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Implantes zigomáticos, una solución a la pérdida del hueso maxilar superior

El Hospital Quirónsalud Clideba realiza este tipo de intervenciones, con las que los pacientes pueden volver a tener una dentadura fija y normal

REDACCIÓN

Martes, 3 de diciembre 2019, 08:24

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La implantología dental es un sector en constante evolución. Cada día son más las posibles soluciones que se pueden llevar a cabo en este sector ante las diferentes problemáticas que presenta un paciente en su dentadura.

Hasta hace poco, aquellas personas que llevaban mucho tiempo sin dientes en la arcada superior no contaban con un tratamiento efectivo que solventara este inconveniente. En este tipo de casos, normalmente el hueso maxilar tiende a reabsorberse y desaparecer con el tiempo, una situación que dificultaba muchísimo llevar a cabo cualquier actuación con garantías. «Nos obligaba a realizar intervenciones muy complicadas en el pasado, que consistían en tomar injertos óseos de la cadera o incluso de la bóveda craneal para reconstruir el maxilar y la mandíbula», admite Carlos Moreno García, especialista en cirugía maxilofacial en el Hospital Quirónsalud Clideba de Badajoz.

Sin embargo, con la aparición de los implantes zigomáticos, ese problema ha desaparecido. «Son implantes más largos que los convencionales, que se colocan a través de la cavidad oral pero se anclan en el hueso malar [hueso que forma el pómulo de la cara], que es un hueso denso y sólido, ideal para la estabilidad primaria del implante», explica el doctor Moreno, que realiza esta técnica en el centro pacense.

Estos implantes, por tanto, son la solución perfecta para aquellas personas que han perdido tanto sus dientes como el hueso maxilar de la arcada superior. Además, se pueden colocar en una única operación y, al día siguiente, el paciente ya podría llevar una prótesis fija provisional, por lo que los tiempos de espera son mucho más cortos que en otros procedimientos similares. Una vez los tejidos hayan cicatrizado, esta prótesis se sustituiría ya por la definitiva.

Tras someterse a esta cirugía, el paciente volverá a comer y a hacer su vida con total normalidad, con un consiguiente aumento de su autoestima. Por tanto, gracias a estos implantes, la pérdida del hueso maxilar superior ya no supone ningún obstáculo para tener una dentadura adecuada y fija.

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