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Embalse de Tentudía, en el sur extremeño, uno de los que presentan tradicionalmente más dificultades en la región. :: HOY
Los municipios extremeños empiezan a tomar medidas para combatir la sequía

Los municipios extremeños empiezan a tomar medidas para combatir la sequía

En Garciaz se recuperan pozos antiguos; en Garganta la Olla se multará a los huertos ilegales y en la Campiña Sur se bebe de dos presas

Celestino J. Vinagre

Viernes, 2 de agosto 2019, 07:52

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Los municipios extremeños empiezan a actuar contra la escasez de agua. Se empiezan a recuperar pozos que ya no se usaban, se perforan otros nuevos, se persigue a los que usan agua de forma ilegal y se acude a dos pantanos diferentes para el abastecimiento. A ello se añaden las habituales proclamas de uso eficiente del agua y no limpiar los coches en fuentes públicas.

Como ya ha informado HOY, el Ayuntamiento de Caminomorisco (Las Hurdes) ha decidido cortar el suministro de agua todos los días desde las once de la noche hasta las ocho de la mañana. La medida se puso en marcha el 24 de julio y no tiene fecha límite. Se ha adoptado por precaución, para garantizar el suministro durante el día. El corte del abastecimiento esas nueve horas diarias afecta también a las alquerías de Aceña y Dehesilla.

En la misma comarca hurdana, informa la Consejería para la Transición Ecológica, la Junta ha enviado durante cinco días seguidos camiones cisterna a Casar de Palomero, debido a una obra en el azud. Los camiones acudieron durante cinco días y estuvieron hasta el pasado lunes. El Gobierno regional es consciente además de que existen dificultades en varias localidades.

Según Transición Ecológica, en Garciaz (mancomunidad de Trujillo), se van a hacer unas obras en prevención de futuros problemas para abastecer de agua potable a la población, que es de 725 habitantes, aunque en verano puede llegar a 1.500 personas. La captación de agua se efectúa desde la presa Los Maruelos, de apenas 0,165 hectómetros cúbicos (hm3) de capacidad, más otras captaciones en manantiales y un sondeo en funcionamiento. Ahora se van a rehabilitar algunos sondeos antiguos. También se va perforar un nuevo sondeo y se construirá otro depósito. La obra se ejecutará en un mes, con un coste de 152.600 euros.

Riego garantizado en esta campaña agrícola

El campo extremeño sigue viviendo de las lluvias de la extraordinaria primavera de 2018. Entonces no solo hicieron revivir maltrechas parcelas agrarias y explotaciones ganaderas sin nada de hierba sino que garantizaron el consumo necesario para los regantes para esa campaña y esta. A pesar de que el invierno y la primavera pasadas han sido raquíticas en cuanto a precipitaciones, lo caído entonces más lo acumulado de 2018 hacen ahora respirar a los agricultores. Podrán seguir regando con normalidad, salvo contratiempos inesperados, en lo que queda de verano.

Mientras, en el pueblo verato de Garganta la Olla (980 vecinos censados, con población disparada en verano) el Ayuntamiento ha emitido un bando en el que se recomienda no usar agua para limpiar las calles ni limpiar los coches en fuentes públicas. Con todo, lo más relevante es la actuación prevista contra los titulares de huertos que consumen agua de forma ilegal.

En la población abundan parcelas que no se riegan con pozos particulares sino gracias a la red general de abastecimiento (agua del depósito municipal que llega a su vez de la garganta y manantiales). «Vamos a advertir a los dueños para que dejen de usar esa agua y después les multaremos si no cumplen», indica el alcalde, Antonio Muñoz.

En el sureste extremeño, la mancomunidad de aguas de Campiña Sur (18 pueblos, 28.000 vecinos) se tiene que abastecer ya de dos pantanos. Uno, el habitual, el de Arroyo Conejo, en Llerena. De ahí se bombea durante dieciséis horas diarias. Las otro ocho horas se coge agua de la presa de Los Molinos, en Hornachos. «De esa forma estamos cubiertos sin problemas», dice Agustín Castelló, alcalde de Casas de Reina.

Mientras, en el sur regional, la presa de Tentudía (18.000 personas se abastecen de ella) comienza a evidenciar sus habituales problemas. Es un pantano pequeño, de cinco hm3 de capacidad máxima. Ahora tiene tres. «La situación es un poco más complicada que otros años por estas fechas pero aún no es alarmante», resume a HOY Antonio Garrote, alcalde de Monesterio.

Los pantanos han perdido en un año la tercera parte de sus reservas

La sequía meteorológica hace que los principales suministradores de agua en Extremadura, los pantanos, presenten un aspecto inquietante. Recién iniciado agosto, un mes donde la evaporación del agua continúa en las presas y apenas llueve, los embalses acumulan un tercio menos de agua en las presas que hace un año.

Los datos dicen que ahora mismo, en el conjunto de embalses repartidos por la comunidad, hay 6.417 hectómetros cúbicos embalsados, un 45,1% de los posibles (14.219 hm3). Hace justo un año el aspecto que presentaban era mucho mejor. Contaban con 9.287 hm3 (65,3% de su capacidad). La media en los últimos días años es de 9.464 hm3 embalsados a estas alturas del verano.

Las dos presas más grandes, las de La Serena y Alcántara, presentan aspectos diferentes. La pacense de La Serena tiene 973 hm3, apenas el 30,2% del total posible. Mientras el pantano cacereño alberga 1.737 hm3, el 54,9% del total.

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