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Para el investigador extremeño Antonio Rodríguez-Hidalgo (Mérida, 1978) ayer fue un día de celebración y la culminación de años de trabajo. La publicación en la portada de la revista Science Advance de un artículo sobre el hallazgo de una garra de águila con una antigüedad de 39.000 años y usada ornamentalmente por neandertales es motivo más que suficiente para brindar. «Es una satisfacción bestial, es la tercera revista generalista de divulgación después de Nature y Science, desde el punto de vista personal es un logro», señalaba ayer a HOY por teléfono desde Madrid este doctor en Prehistoria, investigador del Instituto de Evolución en África (IDEA, Madrid), miembro del Equipo Primeros Pobladores de Extremadura y director de este trabajo.
La pieza localizada en la Cova Foradada de Calafell (Tarragona) vierte luz sobre la discusión acerca de la capacidad simbólica de los neandertales. «Esta investigación resalta lo que estamos aportando desde la ciencia en España a este debate sobre las capacidades de los neandertales, si eran humanos arcaicos atrasados y un poco brutos o eran otra humanidad mucho más parecida a nosotros», señalaba Rodríguez-Hidalgo, autor principal del artículo publicado junto al también extremeño (procedente de Mérida y Llerena) Juan Marín, investigador del Museo Nacional de Historia Natural de París y también miembro del Equipo Primeros Pobladores. La investigación forma parte de un proyecto de la Universidad de Barcelona, del Instituto de Evolución en África y el IPEH, el Instituto catalán de Paleocología Humana y Evolución Social (IPEH). Todas estas entidades la financian.
La importancia del hallazgo radica en que se trata de la pieza de este tipo más moderna que se ha documentado hasta ahora en el mundo neandertal y la primera localizada en la Península Ibérica, lo que amplía los límites temporales y geográficos que se habían estimado para este tipo de ornamentos entre los neandertales. Se trataría «del último collar elaborado por los neandertales», tal y como resume Antonio Rodríguez-Hidalgo. Los restos encontrados corresponden a la pata izquierda de un águila que parece de gran tamaño. Por el tipo de marcas, y por analogía con otros restos de varios yacimientos prehistóricos, los investigadores han determinado que el animal no se manipuló para el consumo, sino con finalidad simbólica, lo que coincide con esa hipótesis de la capacidad de los neandertales para manipular objetos con finalidad artística o expresiva.
En el artículo se plantea que este uso de las garras de águila como ornamentos pudiera ser una transmisión cultural de los neandertales hacia los humanos modernos, que van a adoptar esta práctica después de su llegada a Europa. Al parecer, los humanos empezaron a utilizar conchas marinas en toda África como ornamentos hace 70.000 años, pero nunca garras de rapaces, cosa que comenzaron a hacer al llegar a Europa hace unos 40.000 años, afirma Juan Marín.
El yacimiento de Cueva Foradada, de la cultura chatelperroniense, es el más meridional de Europa. Rodríguez-Hidalgo lleva investigando en esta cueva desde el año 2005. Esta oquedad fue descubierta de forma casual por unos excursionistas en el año 1985. «La excavación continúa, no año a año, pero desde 2003 se le dio más impulso y avanzamos mucho».
Para el director de esta investigación, Extremadura es actualmente «un punto caliente sobre este asunto, porque en el último año tenemos publicaciones destacadas que aportan ese granito de arena sobre las capacidades simbólicas de los neandertales, y probablemente en los próximos años tendremos más investigaciones en torno a esta hipótesis, porque estamos haciendo camino y ampliando horizontes desde el punto de vista mental».
Este estudioso considera que el equipo Primeros Pobladores de Extremadura «ha sido una especie de cantera de investigadores que se dedican a temas de evolución humana, en este trabajo estamos implicadas dos personas que somos de Extremadura y nos hemos formado dentro y fuera». Estos científicos empezaron a hacer sus másters vinculados al equipo del prehistoriador Eudald Carbonell «y a partir de ahí hemos ido saltando a diferentes proyectos e instituciones y ganando autonomía, me gusta pensar que estamos haciendo cosas importantes y que queda mucho por hacer», abundaba ayer Rodríguez-Hidalgo, que no ha perdido el vínculo de trabajo con la región y que durante el próximo mes de diciembre estará en una nueva campaña en la cueva de Santa Ana.
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Jon Garay e Isabel Toledo
J. Arrieta | J. Benítez | G. de las Heras | J. Fernández, Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras y Julia Fernández
Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras, Miguel Lorenci, Sara I. Belled y Julia Fernández
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