La iglesia parroquial de San Blas de Salvatierra reabre al culto tras las obras en su cubierta
Los trabajos, en los que se han invertido 170.000 euros, se han retrasado dos meses por la sucesión de lluvias desde otoño hasta la primavera
Con dos meses de retraso sobre el plazo previsto, concluyen las obras de arreglo de la iglesia de San Blas, del siglo XVI, en Salvatierra de los Barros. El próximo sábado vuelve abrirse el templo parroquial a los salvaterreños tras acabar una obra centrada en la cubierta en la que se han destinado 170.000 euros. En 2011, la rotura de los tensores de la cercha metálica provocó el derrumbe de parte de la cornisa de la fachada norte. A principios de 2023 la Junta sacó a concurso esta actuación por 164.196 euros pero entonces quedó desierta. Ninguna empresa se presentó. Sacada a segunda vez por seis mil euros más, en 2024, se le adjudicó a la empresa emeritense Al-Senera, que ha sido la encargada de los trabajos.
La empresa Al-Senera que ha realizado los trabajos de mejora en la iglesia de Salvatierra Al-Senera tiene experiencia en el campo de las actuaciones en patrimonio cultural. Por ejemplo ha culminado en el Teatro Romano de Mérida las obras de la primera fase para un nuevo graderío en cavea media (la zona de gallinero) del recinto monumental.
Básicamente los trabajos de mejora en la iglesia de San Blas han consistido en la demolición de la cubierta deformada de la nave y en la construcción de una nueva estructura metálica. Se ha procedido, además, a revisar y reparar el resto de cubiertas, reponiendo tejas, impermeabilizando la torre y colocando rejillas de protección frente a aves en los laterales del edificio religioso.
En el exterior e interior del templo parroquial se han realizado trabajos de rejuntado y consolidación de muros, así como la recuperación de cornisas dañadas y del pretil de la torre.
También se han instalado nuevos canalones, bajantes y un pararrayos. Igualmente se han realizado trabajos de rejuntado y consolidación de muros. Informa la Consejería de Cultura que durante el desmontaje de la cubierta se certificó lo que ya se sabía por una obra anterior en la cubierta en el año 2003: la existencia de vasijas cerámicas tradicionales, entre ellas grandes tinajas. Se han decidido dejar allí «por su valor histórico y antropológico, reforzando el carácter singular del templo y su conexión con la tradición alfarera del municipio».
La iglesia de San Blas representa un ejemplo de arquitectura religiosa de la región, explica el departamento que dirige Victoria Bazaga. Su planta de nave única, el ábside poligonal, las bóvedas de crucería gótica con arcos terceletes y su característica torre de cuatro plantas con celosía cerámica «convierten al edificio en un referente del legado arquitectónico extremeño».
Como se ha indicado, está fechada en el siglo XVI. El inmueble religioso es de mampostería y granito en su mayor parte, con partes en los que se aprecian ladrillos macizos de barro cocido. Es una edificación con elementos de estilo gótico (bóvedas, portada sur) aunque también contiene algunos elementos de otros estilos arquitectónicos como la portada norte, de estilo renacentista, y algunos elementos de arquitectura mudéjar.
Se trata de una construcción de una sola nave, con crucero, con una torre campanario de cuatro cuerpos en su extremo oeste, una sacristía anexa en el lado sur, junto al muro este del crucero, y unas dependencias de trastero y aseo junto a un patio en el lado este de la capilla norte del crucero.
En el interior del templo próximamente va a a lucir una vidriera en una de las ventanas hasta ahora cegada que da al conocido como atrio del sol. Ha sido donada por un particular.
El párroco salvaterreño, Manuel de Jesús Cintas Rosa, ha dado las gracias a la treinta de personas que en las últimas semanas han acudido a labores de limpieza del interior de la iglesia para poder retomar cuanto antes el culto en San Blas después de siete meses cerrada.
