La Junta dejará 200 camas libres en sus residencias por si hay rebrotes
La medida afecta a 21 centros gestionados por la Administración regional, que también recomienda a los privados dejar plazas sin ocupar
Las residencias del Sepad (Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia) dispondrán de camas libres por si hay posibles rebrotes de coronavirus. Tendrán un total de 200 plazas sin ocupar en los 21 centros que gestiona la Administración regional.
Se trata de una medida que recoge el decreto de la llamada 'nueva normalidad' publicado por la Junta de Extremadura. En él detallan que estos centros residenciales deberán dejar camas libres que se sumen a las que ya hay específicas para enfermería en esos espacios. Estas tendrán que agruparse en una planta o zona de la residencia separadas del resto.
De este modo, los centros con capacidad para hasta cincuenta residentes deberán contar con el 10% de las plazas libres, los de 80 con el 15% y los que superen las 80 con el 20%. A las residencias privadas también les recomiendan que dejen camas sin ocupar como previsión ante una crisis sanitaria que ha dejado en estos centros 432 fallecidos por coronavirus desde el inicio de la pandemia. De ellos 342 han sido confirmados con PCR y en 90 el certificado médico de defunción establece 'exitus covid' pero no ha habido prueba de confirmación.
En total, 13 centros residenciales en la provincia de Badajoz y ocho en la de Cáceres, los que gestiona y dependen del Sepad, tendrán que cumplir esta medida. Entre todos suman actualmente 2.181 plazas y de ellas 320 corresponden a El Cuartillo, conocida como la Asistida de Cáceres, que ha sido el centro más afectado por el coronavirus en la región, con 75 muertes. Con la nueva normalidad se reducirán sus plazas a 256, un 20% menos.
Lista de espera
Esta medida puede suponer que la lista de espera, que actualmente se sitúa en 1.695 personas para entrar en alguna de las residencias, aumente. Por ello la Junta, para compensar esa reducción de camas, hará convenios con aquellos municipios que menos plazas públicas tengan. Pretenden llegar a 150 antes de finalizar el año, según apunta la Consejería de Sanidad.
En cuanto a los nuevos ingresos de residentes solo serán posibles en aquellas residencias que nunca hayan tenido casos de covid-19 o bien en aquellas que, habiéndolos tenido, no hayan presentado ningún nuevo caso de infección en un período de 14 días desde el alta epidemiológica del último caso.
Para que un anciano entre a vivir en un centro es obligatoria una PCR negativa en las 24 horas anteriores al ingreso
Los ingresos solo podrán realizarse si el anciano no presenta síntomas y el SES acredita un resultado de PCR negativa en las 24 horas anteriores de la entrada al centro. En todo caso, durante su primera semana viviendo en la residencia se deberán respetar estrictamente las medidas de prevención e higiene destinadas a evitar la transmisión del virus, limitando el contacto estrecho con el resto de los residentes.
Respecto a las visitas seguirán estando controladas. De hecho solo podrán realizarse en los centros libres de covid-19. Actualmente hay cuatro residencias de las 324 de la región con casos. En ellas hay 17 pacientes aislados.
Para las que algunos de sus residentes o trabajadores han estado infectados, el centro tendrá que esperar 14 días desde el alta epidemiológica del último caso para poder recibir visitas.
Para ello habrá una zona habilitada y el número de personas que podrán ver a los residentes y los días también estará limitado. El horario lo establecerá la dirección de cada centro y deberá permitirse un mínimo de una persona por residente y dos días a la semana, o dos visitantes un día a la semana.
Los familiares que presenten síntomas compatibles con la infección de coronavirus no podrán acceder y será obligatorio que el visitante lleve mascarilla durante su visita hasta que haya abandonado el recinto residencial, que mantenga la distancia de seguridad de un metro y medio y que realice una correcta higiene de manos. Tampoco se permitirá el acceso al resto de espacios ni a las habitaciones.
Las visitas serán autorizadas por la dirección del centro, previa petición por el familiar. Además, deberán habilitar un registro en el que conste el DNI del visitante, el nombre, la localidad de residencia y el teléfono de contacto. Todo con el fin de controlar de forma rápida los contactos ante un posible rebrote.