener todo a punto.
En la actualidad el centro está vacío, pero los voluntarios trabajan para tener todo a punto.

Trámites que se realizan

La institución estudia la situación de cada una de las personas que llega. Se le hace una ficha de filiación, para saber de sus familiares, se someten a reconocimientos médicos y comparten también tareas de ocio y limpieza del centro.

Los mayores de edad son libres para salir del albergue. De hecho, salen y se acercan al centro de Mérida en grupos reducidos, mayoritariamente de hombres.

Una de las actividades mejores acogidas por los usuarios del centro son las clases de español que reciben. El CAED incorporó desde un principio las clases de español entre sus actividades para ayudar a los acogidos en su tránsito por el país. Los talleres fueron concebidos como un espacio de aprendizaje para facilitar su integración.

Un equipo de voluntarios, integrado por traductores y con perfil de profesionales vinculado a la docencia, es el encargado de gestionar la actividad bajo la dirección de los Equipos de Sensibilización e Información en Emergencias (ESIE) de Cruz Roja Juventud.

La enseñanza impartida es comunicación básica para que estas personas puedan desenvolverse en situaciones cotidianas cuando se muevan por España.

Las acciones de formación, que se iniciaron en agosto del pasado año, se imparten diariamente en sesiones de 90 minutos en horario de mañana y tarde. Entre 10 y 15 voluntarios por turno se encargan de impartir las clases en las que participan el 80 por ciento de los migrantes acogidos en el centro.

Desde Cruz Roja decidieron poner en marcha este servicio al considerar que es necesario que estas personas tengan un cierto nivel de español. La mayoría ha dejado su vida de un día para otro y su destino no es siempre el que en principio pretendían. Apenas hablan el idioma que tienen que manejar para desenvolverse en este país y poder buscar una vida mejor.

Los migrantes que llegan al CAED duermen en grupo y en cama que son literas.
Los migrantes que llegan al CAED duermen en grupo y en cama que son literas.

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