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efe
Miércoles, 12 de diciembre 2018, 19:51
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La figura de Diego Muñoz-Torrero, extremeño y exrector de la Universidad de Salamanca en el siglo XIX, ha servido para que desde el Estudio salmantino y las principales instituciones de Extremadura reivindiquen los valores democráticos y humanistas de su figura.
Muñoz-Torrero fue con 26 años rector de la Universidad de Salamanca y uno de los padres de la Constitución de Cádiz, de 1812, además de sacerdote, escritor y político, y trasladó a esa Carta Magna la libertad de imprenta además de propugnar la división de los tres poderes del Estado y promover los derechos de los ciudadanos.
La Universidad de Salamanca ha tributado hoy un homenaje a Muñoz-Torrero, de la mano de la Junta de Extremadura y de la Alcaldía del municipio donde nació, Cabeza del Buey, en el que también ha participado Marcelino Oreja, miembro de la Academia Europea e Iberoamericana de Yuste y exministro de Asuntos Exteriores, además del consejero de Educación de Castilla y León, Fernando Rey.
El rector de la USAL, Ricardo Rivero, ha alabado la figura de Diego Muñoz-Torrero porque «permitió una sociedad como la que hoy se puede disfrutar» y lo ha calificado como «un liberal que no estaba en ningún extremo», que creía «en la soberanía popular y en las libertades».
En esa línea, Rivero ha reivindicado los «valores constitucionales de Europa», que hay que proclamar «bien claro cuando alguien los rechace»; y también la protección de la Constitución de 1978, que, en su opinión, «necesita una reforma para que las jóvenes generaciones pongan sus ideas».
La Universidad de Salamanca ha homenajeado a Muñoz-Torrero, de cuya muerte se cumplen 189 años, que llegó a presidir la comisión redactora de la Constitución de Cádiz y que durante un mes estuvo al frente de las Cortes desde las que «defendió valores como la soberanía popular, la separación de poderes, la libertad de prensa o la de imprenta, que no han perdido vigencia y siguen marcando la hoja de ruta del parlamentarismo actual».
De aquella época destaca también que la bandera nacional utilizada en la cámara gaditana, de tafetán con dos fajas rojas y una amarilla intermedia -todas de igual anchura-, fue un regalo del propio Muñoz-Torrero y fue utilizada por la Milicia Nacional a partir de 1820.
Durante el homenaje, la alcaldesa de Cabeza del Buey y presidenta de la Fundación Diego Muñoz-Torrero, Ana Belén Valls Muñoz, y el rector salmantino han intercambiado una copia de esa bandera y otra del acta de nombramiento del pacense como rector de la Universidad de Salamanca, responsabilidad a la que accedió en 1787.
El presidente de Extremadura ha destacado de Muñoz-Torrero que fue «el primero que habló en unas Cortes de la libertad de prensa y de la libertad de poderes, algo que hoy ya forma parte de la cultura política actual y entonces supuso una gran novedad».
Y ha aprovechando las bondades de ese exrector salmantino para lamentar que en la actualidad «la gente no se sienta a hablar», con una sociedad donde «lo sencillo se ha complicado» y que se está formada «de individuos y no de ciudadanos».
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